AYUNO. Esto es un verdadero ayuno
por José de Jesús y María
Que
es el ayuno
Ayuno espiritual
Ayunar con nuestras actitudes
El ayuno con nuestros sentidos
El ayuno
(Mateo 6:17-18)
17 Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro,
18 para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que
está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
El ayuno
es una forma muy poderosa de obtener control sobre nuestra voluntad,
esta mortificación será recompensada si es hecha en secreto. Mucha gente
ayuna para decirle a los demás que están ayunando, ellos ya tuvieron su
recompensa dice el Señor.
Ayunar
purifica nuestros cuerpos limpiándolos de toxinas y dándole descanso a
nuestro aparato digestivo, a la vez que el alma se desapega más de las
necesidades del cuerpo, de tal manera que le da más libertad al espíritu
dentro de nosotros. La persona espiritual entonces se puede inclinar más a
las cosas del espíritu, y se sentirá más abierta a la oración y la oración
le llevará a estar más cerca de Dios.
La Iglesia Católica nos llama al ayuno el Miércoles de Cenizas y también
durante otros días durante la Cuaresma, sin embargo ayunar no nos trae mayor
beneficio espiritual si no lo combinamos con oración sincera y con amor al
prójimo. El ayuno para el beneficio solo del cuerpo, no tiene que ver con el
ayuno que nos lleva al arrepentimiento y al cambio de corazón. El
ayuno es asociado con la angustia de conocer nuestra naturaleza pecaminosa y
con el deseo de ser purificados. Nuestro Padre Celestial recompensa las
intenciones puras de nuestro corazón.
El ayuno es muy
importante en la vida espiritual porque nos aleja los deseos de nuestra
carnalidad. Tanto el ayuno físico del estómago, como el ayuno o negación
de satisfacer el hambre de nuestros sentidos es altamente importante.
Este es un verdadero
ayuno: no mirar televisión para satisfacer el ocio, no participar en
deportes y actividades sociales que nos roban el tiempo de la oración,
no comer más allá de lo que el cuerpo realmente necesita, no participar
en conversaciones mundanas, etc.
Otro tipo de ayuno
que es ayuno verdadero es salirnos de nuestro camino para ayudar a
alguien en necesidad. También el tiempo que dedicamos fielmente a la
oración es ayuno porque nos priva de nuestro tiempo para ofrecérselo a
Dios
Y nos dice la Sagrada
Biblia:
Isaías, 58:6 (BJ) Este es el ayuno que yo quiero: desatar los lazos de
maldad, deshacer las coyundas del yugo, dar la libertad a los
quebrantados, y arrancar todo yugo.
58,7 ¿No será el verdadero ayuno partir al hambriento tu pan, y a los
pobres sin hogar recibir en casa? ¿Que cuando veas a un desnudo le
cubras, y de tu semejante no te apartes?
También nos dice San
Agustín: "Fundamentalmente el ayuno no es una cuestión de
estómago, sino de corazón."
Y en cuanto a este ayuno de no comer carne, nos dice San Juan
Crisóstomo: Pues ¿de qué te sirve no comer carne si devoras a tu
hermano?”
El ayuno espiritual
Isaias 58:4-10
58,4 Es que ayunáis para litigio y pleito y para dar de puñetazos a
malvados. No ayunéis como hoy, para hacer oír en las alturas vuestra
voz.
58,5 ¿Acaso es éste el ayuno que yo quiero el día en que se humilla el
hombre? ¿Había que doblegar como junco la cabeza, en sayal y ceniza
estarse echado? ¿A eso llamáis ayuno y día grato a Yavé?
58,6 ¿No será más bien este otro el ayuno que yo quiero: desatar los
lazos de maldad, deshacer las coyundas del yugo, dar la libertad a los
quebrantados, y arrancar todo yugo?
58,7 ¿No será partir al hambriento tu pan, y a los pobres sin hogar
recibir en casa? ¿Que cuando veas a un desnudo le cubras, y de tu
semejante no te apartes?
58,8 Entonces brotará tu luz como la aurora, y tu herida se curará
rápidamente. Te precederá tu justicia, la gloria de Yavé te seguirá.
58,9 Entonces clamarás, y Yavé te responderá, pedirás socorro, y dirá:
Aquí estoy. Si apartas de ti todo yugo, no apuntas con el dedo y no
hablas maldad,
58,10 repartes al hambriento tu pan, y al alma afligida dejas saciada,
resplandecerá en las tinieblas tu luz, y lo oscuro de ti será como
mediodía.
Ayunar con la Caridad
La idea de
que nosotros ayunemos no consiste en que nos presentemos a Dios con un
estómago hambriento o un cuerpo débil, de tal manera que Él sienta
lástima por nosotros; sino para que nos volvamos más espirituales, para que
nuestros pensamientos, palabras y acciones sean más placenteras para Él.
Lo que
verdaderamente le complace al Señor es que nos abstengamos de ser
asquerosos con los demás, de que dejemos de oprimirles, de que paremos
toda actitud de acoso y mala voluntad.
Dar limosnas es lo que más mérito nos da, visitar a los enfermos, darle
comida a los hambrientos, ayudarle a los inválidos, asistir a los que
tienen discapacidades mentales, aconsejar a los que están estresados,
ayudarle a cualquier persona en necesidad y preocuparnos de los demás en
general. Deberíamos de ayudar no solamente a nuestros amigos y
familiares, que algún día nos pueden repagar, sino a toda la gente que
nos encontremos en nuestro camino.
El Señor dice que nosotros somos la luz del mudo (Mateo
5:14), pero si nuestra luz es oscuridad, entonces no estaremos
haciendo un muy buen trabajo.
Estamos supuestos a brillar con la luz de la paz y la gentileza, la
amabilidad y el entendimiento, el consejo y la sabiduría, el
conocimiento y el Santo temor de Dios, la piedad y el testimonio del
amor de Dios por nosotros.
Podemos empezar brillando una hermosa sonrisa en nuestros rostros como
signo de la Presencia de Dios, debemos llevar el Gozo de la Presencia de
Dios en nuestros corazones a los demás, ellos deben ser afectados por la
bondad de Dios en nuestros corazones. La gente a nuestro alrededor debe
reaccionar muy bien ante nuestra presencia, conversación e intercambio
con ellos puesto que nosotros somos la Luz de Cristo que brilla por
todas partes.
Debemos de
tratar a los demás como nos gustaría que nos trataran a nosotros: con
respeto, dignidad, amabilidad y entendimiento.
Ayuno con nuestras actitudes
Actitudes
positivas
Las
actitudes positivas promueven la paz, el amor y el gozo de vivir,
favorecen no solo nuestros familiares cercanos sino también
a todo el mundo. Una respuesta afirmativa a las siguientes preguntas
puede mejorar nuestras vidas y las de los demás, y nos darán comida para
nuestro ayuno espiritual.
¿ Sonrío a toda persona con quien hablo?
¿ Me intereso por los problemas de los demás?
¿ Trato a los demás con respeto?
¿ Respondo el teléfono con una voz agradable o sueno inaccesible?
¿ Saludo a todas las personas o ignoro a algunas intencionalmente?
¿ Muevo por lo menos la cabeza en signo de aceptación de otras personas?
¿ Trato de complacer a los demás?
¿ Trato de mejorar la vida de los demás por el que encuentro que tienen
conmigo?
¿ Experimentan paz aquellos que hablan conmigo?
¿ Hago sonreir a la gente?
¿ Soy verdaderamente agradable?
¿ Rezo por los demás?
Actitudes negativas
Las
actitudes negativas crean una mala atmósfera que indica nuestra
debilidad espiritual. Al luchar para vencer lo negativo de nuestras
vidas, podemos ayunar espiritualmente y traer paz, amabilidad, amor y
gozo a los demás:
¿ Soy irritable y
petulante?
¿ Soy impaciente, rudo o orgulloso?
¿ Soy insincero o mentiroso?
¿ Soy demasiado exigente, desconsiderado, imprudente?
¿ Soy abusivo?
¿ Miro con desprecio a los demás, soy críticador?
¿ Soy impulsivo, me
enojo fácilmente?
¿ Me pierdo cuando alguien necesita ayuda?
¿ Tomo ventaja para hacerle mal a alguien?
¿ Abuso de mi autoridad?
¿ Hago que otros se sientan sin importancia?
¿ Estoy siempre retardado en las citas?
¿ Me tengo siempre que
excusar de que no estoy haciendo lo correcto?
¿ Hago sentir mal a los demás por causa de mis presunciones?
¿ Pago mis cuentas tarde?
¿ Soy irresponsable?
¿ Soy el terror de la
carretera, manejo como un loco?
¿ Bebo y manejo en ese estado?
¿ Soy descortés, desleal, traidor?
¿ Critico a los demás,
los condeno?
¿ Vivo una actitud de que nada me importa?
¿ Soy solamente buena persona con los que me tratan bien?
¿ No le estoy hablando a
alguien porque tuvimos un argumento y no me gusta más esa persona?
¿ Odio a alguien, he maldecido alguna persona?
¿ Soy demasiado severo con los seres más cercanos y queridos?
¿ Practico lo que
predico?
¿ Soy luz por fuera pero oscuridad por dentro?
¿ Actúo deshonestamente?
¿ Estoy siempre muy
ocupado para ayudar a alguien?
¿ Me importa si soy fumador y afecto las vidas de los demás cuando fumo?
¿ Me emborracho y fastidio a los demás?
¿ Soy demasiado ruidoso?
¿ Incomodo a la gente con mis acciones?
Regresemos y leamos, meditemos y hagamos algo para mejorarnos a si
mismos, este es el ayuno que le complace al Señor.
(Isaiah
58)
Ayuno con los sentidos
Los sentidos
son las puertas y ventanas de nuestras almas. Cada actividad de los sentidos
es registrada en la mente, la cual lleva lo que es bueno o malo directamente
a nuestras almas.
Alabemos a Dios por habernos dado todos los sentidos con todas sus
maravillosas habilidades, pero no nos volvamos muy sensuales que olvidemos
que somos seres espirituales, hijos e hijas de Dios.
Los sentidos son maravillosos regalos de Dios, que podemos usar para nuestro
gozo y satisfacción, pero no debemos de permitir que gobiernen nuestras
vidas.
Nuestro sentido de la visión especialmente mantiene nuestras almas ocupadas
y suple mas información de la que requerimos para vivir nuestras vidas
espirituales. Deberíamos de ayunar con nuestros ojos evitando el
entretenimiento innecesario, tal como la televisión que es el medio más
grande para que nuestras almas abracen el mundo. Mirar películas inmorales,
gente inmoral o pornografía son caminos definitivos para poner nuestras
almas en peligro porque estas cosas estimulan nuestra sexualidad y nos
llevan al pecado mortal.
El volvernos demasiado exigentes por las cosas hermosas como lo definimos en
nuestra percepción personal, nos dará también un sentido de repulsión por lo
que no es bonito a nuestros ojos. Dios lo ha creado todo en la belleza, pero
Dios no mira como el hombre que solo ve lo exterior, el mira el corazón,
para que al final, aquellos que se consideran los más hermosos aquí, sean
los feos en la vida eterna, y para que a los que otros consideran feos aquí,
sean hermosos eternamente.
Podemos ayunar con los ojos evitando mirar lo que es malo, y también mirando
a los que están sufriendo: los pobres, los necesitados, los rechazados, los
tristes, los despreciados, los perseguidos. La belleza se encuentra en los
ojos del que mira.
El sentido del oído está super estimulado por este mundo ruidoso; es tan
solo por el silencio de nuestros corazones que podemos entrar en la
Presencia de Dios. Quédate quieto y sabe que YO soy el Señor tu Dios (Salmo
46:10)
La música se ha vuelto la vida de muchos, lo triste es que la música es
hermosa, pero se usa para comunicar mensajes que no son importantes para las
almas, conceptos malvados y aún mensajes llenos de blasfemia. Acoplada la
música con la sensualidad del baile, se vuelve un poderoso enemigo de
nuestras almas.
David el Salmista usaba la música para hablarle a Dios, escribió hermosas
canciones de alabanza y adoración a Dios. Nuestros oídos deberían de tener
hambre por la Palabra de Dios y no el ruido del mundo.
Podemos ayunar con nuestros oídos al abstenernos de escuchar demasiada
música, al evitar conversaciones de chisme, al escuchar atentamente a
aquellos que no queremos oír, al escuchar la Palabra de Dios y al ponerla en
práctica.
Nuestro sentido del olfato es super estimulado por los perfumes, jabones,
sprays, comidas, etc. Nuestra sensualidad es exaltada de esta forma que nos
hace rechazar lo que huele natural.
El aceptar
lo que no podemos cambiar, realmente llama la humildad. De que sirve tanta
vanidad, el mantener nuestro exterior viéndose y oliendo muy bien cuando
nuestro interior es como una tumba donde hay un cadáver que se descompone.
Somos polvo y al polvo tenemos que regresar.
Nuestro sentido del olfato es un gran regalo de Dios, como los otros
sentidos, pero volviéndonos muy exigentes con el gusto de las comidas nos
volverá orgullosos y nos llevará al pecado de la glotonería. Aquellas
comidas insípidas que rechazamos podrían ser la más deliciosa comida en la
boca de los que se están muriendo de hambre.
Podemos hacer ayuno al suprimir el azúcar si es que nos gusta mucho, el no
tomar leche con nuestro café o el solo beber agua en vez de café o té. Para
vencer nuestra esclavitud al sentido del gusto deberíamos de tratar de comer
lo que no nos gusta y de dejar de comer lo que nos gusta mucho.
Nuestro sentido del tacto es muy importante para poder cuidar nuestros
cuerpos. Pues no podríamos trabajar si no tocáramos las cosas a nuestro
alrededor.
La sensitividad de nuestros cuerpos nos permite tener la experiencia de
tocar a los demás, lo cual ayuda a la vinculación entre padres e hijos,
esposos y esposas y es lo que más percibimos en nuestra sexualidad.
Sin embargo la sexualidad fuera de control lleva a la pasión que causa la
separación de nuestras almas de Dios. Si ustedes quieren ser mis discípulos,
deben negarse a si mismos. (Mateo 16:24) La
persona sexual es una persona carnal, el espíritu no encuentra territorio en
él o ella. Somos templos del Espíritu Santo, no debemos de ofender a Dios
con nuestra inmoralidad sexual.
Las relaciones sexuales son estrictamente prohibidas por Dios para las
parejas fuera del matrimonio o para las parejas homosexuales. (Levítico
18:22) (Efesios
4:18-19)
Las parejas casadas deben de tener ayuno teniendo algunas veces abstinencia
por consentimiento mutuo, ningún cónyuge puede forzar al otro a ayunar,
puesto que el esposo le pertenece a la esposa y la esposa al esposo. (1
Corintios 7:3) El
Sexo en el matrimonio contribuye al valor unitivo de la pareja, pero el sexo
sin control puede llevar a la inmoralidad y a la pasión que lleva al
adulterio.
El abstenerse de la carne (aunque no decimos de una dieta totalmente
vegetariana que puede ser insuficiente para el cuerpo), y el ayuno con pan y
agua por lo menos una vez a la semana ayuda a controlar el apetito sexual y
predispone la persona a volverse más espiritual.
Joseph of Jesus and Mary
The Work of God Apostolate
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Acerca de la Cuaresma
El Trabajo de Dios
www.theworkofgod.org/spanish
Ayuno. Este es el verdadero
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