En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y en el nombre de la Santísima Virgen María, me consagro a tu Sagrada humanidad quebrantada Señor Jesús y a la Sagrada humanidad de la Santísima Virgen María.
Me consagro al Sacratísimo Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y en el nombre de la Santísima Virgen María, me consagro a esa santa llaga de tu mano derecha.
Crucifica Señor toda mi vida a la tuya y a la de la Virgen María, para que yo pueda depender de ti, vivir para ti, por ti, en ti y con la Virgen María.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y en el nombre de la Santísima Virgen María, me consagro a esa santa llaga de tu mano izquierda. Crucifica Señor todos mis pensamientos, palabras y obras a los tuyos y a los de la Virgen María.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y en el nombre de la Santísima Virgen María, me consagro a esa santa llaga de tu pie derecho. Crucifica Señor todos mis pasos, caminos y fines a los tuyos y a los de la Virgen María.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y en el nombre de la Santísima Virgen María, me consagro a esa santa llaga de tu pie izquierdo. Crucifica Señor mi voluntad a la tuya y a la de la Santísima Virgen María.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y en el nombre de la Santísima Virgen María, me consagro a esos dos corazones de Jesús y María. Crucifica Señor mi corazón a esos dos corazones traspasados, para poder vivir allí y encontrar mi luz, gracia, santidad y salvación.
Sagrados corazones de Jesús y María, cubran mi cuerpo, mente y alma con su Preciosa Sangre, Agua y lágrimas para que me purifiquen de toda iniquidad, concupiscencia, pecado y culpa y para que me laven de todas las penitencias del pecado. Extingan las llamas del Purgatorio para mí, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Crucifixión en Cristo - video
Crucifixión en Cristo - San Pablo - Sagradas Escrituras
Gal 2:19 En efecto, yo por la ley he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios: con Cristo estoy crucificado;
Gal 2:20 y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Esta vida en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Gal 6:17 Por lo demás, que nadie me moleste, que llevo en mi cuerpo las señales de Jesús