Padre Eterno, al ofrecerte este misterio, rezamos para que la
Luz de la Resurrección brille en nuestras almas renovándonos diariamente con el
Espíritu Santo. Señor aumenta nuestra fe.
Dios te salve María, llena eres de Gracia; El Señor es contigo. En
la Resurrección bendita tu Eres entre todas las mujeres y bendito es es fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María Madre de Dios, madre mía, ruega por
nosotros los pecadores, aumenta nuestra fe, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amen.
Padre Eterno, al ofrecerte este misterio, rezamos para tener
confianza en Jesús quien ha ascendido a los cielos para interceder por nosotros y para
preparar un lugar para nuestras almas. Concédenos Señor que siempre podamos confiar en
Ti con la gracia de la Esperanza.
Dios te salve María, llena eres de Gracia; El Señor es contigo. En
la Ascensión bendita tu Eres entre todas las mujeres y bendito es es fruto de tu
vientre Jesús.
Santa María Madre de Dios, madre mía, ruega por
nosotros los pecadores, aumenta nuestra confianza en Dios, ahora y en la
hora de nuestra muerte. Amen.
Práctica del amor a Dios - Dar
testimonio de la fe
Padre Eterno, al ofrecerte este misterio, rezamos para que la
pequeña llama de amor que pusiste en nuestros corazones en el bautismo pueda crecer
constantemente, para así adorarte y amar a nuestro prójimo. Ungenos Señor con el fuego
de tu Amor Divino, purifícanos, sánanos, bendícenos y santifícanos con el poder de tu
Espíritu Santo.
Dios te salve María, llena eres de Gracia; El Señor es contigo. En
el Descenso del Espíritu Santo bendita tu Eres entre todas las mujeres y bendito
es es fruto de tu vientre Jesús.
Santa María Madre de Dios, madre mía, ruega por
nosotros los pecadores, aumenta nuestro amor, ahora y en la hora de
nuestra muerte. Amen.
Padre Eterno, al
ofrecerte este misterio, rezamos para que podamos tener gran amor por la Virgen María.
Reconocemos su dignidad como la hija perfecta de Dios el Padre, la madre de Dios el Hijo y
la esposa celestial de Dios el Espíritu Santo.
Virgen María, ayudanos a crecer en humildad, pureza, fe, esperanza, amor, caridad,
obediencia, desapego a lo terrenal, prudencia, silencio, paciencia, oración y
contemplación.
Dios te salve María, llena eres de Gracia; El Señor es contigo. En
la Asunción bendita tu Eres entre todas las mujeres y bendito es es fruto de tu
vientre Jesús.
Santa María Madre de Dios, madre mía, ruega por
nosotros los pecadores para que vengamos a Ti con gran devoción, ahora y
en la hora de nuestra muerte. Amen.
Padre Eterno, al ofrecerte este misterio, rezamos para
mantener nuestros ojos espirituales siempre fijos en las cosas del cielo, rezamos para que
el Reino de los Cielos sea entronado en nuestros corazones los cuales abrimos a Jesús y
María. Concédenos la perseverancia final.
Dios te salve María, llena eres de Gracia; El Señor es contigo. En
la Coronación bendita tu Eres entre todas las mujeres y bendito es es fruto de
tu vientre Jesús.
Santa María Madre de Dios, madre mía, ruega por
nosotros los pecadores para que tengamos santo temor de Dios y perseveremos,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen.