Santa María Francisca de las Cinco LlagasLa Comunión Espiritual era el único alivio del dolor tan agudo que sentía cuando fué encerrada en casa, lejos de su amado Señor, y especialmente cuando se le prohibió recibir la Sagrada Comunión. En tal ocasión, salía a la terraza de su casa, y mirando en dirección a la Iglesia, suspiraba entre lágrimas: "Felices los que hoy te han recibido en el Santo Sacramento, Oh Jesús. Benditas las paredes de la Iglesia que guardan a mi Jesús. Benditos los sacerdotes quienes están siempre cerca del mas adorable Jesús." Solo la Comunión Espiritual podía satisfacerla un poco.130twg© |
Iglesia Católica - Sagrada Eucaristía
El Trabajo de Dios
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