Y Juan la acogió en su casa.
Juan 19:26-27
26 Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo.
27 Luego dice al discípulo: Ahí tienes a tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.
El Papa Juan Pablo II, como todo buen Católico, sintió mucho amor por la Virgen María. Su devoción se intensificó cuando él leyó el libro de la Verdadera devoción a la Virgen María, escrito por San Luis Maria de Montfort, en el cual él nos enseña a consagrarnos al Inmaculado Corazón de Maria y a vivir una vida a través de Maria, con Maria, en Maria y por Maria.
Como buenos discípulos de Cristo, nosotros tenemos que ir al Calvario y acompañar a Nuestro Señor durante su agonía, es allí que vemos a la madre de Jesús y entonces escuchamos sus palabras diciéndonos a cada uno “Ahí esta tu madre.” El Santo Padre tomó las palabras de Cristo muy seriamente y recibió a Maria como su madre. En respuesta al regalo de Cristo, él contestó: “Yo seré todo tuyo”. En latín: “Totus tuus.”
El tuvo gran devoción por el Santo Rosario y dedicó un Año del Rosario a Nuestra Santísima Virgen Maria desde el 16 de Octubre de 2002 hasta el 31 de Octubre del 2003.
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Extracto
John Paul II:
"Totus Tuus. Esta fórmula no tiene solamente una característica piadosa, no es una simple expresión de devoción sino que es algo más que eso. La orientación hacia tal devoción se ha afirmado en mí en el período en el cual, durante la segunda guerra mundial, trabajaba como obrero en una fábrica. En un primer momento creí que me debía apartar un poco de aquella devoción mariana de la infancia, en favor del cristocentrismo. Gracias a san Luis Grignion de Montfort comprendí que la verdadera devoción a la Madre de Dios es, en cambio, justamente cristocéntrica, es más, está profundamente enraizada en el Misterio trinitario de Dios, y en los misterios de la Encarnación y de la Redención".
[Juan Pablo II en "Varcare la soglia della speranza", Arnoldo Mondadori Editor, 1994] |