Oración por el agua
Señor Dios
Padre celestial, Dios Todopoderoso, Señor Dios Altísimo.
Puesto que estoy usando agua para bañarme, beber y vivir; quiero agradecerte por este
regalo tan precioso.
Bendigo el agua en tu Santo Nombre y te pido que la bendigas una vez más, para
que podamos seguir disfrutando de este regalo.
Tu santificaste el agua aun en el comienzo de la creación cuando tu
Espíritu flotaba sobre las aguas. Santificaste el agua de tal manera que
aprendimos en las Sagradas Escrituras que varias veces lavaste milagrosamente a
los leprosos, y luego santificaste el agua en la persona de Tu Hijo Jesucristo
cuando Él fue bautizado con agua en el río Jordán. En el Bautismo, nosotros
somos santificados con agua en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo.
El agua es indispensable para la vida, tiene una gran similitud con Tu Espíritu.
En Ti vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser. Moriríamos sin ti. De la misma
manera en el agua vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser. Sin agua,
moriríamos. Tu espíritu limpia nuestras almas de nuestros pecados así como el
agua limpia nuestros cuerpos.
Nos has invitado a beber de las aguas vivas de Tu Espíritu para que podamos
vivir eternamente; también necesitamos beber agua para vivir nuestra existencia
terrenal.
Gracias al agua tenemos comida que proviene de la tierra, la cual ha sido irrigada
para ser fértil. El agua trae vida a la creación.
Yo bendigo los ríos en tu santo nombre; bendigo los lagos, los océanos, los
depósitos de hielo, las montañas y todas las fuentes de agua, incluyendo los
depósitos debajo de la superficie de la tierra. Bendigo el agua en la atmósfera.
Se dice que el 80% de nuestros cuerpos es agua. Bendigo el agua en mi cuerpo
también. Oh Señor, mi Dios, por favor bendice el agua una vez más.
Miro a mi alrededor y veo que el agua se está volviendo muy escasa. El agua
buena que tanto necesitamos se está desapareciendo. Tu le prometiste a Noé que ya no
seríamos castigados por las inundaciones, y sin embargo, veo que debido a que
te hemos decepcionado con nuestros pecados, estamos recibiendo tu justicia a través del
agua.
Demasiada agua causada por tormentas y fuertes lluvias se está convirtiendo en
un gran problema. Las inundaciones están causando la destrucción de cultivos,
propiedades, animales y vida humana. Muchas personas pobres se están quedando
sin hogar y desempleadas debido a las calamidades causadas por el agua.
En contraste, la falta de agua está causando mucho sufrimiento humano y
muchas áreas de la tierra están teniendo sequías que causan
muchas pérdidas. Estamos perdiendo nuestros cultivos, los animales están
muriendo, la tierra se está volviendo inútil y muchos seres humanos están
perdiendo sus vidas también.
El clima se está convirtiendo en un gran problema, a veces estamos teniendo
demasiada lluvia otras veces muy poca. A veces, hace demasiado calor otras veces
hace demasiado frío. El clima está fuera de control.
Bendito Señor, Dios mío, por favor santifica el agua una vez más. Perdona
nuestros pecados, envía las aguas vivas de Tu Espíritu Santo para que nos
purifique.
Cámbianos y restáuranos a la santidad que tu tienes en mente para nosotros.
Bendice el agua de la tierra, bendice a la madre naturaleza una vez más, para
que tengamos un clima más moderado en todo el mundo. Señor Dios, eres un Dios de
control, por favor bendice el trabajo de tus manos, bendícenos y bendice el agua
que tanto necesitamos. Bendice la tierra y bendícenos, tus criaturas, los
templos de tu Espíritu Santo.
Señor, como soy un pecador, no tengo nada que ofrecerte a cambio de esta
petición, pero te ofrezco los méritos de la encarnación, la vida, los
sufrimientos y la muerte de Jesucristo, tu Hijo. Señor, por favor, no mires
nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia. Te ofrezco el Precioso Cuerpo, la Sangre, el
Alma y la Divinidad de Tu amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo en expiación por todos los
pecados cometidos en contra de los diez mandamientos. También te ofrezco todas
las Santas Misas ofrecidas en el pasado, las que se ofrecen ahora y las que se
ofrecerán en tiempo y en eternidad.
También le pido a la Santísima Virgen María, nuestra Madre celestial, para que
interceda por nosotros en nuestros sufrimientos.
Amén.
José de Jesús y María
Apostolado del Trabajo de Dios
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