Año A- Primer Domingo de Adviento, Año A
37 Como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre.
Inspiración del Espíritu Santo - Desde el Sagrado Corazón de Jesús.El tiempo de Noe fue un tiempo en la historia de la humanidad cuando el mundo estaba cubierto por el pecado, esto levantó la ira de Dios para purificar la tierra a través del gran diluvio. Pero Yo les digo, hoy el mundo está en una situación peor que en aquellos días y la justa ira de mi Padre está siendo aplacada solamente por la acción de mi Divina Misericordia. La Misericordia está teniendo su tiempo pero no puede parar indefinidamente la venida de la Justicia Divina, el tiempo vendrá cuando el mundo viejo tendrá que darle paso al mundo nuevo tal como lo he predicho.El pecado está lleno de orgullo y lleva el alma a perder el temor de Dios. El hombre es débil y se entrega a sus pasiones muy fácilmente, el efecto espiritual que esto tiene es de abrir las puertas del alma a los espíritus malvados quienes vienen violentamente a posesionarse, a pervertir y a destruir el alma. Se vuelve una tarea muy difícil erradicar la maldad de un alma pervertida, y solamente mi Gracia puede llegar directo a la oscuridad del alma para poner un firme deseo de arrepentimiento. Yo he provisto el remedio para las enfermedades del alma. Con el derramamiento de mi sangre, Yo abrí la fuente de la medicina divina para destruir el veneno de la maldad, y sigue teniendo poder infinito para purificar las almas del pecado. Permití que hombres malvados laceraran mi cuerpo y lo cubrieran con muchas heridas, Yo derramé mi sangre gota a gota para purificar la tierra, finalmente permití que mi corazón fuera abierto por una lanza para crear un refugio en mis santas heridas así que como en el tiempo de Noe ustedes puedan evitar el castigo que ha de venir. Por mis santas heridas ustedes son sanados, por mi preciosa sangre sus almas son purificadas y cubiertas con las vestiduras blancas para la eternidad. Por mi Espíritu Santo ustedes son inflamados con el deseo de su purificación, así que cada uno pueda tener la oportunidad de arrepentirse, enmendar su vida y ser salvado. Yo estoy golpeando en la puerta de cada corazón. Yo no quiero que nadie perezca; la fuente de mi Divina Misericordia esta invitando a todos para que sean purificados antes de que sea demasiado tarde. La muerte puede llegar a cualquier hora sin ninguna advertencia, no escoge edad, sexo o raza, viene a los pecadores y a los justos, nadie se puede escapar de ella. Prepárate diariamente y protege tu alma, el templo de tu espíritu, cierra tus puertas a la maldad y mantenla en estado de gracia para que puedas estar feliz a la hora de mi llegada. Piensa con temor de Dios acerca de la hora del juicio, pero se santo y no tendrás que preocuparte acerca de lo que ha de venir. Autor: José de Jesus y María Lista de
Homilias - Evangelios Catolicos
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