222. Era tan diligente, vigilante y oficiosa la prudentisima Maria en el gobierno [como medianera de todas las gracias y con sus consejos] de su familia la Santa Iglesia, como madre y mujer fuerte, de quien dijo el Sabio que considero las sendas y caminos de su casa para no comer el pan ociosa (Prov 31, 27). Considerolos y conociolos la gran Senora con plenitud de ciencia, y como estaba adornada y vestida de la purpura de la caridad y de la candidez de su incomparable pureza, asi como nada ignoraba, nada omitia de cuanto necesitaban sus hijos y domesticos los fieles. Luego que se formo el Simbolo de los Apostoles hizo por sus manos innumerables copias de el, asistiendola sus Santos Angeles, ayudandola y sirviendola tambien de secretarios para escribir, y para que sin dilacion le recibiesen todos los discipulos que andaban derramados y predicando por Palestina. Se lo remitio a cada uno con algunas copias para que las repartiesen y con carta particular en que se lo ordenaba y le daba noticia del modo y forma que los Apostoles habian guardado para componer y ordenar aquel Simbolo, que se habia de predicar y ensenar a todos los que viniesen a la fe para que le creyesen y confesasen.
223. Y porque los discipulos estaban en diferentes ciudades y lugares, unos lejos y otros mas cerca, a los mas vecinos les remitio el Simbolo y su instruccion por mano de otros fieles que se las entregaban y a los de mas lejos las envio con sus Angeles, que a unos de los discipulos se les manifestaban y les hablaban, y esto sucedio con los mas, pero a otros no se manifestaron y se les dejaban en pliego en sus manos invisiblemente, inspirandoles en el corazon admirables efectos, y por ellos y las cartas de la misma Reina conocian el orden por donde venia el despacho. Sobre estas diligencias que hizo por si misma, dio orden a los Apostoles para que ellos en Jerusalen y otros lugares distribuyesen tambien el Simbolo que habian escrito y que informasen a todos los creyentes de la veneracion en que le debian tener por los altisimos misterios que contenia y por haberle ordenado el mismo Senor, enviando al Espiritu Santo para que le inspirase y aprobase, y como habia sucedido y todo lo demas que era necesario para que entendiesen todos que aquella era fe unica, invariable y cierta, que se habia de creer, confesar y predicar en la Iglesia para conseguir la gracia y la vida eterna.
224. Con esta instruccion y diligencias, en muy pocos dias se distribuyo el Credo de los Apostoles entre los fieles de la Iglesia, con increible fruto y consuelo de todos, porque con el fervor que comunmente todos tenian lo recibieron con suma veneracion y devocion. Y el Espiritu divino, que lo habia ordenado para firmeza de la Iglesia, lo fue confirmando luego con nuevos milagros y prodigios, no solo por mano de los Apostoles y discipulos, sino tambien por la de otros muchos creyentes. Muchos que le recibieron escrito con especial veneracion y afecto, recibieron al Espiritu Santo en forma visible, que venia sobre ellos con una divina luz que los rodeaba exteriormente y los llenaba de ciencia y celestiales efectos. Y con esta maravilla se movian y encendian otros en el deseo ardentisimo de tenerle y reverenciarle. Otros con poner el Credo sobre los enfermos, muertos y endemoniados les daban salud a los enfermos, resucitaban los difuntos y expelian a los demonios. Y entre estas maravillas sucedio un dia que un judio incredulo, oyendo a un catolico que leia con devocion el Credo, se irrito contra el creyente con gran furor y fue a quitarsele de las manos, y antes de ejecutarlo cayo el judio muerto a los pies del catolico. A los que desde entonces se iban bautizando como eran adultos, se les mandaba que luego protestasen la fe por el Simbolo apostolico, y con esta confesion y protesta venia sobre ellos el Espiritu Santo visiblemente.
225. Continuabase tambien muy notoriamente el don de lenguas que daba el Espiritu Santo, no solo a los que le recibieron el dia de Pentecostes, sino a muchos fieles que le recibieron despues y ayudaban a predicar o catequizar a los nuevos creyentes, porque cuando hablaban o predicaban a muchos juntos de diversas naciones entendia cada nacion su lengua, aunque hablasen sola la lengua hebrea. Y cuando ensenaban a los de una lengua o nacion les hablaban en ella, como arriba se dijo (Cf. supra n. 83) en la venida del Espiritu Santo el dia de Pentecostes. Fuera de estas maravillas hacian otras muchas los Apostoles, porque cuando ponian las manos sobre los creyentes o los confirmaban en la fe venia tambien sobre ellos el Espiritu Santo. Y fueron tantos los milagros y prodigios que obro el Altisimo en aquellos principios de la Iglesia, que fueran menester muchos volumenes para escribirlos todos. San Lucas escribio en los Actos apostolicos los que en particular convino escribir, para que no todos los ignorase la Iglesia, y en comun dijo que eran muchos (Act 2, 43), porque no se podian reducir a tan breve historia.
226. Conociendo y escribiendo esto me hizo gran admiracion la liberalisima bondad del Todopoderoso en enviar tan frecuentemente al Espiritu Santo en forma visible sobre los creyentes de la primitiva Iglesia. Y a esta admiracion me fue respondido lo siguiente: Lo uno, que tanto como esto pesaba en la sabiduria, bondad y poder de Dios traer a los hombres a la participacion de su divinidad en la felicidad y gloria eterna; y como para conseguir este fin el Verbo eterno bajo del cielo en carne visible comunicable y pasible, asi la tercera persona descendio en otra forma visible sobre la Iglesia en el modo que convenia tantas veces, para fundarla y establecerla con igual firmeza y demostraciones de la omnipotencia divina y del amor que le tiene. Lo otro, porque en los principios estaban por una parte muy recientes los meritos de la pasion y muerte de Cristo, juntos con las peticiones e intercesion de su Madre santisima, que en la aceptacion del Eterno Padre .a nuestro modo de entender. obraban con mayor fuerza, porque no se habian interpuesto los muchos y gravisimos pecados que despues han cometido los mismos hijos de la Iglesia, con que han puesto tantos obices a los beneficios del Senor y a su divino Espiritu, para que no se manifieste tan familiarmente con los hombres ahora como en la primitiva Iglesia.
227. Pasado ya un ano de la muerte de nuestro Salvador, con inspiracion divina trataron los Apostoles de salir a predicar la fe por todo el mundo, porque ya era tiempo se publicase a las gentes el nombre de Dios y se les ensenase el camino de la salvacion eterna. Y para saber la voluntad del Senor en la distribucion de los reinos y provincias que a cada uno le habian de tocar en su predicacion, por consejo de la Reina determinaron ayunar y orar diez dias continuos. Esta costumbre en los negocios mas arduos guardaron despues que pasada la Ascension perseveraron en la misma oracion y ayunos, disponiendose para la venida del Espiritu Santo por todos aquellos diez dias. Y cumplidos estos ejercicios, el dia ultimo celebro Santa Misa el Vicario de Cristo y comulgo a Maria santisima y a los once Apostoles, como lo hicieron para determinar el Simbolo y queda dicho en el capitulo precedente. Despues de la Santa Misa y comunion estuvieron todos con la Reina en altisima oracion, invocando singularmente al Espiritu Santo para que les asistiese y manifestase su voluntad santa en aquel negocio.
228. Hecho esto, les hablo San Pedro y les dijo:
Carisimos hermanos, postremonos todos juntos ante el acatamiento divino y de todo corazon y suma reverencia confesemos a nuestro Senor Jesucristo por verdadero Dios, Maestro y Redentor del mundo, y protestemos su santa fe con el Simbolo que nos ha dado por el Espiritu Santo, ofreciendonos al cumplimiento de su divina voluntad..Hicieronlo asi y dijeron el Credo y luego prosiguieron en voz con el mismo San Pedro, diciendo:
Altisimo Dios eterno, estos viles gusanillos y pobres hombres, a quienes nuestro Senor Jesucristo por la dignacion de sola su clemencia eligio por ministros para ensenar su doctrina y predicar su santa ley y fundar su Iglesia por todo el mundo, nos postramos en Vuestra divina presencia con un mismo corazon y un alma. Y para el cumplimiento de Vuestra voluntad eterna y santa nos ofrecemos a padecer y sacrificar nuestras vidas por la confesion de vuestra santa fe, ensenarla y predicarla en todo el mundo, como nuestro Senor y Maestro Jesus nos lo dejo mandado. Y no queremos perdonar trabajo, ni molestia, ni tribulacion, que para esta obra fuere necesario padecer hasta la muerte. Pero desconfiando de nuestra fragilidad, os suplicamos, Senor y Dios altisimo, envieis sobre nosotros a vuestro divino Espiritu que nos gobierne y encamine nuestros pasos por el camino recto e imitacion de nuestro Maestro y nos vista de nueva fortaleza, y ahora nos manifieste y ensene a que reino o provincias sera mas agradable a Vuestro beneplacito que nos repartamos para predicar Vuestro santo nombre.
229. Acabada esta oracion, descendio sobre el cenaculo una admirable luz que los rodeo a todos y se oyo una voz que dijo: Mi vicario Pedro senale a cada uno las provincias y esa sera su suerte. Yo le gobernare y asistire con mi luz y espiritu..Este nombramiento remitio el Senor a San Pedro para confirmar de nuevo en aquella ocasion la potestad que le habia dado de cabeza y pastor universal de toda la Iglesia y para que los demas Apostoles entendiesen que la habian de fundar en todo el mundo debajo de la obediencia de San Pedro y de sus sucesores, a los cuales habia de estar sujeta y subordinada como a vicarios de Cristo. Asi lo entendieron todos, y asi se me ha dado a conocer que fue esta la voluntad del Muy Alto. Y en su ejecucion, en oyendo San Pedro aquella voz, comenzo por si mismo el repartimiento de los reinos, y dijo: Yo, Senor, me ofrezco a padecer y morir, siguiendo a mi Redentor y Maestro, predicando su santo nombre y fe ahora en Jerusalen y despues en Ponto, Galacia, Bitinia y Capadocia, provincias del Asia, y tomare asiento primero en Antioquia y despues en Roma, donde asentare y fundare la catedra de Cristo nuestro Salvador y Maestro, para que alli tenga su lugar la cabeza de su Santa Iglesia..Esto dijo San Pedro, porque tenia orden del Senor para que senalase a la Iglesia Romana por asiento y para cabeza de toda la Iglesia universal. Y sin este orden no determinara San Pedro negocio tan arduo y de tanto peso.
230. Prosiguio San Pedro y dijo:
El siervo de Cristo y nuestro carisimo hermano Andres le seguira predicando su santa fe en las provincias de Scitia de Europa, Epiro y Tracia, y desde la ciudad de Patras en Acaya gobernara a toda aquella provincia y lo demas de su suerte en lo que pudiere. El siervo de Cristo, nuestro hermano carisimo Santiago el Mayor, le seguira en la predicacion de la fe en Judea, en Samaria y en Espana, de donde volvera a esta ciudad de Jerusalen y predicara la doctrina de nuestro Senor y Maestro.
El carisimo hermano Juan obedecera a la voluntad de nuestro Salvador y Maestro, como se la manifesto desde la Cruz. Cumplira con el oficio de hijo con nuestra gran Madre y Senora. Servirala y la asistira con reverencia y fidelidad de hijo y la administrara el sagrado misterio de la Eucaristia, y cuidara tambien de los fieles de Jerusalen en nuestra ausencia. Y cuando nuestro Dios y Redentor llevare consigo a los cielos a su beatisima Madre, seguira a su Maestro en la predicacion del Asia Menor y cuidara de aquellas iglesias desde la isla de Patmos, a donde ira por la persecucion. El siervo de Cristo y nuestro hermano carisimo Tomas le seguira predicando en la India, en la Persia y en los partos, medos, hircanos, bracmanes y bactrios. Bautizara a los tres Reyes magos y les dara noticia de todo lo que la esperan y le buscaran ellos mismos por la fama que oiran de su predicacion y milagros. El siervo de Cristo y nuestro carisimo hermano Jacobo le seguira con ser pastor y Obispo en Jerusalen, donde predicara al judaismo y acompanara a Juan en la asistencia y servicio de la gran Madre de nuestro Salvador.
El siervo de Cristo y nuestro carisimo hermano Felipe le seguira con la predicacion y ensenanza de las provincias de Frigia y Scitia del Asia y en la ciudad llamada Hieropolis de Frigia.
El siervo de Cristo y nuestro hermano carisimo Bartolome le seguira predicando en Licaonia, parte de Capadocia en el Asia, y pasara a la India Citerior y despues a la Menor Armenia.
El siervo de Cristo y nuestro carisimo hermano Mateo ensenara primero a los hebreos y despues seguira a su Maestro pasando a predicar en Egipto y en Etiopia. El siervo de Cristo y nuestro carisimo hermano Simon le seguira predicando en Babilonia, Persia y tambien en el reino de Egipto.
El siervo de Cristo y nuestro carisimo hermano Judas Tadeo seguira a nuestro Maestro predicando en Mesopotamia y despues se juntara con Simon para predicar en Babilonia y en la Persia. El siervo de Cristo y nuestro carisimo hermano Matias le seguira predicando su santa fe en la interior Etiopia y en la Arabia y despues volvera a Palestina. Y el Espiritu del Altisimo nos encamine a todos y nos gobierne y asista, para que en todo lugar y tiempo hagamos su voluntad perfecta y santa, y ahora nos de su bendicion, en cuyo nombre la doy a todos.
231. Todo esto dijo San Pedro y al mismo instante que acabo de hablar se oyo un tronido de gran potencia y se lleno el cenaculo de resplandor y refulgencia, como de la presencia del Espiritu Santo. Y en medio de esta luz se oyo una voz suave y fuerte, que dijo: Admitid cada uno la suerte que le ha tocado..Postraronse en tierra y dijeron todos juntos: Senor Altisimo, a Vuestra palabra y de Vuestro Vicario obedecemos con prontitud y alegria de corazon, y nuestro espiritu esta gozoso y lleno de Vuestra suavidad en medio de Vuestras obras admirables..Esta obediencia tan rendida y pronta que los Apostoles tuvieron al Vicario de Cristo nuestro Salvador, aunque era efecto de la caridad ardentisima con que deseaban morir por su santa fe, los dispuso en esta ocasion para que de nuevo viniera sobre ellos el divino Espiritu, confirmandoles la gracia y dones que antes habian recibido y aumentandolos con otros nuevos. Recibieron nueva luz y ciencia de todas las naciones y provincias que San Pedro les habia senalado, y conocieron cada uno los naturales, condiciones y costumbres de los reinos que le tocaban, la disposicion de la tierra y su sitio en el mundo, como si le escribieran interiormente un mapa muy distinto y copioso. Dioles el Altisimo nuevo don de fortaleza para los trabajos, de agilidad para los caminos, aunque en ellos les habian de ayudar muchas veces los Santos Angeles, y en el interior quedaron encendidos como serafines con la llama del divino amor, elevados sobre la condicion y esfera de la naturaleza.
232. La beatisima Reina de los Angeles estaba presente a todo esto y le era patente cuanto el poder divino obraba en los Apostoles y en ella misma, que de las influencias de la divinidad participo en esta ocasion mas que todos juntos, porque estaba en grado supereminentisimo a todas las criaturas, y por eso el aumento de sus dones habia de ser proporcionado y trascender a todos los demas sin medida. Renovo el Altisimo en el purisimo espiritu de su Madre la ciencia infusa de todas las criaturas y en especial de todos los reinos y naciones que a los Apostoles se les habia dado. Y conocio Su Alteza lo que ellos conocian, y mas que todos, porque tuvo ciencia y noticia individual de todas las personas a quienes en todos los reinos habian de predicar la fe de Cristo, y quedo en esta ciencia tan capaz de todo el orbe y de sus moradores, como respectivamente lo estaba de su oratorio y de los que en el entraban.
233. Esta ciencia era como de suprema Maestra, Madre, Gobernadora y Senora de la Iglesia, que el Todopoderoso habia puesto en sus manos, como arriba se ha dicho (Cf. supra p. II n. 1524), y adelante sera forzoso tocarlo muchas veces. Ella habia de cuidar de todos, desde el supremo en santidad hasta el minimo, y de los miseros pecadores hijos de Eva. Y si ninguno habia de recibir beneficio o favor alguno de mano del Hijo si no fuese por la de su Madre, necesario era que la fidelisima dispensadora de la gracia conociera a todos los de su familia, de cuya salvacion habia de cuidar como Madre. Y no solo tenia la gran Senora especies infusas y ciencia de todo lo que he dicho, pero despues de este conocimiento tenia otro actual cuando los Apostoles y discipulos andaban predicando, porque se le manifestaban sus trabajos y peligros y las asechanzas del demonio que contra ellos fabricaba, y las peticiones y oraciones de todos ellos y de los otros fieles, para socorrerlos ella con las suyas, o por medio de sus Angeles, o por si misma; que por todos estos medios lo hacia, como en muchos sucesos veremos adelante (Cf. infra n. 318, 324, 339, 567).
234. Solo quiero advertir aqui que, a mas de esta ciencia infusa que tenia nuestra Reina de todas las cosas con las especies de cada una, tenia otra noticia de ellas en Dios con la vision abstractiva que continuamente miraba a la divinidad. Pero entre estos dos modos de ciencia habia una diferencia, que cuando miraba en Dios los trabajos de los Apostoles y de todos los fieles de la Iglesia, como aquella vision era de tanto gozo y alguna participacion de la bienaventuranza, no causaba el dolor y compasion sensible como tenia la piadosa Madre cuando conocia estas tribulaciones en si mismas, porque en esta vision las sentia y lloraba con maternal compasion. Y para que no le faltase este merito y perfeccion, la concedio el Altisimo toda esta ciencia por el tiempo que fue viadora. Y junto con esta plenitud de especies y ciencias infusas tenia el dominio de sus potencias que arriba dije (Cf. supra n. 126), para no admitir otras especies o imagenes adquiridas fuera de las que eran necesarias para el uso preciso de la vida, o para alguna obra de caridad o perfeccion de las virtudes. Con este adorno y hermosura patente a los angeles y santos era la divina Senora objeto de admiracion y alabanza en que glorificaban al Muy Alto por el digno empleo de todos sus atributos en Maria santisima.
235. Hizo en esta ocasion profundisima oracion por la perseverancia y fortaleza de los Apostoles en la predicacion de todo el mundo. Y el Senor la prometio que los guardaria y asistiria, para manifestar en ellos y por ellos la gloria de su nombre y al fin los premiaria con digna retribucion de sus trabajos y merecimientos. Con esta promesa quedo Maria santisima llena de jubilo y agradecimiento, exhorto a los Apostoles a que le diesen de todo corazon y saliesen alegres y confiados a la conversion del mundo. Y hablandoles otras muchas palabras de suavidad y vida, puesta de rodillas les dio a todos la enhorabuena de la obediencia que habian mostrado en nombre de su Hijo santisimo, y de su parte les dio las gracias por el celo que manifestaban de la honra del mismo Senor y beneficio de las almas a cuya conversion se sacrificaban. Beso la mano a cada uno de los Apostoles, ofreciendoles su intercesion con el Senor, su solicitud para servirlos, y pidioles su bendicion como acostumbraba y todos como Sacerdotes se la dieron.
236. Pocos dias despues que se hizo este repartimiento de las provincias para la predicacion, comenzaron a salir de Jerusalen particularmente los que les tocaba predicar en las provincias de Palestina, y el primero fue Santiago el Mayor. Otros perseveraron mas tiempo en Jerusalen, porque alli queria el Senor que con mayor fuerza y abundancia se predicase primero la fe de su santo nombre y fuesen los judios llamados en primer lugar y traidos a las bodas evangelicas, si querian venir y entrar en ellas; que en este beneficio de la Redencion, aquel pueblo fue mas favorecido, aunque fue mas ingrato que los gentiles. Despues fueron saliendo los Apostoles a los reinos que a cada uno le tocaban, segun lo pedia el tiempo y la sazon, gobernandose en esto por el Espiritu divino, consejo de Maria santisima y obediencia de San Pedro. Pero cuando se despidieron de Jerusalen, primero fue cada uno a visitar los Santos Lugares, como eran el Huerto, el Calvario, el sagrado Sepulcro, el lugar de la Ascension y Betania y los demas que era posible, y todos los veneraban con admirable reverencia y lagrimas, adorando la tierra que toco el Senor. Despues iban al cenaculo y le veneraban por los misterios que alli se obraron, y se despedian de la gran Reina del cielo y de nuevo se encomendaban en su proteccion. Y la beatisima Madre los despedia con palabras dulcisimas y llenas de la virtud divina.
237. Pero fue admirable la solicitud y maternal cuidado de la prudentisima Senora para despedir a los Apostoles como verdadera Madre a sus hijos. Porque en primer lugar hizo para cada uno de los doce una tunica tejida, semejante a la de Cristo nuestro Salvador, del color entre morado y ceniza, y para hacerlas se valio del ministerio de sus Santos Angeles. Y con esta atencion envio a los Apostoles vestidos sin diferencia y con igualdad uniforme entre si mismos y con su Maestro Jesus, porque aun en el habito exterior quiso que le imitasen y fuesen conocidos por discipulos suyos. Hizo juntamente la gran Senora doce cruces con sus canas o astas de la altura de las personas de los Apostoles y dio a cada uno la suya para que en su peregrinacion y predicacion la llevase consigo, asi en testimonio de lo que predicaban como para consuelo espiritual de sus trabajos, y todos los Apostoles guardaron y ¡ llevaron aquellas cruces hasta su muerte. Y de lo mucho que alababan la Cruz tomaron ocasion algunos tiranos para martirizarlos en la misma cruz a los que dichosamente murieron en ella.
238. A mas de todo esto dio la piadosa Madre a cada uno de los doce Apostoles una cajilla pequena de metal que hizo para este intento, y en cada una puso tres espinas de la corona de su Hijo santisimo y algunas partes de los panos en que envolvio al Senor cuando era nino y otros de los que limpio y recibio su preciosisima sangre en la circuncision y pasion; que todas estas sagradas prendas tenia guardadas con suma devocion y veneracion, como Madre y depositaria de los tesoros del cielo. Y para darselas a los doce Apostoles, los llamo juntos y con majestad de Reina y agrado de dulcisima Madre les hablo y dijo que aquellas prendas que a cada uno entregaba era el mayor tesoro que tenia para enriquecerlos y despedirlos a sus peregrinaciones, que en ellas llevarian la memoria viva de su Hijo santisimo y el testimonio cierto de lo que el mismo Senor los amaba, como a hijos y ministros del Altisimo. Con esto se las entrego y las recibieron con lagrimas de veneracion y jubilo y agradecieron a la gran Reina estos favores y se postraron ante ella adorando aquellas sagradas reliquias y abrazandose unos a otros se dieron la enhorabuena, y se despidio el primero Santiago, que fue quien comenzo estas misiones.
239. Pero segun lo que se me ha dado a entender, no solo predicaron los Apostoles en las provincias que por entonces les repartio San Pedro, mas en otras muchas vecinas de aquellas y mas remotas. Y no es dificultoso de entender esto, porque muchas veces eran llevados de unas partes a otras por ministerio de los Angeles, y esto no solo para predicar, sino tambien para consultarse unos a otros y especialmente con el vicario de Cristo, San Pedro, y mucho mas a la presencia de Maria santisima, de cuyo favor y consejo tuvieron necesidad en la dificultosa empresa de plantar la fe en reinos tan diversos y naciones tan barbaras. Y si para dar de comer a San Daniel, Profeta Mayor, [Dia 21 de julio: Babylone sancti Danielis Prophetae] llevo el Angel a Babilonia al Profeta San Habacuc [Dia 15 de enero: In Judaea sanctorum Habacuc et Michaeae Prophetarum, quorum corpora, sub Theodosio seniore, divina revelatione sunt reperta] (Dan 14, 35), no es maravilla que se hiciera este milagro con los Apostoles, llevandolos a donde era necesario predicar a Cristo y dar noticia de la divinidad y plantar la Iglesia universal para remedio de todo el linaje humano. Y arriba hice mencion (Cf. supra n. 208) de como el Angel del Senor que llevo a Felipe, el discipulo de los setenta y dos, desde el camino de Gaza le puso en Azoto, como lo cuenta San Lucas (Act 8, 26ss). Y todas estas maravillas, y otras innumerables que ignoramos, fueron convenientes para enviar a unos pobres hombres a tantos reinos y provincias y naciones poseidas del demonio, llenas de idolatrias, errores y abominaciones, cual estaba todo el mundo cuando vino a redimirle el Verbo humanado.
Doctrina que me dio la Reina de los Angeles.
240. Hija mia, la doctrina que te doy en este capitulo es mandarte y convidarte para que con intimos suspiros y gemidos de tu alma y con lagrimas de sangre, si puedes alcanzarlas, llores amargamente la diferencia que tiene la Iglesia Santa en el estado presente del que tuvo en sus principios, como se ha oscurecido el oro purisimo de la santidad y se ha mudado el color sano (Lam 4, 1), perdiendo aquella antigua hermosura en que la fundaron los Apostoles, y buscando otros afeites y colores peregrinos y enganosos para encubrir la fealdad y confusion de los vicios, que tan infelizmente la tienen oscurecida y llena de formidable horror. Y para que penetres esta verdad desde su principio y fundamento, conviene que renueves en ti misma la luz que has recibido para conocer la fuerza y peso con que la divinidad se inclina a comunicar su bondad y perfecciones a sus criaturas. Es tan vehemente el impetu del sumo Bien para derramar su corriente en las almas, que solo puede impedirle la voluntad humana, que le ha de recibir por el libre albedrio que le dio para esto; y cuando con el resiste a la inclinacion e influencias de la Bondad infinita, la tiene .a tu modo de entender. violentada y contristado su amor inmenso en su liberalisima condicion. Pero si las criaturas no le impidieran y dejaran obrar con su eficacia, a todas las almas inundara y llenara de la participacion de su ser divino y atributos: levantara del polvo a los caidos, enriqueciera a los pobres hijos de Adan, y de sus miserias los elevara y asentara con los principes de su gloria.
241. Y de aqui entenderas, hija mia, dos cosas que la humana sabiduria ignora. La una, el agrado y servicio que le hacen al Sumo Bien aquellas almas que con ardiente celo de su gloria y con su trabajo y solicitud ayudan a quitar de otras almas este obice que con sus culpas han puesto para que no las justifique el Senor y las comunique tantos bienes como de su bondad inmensa pueden participar y el Altisimo desea obrar en ellas. La complacencia que recibe Su Majestad en que le ayuden en esta obra no se puede conocer en la vida mortal. Por esto es tan alto y engrandecido el ministerio de los apostoles y de los prelados, ministros y predicadores de la divina palabra, que en este oficio suceden a los que plantaron la Iglesia y trabajan en su amplificacion y conservacion; porque todos deben ser cooperadores y ejecutores del amor inmenso que Dios tiene a las almas que crio para participes de su divinidad. La segunda cosa que debes ponderar es la grandeza y abundancia de los dones y favores que comunicara el poder infinito a las almas que no le ponen impedimento a su liberalisima bondad. Manifesto luego el Senor esta verdad en los principios de la Iglesia evangelica, para que a los fieles que habian de entrar en ella les quedase testificada en tantos prodigios y maravillas como hizo con los primeros, bajando el Espiritu Santo en visibles senales sobre ellos tan frecuentemente y con los milagros que has escrito obraban los creyentes con el Credo y otros favores ocultos que recibian de la mano del Muy Alto.
242. Pero en quien resplandecio mas su bondad y omnipotencia fue en los Apostoles y discipulos, porque en ellos no hubo impedimento ni obice para la voluntad eterna y santa y fueron verdaderos instrumentos y ejecutores del amor divino, imitadores y sucesores de Cristo y seguidores de su verdad, y por esto fueron levantados a una participacion inefable de los atributos del mismo Dios, en particular de la ciencia, santidad y omnipotencia, con que obraban para si y para las almas tantas maravillas, que nunca los mortales los pueden dignamente engrandecer. Despues de los Apostoles nacieron en su lugar otros hijos de la Iglesia, en quienes de generacion en generacion se fue transfundiendo esta divina sabiduria y sus efectos. Y dejando ahora los innumerables martires que derramaron su sangre y vidas por la santa fe, considera los patriarcas de las religiones, los grandes santos que en ellas han florecido, los doctores, obispos y prelados y varones apostolicos en quienes tanto se ha manifestado la bondad y omnipotencia de la divinidad, para que los demas no tuviesen disculpa, si en ellos, que son ministros de la salvacion de las almas, y en todos los demas fieles no hacia Dios las maravillas y favores que hizo en los primeros y ha continuado en los que halla idoneos para hacerlas.
243. Y para que sea mayor la confusion de los malos ministros que hoy tiene la Santa Iglesia, quiero que entiendas como en la voluntad eterna con que determino el Altisimo comunicar sus tesoros infinitos a las almas, en primer lugar los encamino inmediatamente a los prelados, sacerdotes, predicadores y dispensadores de su divina palabra, para que en cuanto era de parte de la voluntad del Senor todos fuesen de santidad y perfeccion de angeles mas que de hombres y gozasen de muchos privilegios y exenciones de naturaleza y gracia entre los demas vivientes; y con estos singulares beneficios se hiciesen idoneos ministros del Altisimo, si ellos no pervertian el orden de su infinita sabiduria y si correspondian a la dignidad para que eran llamados y elegidos entre todos. Esta piedad inmensa, la misma es ahora que en la primitiva Iglesia; la inclinacion del sumo bien a enriquecer las almas no se ha mudado, ni esto es posible; su liberal dignacion no se ha disminuido; el amor a su Iglesia siempre esta en su punto; la misericordia mira a las miserias y estas hoy son sin medida; el clamor de las ovejas de Cristo llega a lo sumo que puede; los prelados, sacerdotes y ministros nunca llegaron a tanto numero. Pues si todo esto es asi, .a quien se ha de atribuir la perdicion de tantas almas y la ruina del pueblo cristiano y que hoy no solo no vengan los infieles a la Santa Iglesia, sino la tengan tan afligida y llena de tristeza, que los prelados y ministros no resplandezcan, ni Cristo en ellos, como en los pasados siglos y la primitiva Iglesia?
244. Oh hija mia, para que muevas tu llanto sobre esta perdicion te convido. Considera las piedras del santuario derramadas en las plazas de las ciudades (Lam 4, 1). Atiende como los sacerdotes del Senor se han hecho semejantes al pueblo (Is 24, 2) cuando debian hacer al pueblo santo y semejante a si mismos. La dignidad sacerdotal y sus vestiduras ricas y preciosas de las virtudes estan manchadas con el contagio de los mundanos; los ungidos del Senor y consagrados para solo su trato y culto se han degradado de su nobleza; perdieron su decoro por abatirse a las acciones viles, indignas de su levantada excelencia entre los hombres: afectan la vanidad, siguen la codicia y avaricia, sirven al interes, aman al dinero, ponen su esperanza en los tesoros del oro y de la plata, sujetanse a la lisonja y obsequio de los mundanos y poderosos y, lo que mas es, a la bajeza de las mismas mujeres y tal vez se hacen participantes de las juntas y consejos de maldad. Apenas hay oveja del rebano de Cristo que conozca en ellos la voz de su pastor, ni halla el alimento y pasto saludable de la virtud y santidad de que debian ser maestros. Piden el pan los parvulos y no hay quien se les distribuya (Lam 4, 4). Y cuando se hace por el interes o por solo cumplimiento, si la mano esta leprosa, .como dara saludable alimento al necesitado y enfermo? Y .como el soberano Medico fiara de ella la medicina en que consiste la vida? Y si los que han de ser intercesores y medianeros se hallan reos de mayores culpas, .como alcanzaran misericordia para los culpados con otras menores o semejantes?
245. Estas son las causas por que los prelados y sacerdotes de estos tiempos no hacen las maravillas que hicieron los apostoles y discipulos de la primitiva Iglesia y los demas que imitaron su vida con ardiente celo de la honra del Senor y conversion de las almas. Por esto no se logran los tesoros de la muerte y sangre de Cristo que dejo en la Iglesia, asi en sus sacerdotes y ministros como en los demas mortales, porque si ellos mismos los desprecian y olvidan para aprovecharlos en si, .como los repartiran a los demas hijos de esta familia? Por esto no se convierten ahora como entonces los infieles al conocimiento de la verdadera fe, aunque viven a la vista de los principes eclesiasticos, ministros y predicadores del Evangelio. Enriquecida esta la Iglesia ahora mas que nunca de bienes temporales, de rentas y posesiones, llena esta de hombres doctos con ciencia adquirida, de grandes prelacias y dignidades abundantes, y como todos estos beneficios se deben a la sangre de Cristo todo se debia convertir en su obsequio y servicio, empleandose en convertir las almas y sustentarle sus pobres y el sagrado culto y veneracion de su santo nombre.
246. Si esto se hace asi ahora, diganlo los cautivos que se redimen con las rentas de las iglesias, los infieles que se convierten, las herejias que se extirpan, y que tanto es lo que en esto se emplea de los tesoros eclesiasticos; y tambien lo diran los palacios que con ellos se han fabricado, los mayorazgos que se han fundado, las torres de viento que se han levantado y, lo que es mas lamentable, los empleos profanos y torpisimos en que muchos los consumen, deshonrando al sumo sacerdote Cristo y viviendo tan lejos y distantes de su imitacion y de los Apostoles a quien sucedieron, como viven alejados del mismo Senor los hombres mas profanos del mundo. Y si la predicacion de los ministros de la divina palabra esta muerta y sin virtud para vivificar a los oyentes, no tienen la culpa la verdad y la doctrina de las Sagradas Escrituras, pero tienela el mal uso de ella, por la torcida intencion de los ministros. Truecan el fin de la gloria de Cristo en su propia honra y estimacion vana, el bien espiritual en el bajo interes del estipendio, y como se consigan estas dos cosas no cuidan de otro fruto de la predicacion. Y para esto quitan a la doctrina sana y santa la sinceridad y pureza, y aun tal vez la verdad, con que la escribieron los autores sagrados y la explicaron los doctores santos, reducenla a sutilezas de ingenio propio, que causen mas admiracion y gusto que provecho de los oyentes. Y como llega tan adulterada a los oidos de los pecadores, reconocenla por doctrina del ingenio del predicador mas que de la caridad de Cristo, y asi no lleva virtud ni eficacia para penetrar los corazones, aunque lleva artificio para deleitar las orejas.
247. En castigo de estas vanidades y abusiones, y de otras que no ignora el mundo, no te admires, carisima, que la justicia divina haya desamparado tanto a los prelados, ministros y predicadores de su palabra y que la Iglesia catolica tenga ahora tan abatido estado, habiendole tenido tan alto en sus principios. Y si algunos de los sacerdotes y ministros no estan comprendidos en estos vicios tan lamentables, esto debe mas la Iglesia a mi Hijo santisimo en tiempo que tan ofendido y desobligado se halla de todos. Y con estos buenos es liberalisimo, pero son muy contados, como lo testifica la ruina del pueblo cristiano y el desprecio a que han llegado los sacerdotes y predicadores del Evangelio; porque si fueran muchos los perfectos y celadores de las almas, sin duda se reformaran y enmendaran los pecadores, se convirtieran muchos infieles y todos miraran y oyeran con veneracion y temor santo a los predicadores, sacerdotes y prelados, y los respetaran por su dignidad y santidad y no por la autoridad y fausto con que granjean esta reverencia, que mas se ha de llamar aplauso mundano y sin provecho. Y no te encojas ni acobardes por haber escrito todo esto, que ellos mismos saben es verdad y tu no lo escribes por tu voluntad sino por mi obediencia, para que lo llores y convides al cielo y a la tierra que te ayuden en este llanto, porque hay pocos que le tengan, y esta es la mayor injuria que recibe el Senor de todos los hijos de su Iglesia.
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