Somos salvados por la fe en el Hijo de Dios, Nuestro Señor Jesucristo. Fue como una recompensa de la fe, que el Señor concedió las gracia de sus milagros a aquellos que creyeron en El [Lucas 7:50]
Jesús está vivo, El es el mismo ayer, hoy y siempre [Hebreos 13:8]. La misión de los apóstoles fue la de esparcir la Fe en nuestro Señor Jesucristo, Quien es también Dios, la Palabra encarnada, la segunda persona de la Santísima Trinidad.
Nuestra fe en Cristo es perfecta en nuestra Iglesia Católica y en el Bautismo somos llamados a ser apóstoles del Señor, a proclamar su mensaje a todas las naciones.
Somos justificados por nuestra fe en Nuestro Señor Jesucristo y por nuestros trabajos de fe [Santiago 2:24]
La fe es como un fuego que necesita ser avivado constantemente, las oraciones son como combustible para ese fuego, entre mas rezamos y buscamos al Señor, mas experimentamos el fuego de Su Amor en nuestros corazones.
Algunos entran en periodos de aridez en la fe debido a la falta de oración, pero si rezamos constantemente entonces de alguna manera recibimos gracia constante para estar en la Presencia de Dios.
Salmo 147:11
Se complace Yahveh en los que le temen, en los que esperan en su amor.Nuestra religión esta basada en la esperanza, en las promesas que el Señor ha hecho. Tenemos esperanza en Dios, ponemos toda nuestra confianza en El porque sabemos que su Palabra es integridad y verdad, tenemos el Espíritu Santo dentro de nosotros como una prueba de las promesas de Dios, y el Espíritu Santo continuamente anhela que poseamos a Dios [Lucas 1:45].
Cuando tenemos fe, ésta es complementada por la esperanza y la confianza en Dios, ésta esperanza se puede alimentar por nuestro interés en las cosas de Dios.
Por el estudio de las Sagradas Escrituras podemos obtener conocimiento de Dios y podemos aprender a confiar en El [2 Timoteo 3:16]. Nos damos cuenta de nuestra identidad y empezamos a depender de nuestra esperanza en Dios.
Nosotros nos convertimos en la fuente de esperanza para los desesperanzados cuando les transmitimos nuestra fe, por esta razón somos responsables de éste regalo que el Señor coloca en nuestros corazones.
Nosotros amamos puesto Dios no amó primero [1 Juan 4:19], así que si amamos, permitimos que el Amor de Dios pase a través de nosotros ya sea de regreso a El en adoración o a los demás como el Señor nos manda.
Dios es Amor [1 Juan 4:8]. Somos llamados a volvernos como El. Somos los vasos de Su Amor, por eso tenemos que amarnos los unos a los otros tal como El nos ha amado.
Nuestro amor esta contaminado por el amor propio, mucha gente tan solo ama a los que les aman porque esperan algo de regreso. El amor carnal también esta equivocado, puesto que muchas veces un hombre dice que ama a una mujer significando solamente el amor físico, lo cual es mas bien lujuria. Hay tan solo un amor verdadero: el Amor de Dios.
Hay tres clases de amor:
Amistad: [de la palabra en Griego "file"], esta es una
relación de dar y recibir, donde el uno es fiel al otro condicionalmente, hay cierto
interés amarrando esa clase de amor. Este amor es solo superficial.
Amor carnal [de la palabra en Griego "eros" ] es parte del amor entre el esposo y la esposa , une la relación de la pareja y contribuye con su valor unitivo en el Sacramento del Matrimonio. Fuera del matrimonio es pecado.
Amor de sacrificio [de la palabra en Griego "agape"] es el amor que consiste en estar preparado a sufrir por la persona amada, tal como una madre siente por su hijo. Este tipo de amor está basado en el amor de Dios.
Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. [Juan 15:13] Amar a Dios y amar a nuestro prójimo es el mandamiento mas grande. Jesús nos amo tanto que murió por nosotros, para que pudiéramos vivir.
Se requiere que nosotros amemos a Dios con todos nuestros corazones, con todas nuestras mentes, con todas nuestras almas y con toda nuestra fortaleza porque de esta manera nos entregamos totalmente a El [Mateo 22:37]. Si nosotros morimos por otra persona, podemos morir como mártires.
Dios creó el mundo por causa de Su Amor por nosotros, porque nos ha hecho templos de su Espíritu Santo.
Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. [Juan 3:16]
A Dios nadie le ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud. [1 Juan 4:12] Aquel que no ama a Dios no conoce a Dios porque Dios es Amor [1 Juan 4:8]
Por Caridad entendemos el amor de Dios trabajando en nosotros, dirigiéndonos a ayudar a los demás directamente con nuestro tiempo, dinero, consejo, entendimiento, compasión y respaldo.
Al dar limosnas nos purificamos y pagamos por muchos pecados [Hechos 10:31]. Nuestra caridad se muestra también en nuestra bondad; en caso de que nosotros no podamos ayudar a los demás por alguna razón, entonces tenemos el deber de rezar por ellos.
Dios es Caridad Eterna, su Caridad es un fuego de
bondad que arde con deseo de alcanzar y tocar, su generosidad es infinita porque El es
Amor y el Amor es para todos.
El
Trabajo de Dios
www.theworkofgod.org/Spanish