El Trabajo de Dios

Encuentro con Jesus 3 - La Divina Voluntad

Encuentro con Jesus 3 - La Divina Voluntad

Autor: José de Jesús y María
Encuentro con Jesus 3 - La Divina Voluntad

Encuentro con Jesús 3

Queridos hermanos y hermanas, es por la Gracia de Dios que estamos de nuevo reunidos en este "Encuentro con Jesús."

Es momento de poner mucha atención al llamado del Espíritu, que nos reúne con ansiedad para calmar el hambre espiritual de nuestras almas y la sed de nuestro espíritu.

Solo Dios puede llenar el vacío interior que nos separa de Él, por eso le damos gracias a Jesús que nos asegura que "donde hay dos o más reunidos en su nombre, allí está Él con nosotros."

Que alegría entonces, que nuestro Dios este acompañándonos, ¿Señor, que nos vas a dar hoy?

Testimonio

La vida espiritual es un camino que Dios ha trazado para el hombre, es parte de su plan para cada uno de nosotros.

Realmente el Señor nos llama a tener una relación muy íntima con Él.

Yo, José Belmore Arias, el más pecador de todos los pecadores, recibí mi sacudida espiritual hace unos veintiocho años, fue cuando la luz del Espíritu iluminó mi conciencia y me causó lágrimas de arrepentimiento.

Yo pienso que no fui Yo quien vino al Señor, sino el Señor que en su Gracia me concedió el don del arrepentimiento, la verdadera contrición y dolor del alma y así fue que tuve mi primer encuentro real, encuentro espiritual con el Señor.

Después de mis momentos intensos de sufrimiento por haber ofendido a mi buen Dios, el Señor me llenó de su Espíritu y empecé una nueva vida, una vida que ya no es mía, es del Señor.

El único objetivo de mi vida es complacer al Señor por encima de todos mis deseos, los cuales he aprendido a renunciar poco a poco siguiendo la luz del Evangelio.

Jesús me ama, eso he descubierto con mucho gozo de mi alma. Jesús te ama, hermano, hermana.
Entreguemos nuestras vidas al Señor.

Somos pecadores


Señor, perdónanos por haberte ofendido, pues reconocemos que el pecado es el veneno que pudre el alma, es el excremento de Satanás y ha causado tu muerte. Es mi pecado el que te crucificó en la cruz, es mi orgullo tu corona de espinas, mi impureza tu flagelación, toda mi maldad tu crucifixión.

El pecado es detestable y debemos odiarlo, pues su salario es nuestra propia muerte.
Señor Jesús, tú nos perdonas nuestro pecado y curas las llagas de nuestras almas con tu Preciosísima Sangre, la cual has derramado con tanto dolor, pero con tanto amor para cada uno de nosotros.

A través del Inmaculado Corazón de María, concédenos Señor la Gracia para mantenernos alerta y detectar las tentaciones del mundo, el demonio y la carne, para vivir en continua oración que nos ayude a arrepentirnos y a sentir dolor por nuestros pecados, y así nos podamos presentar ante ti siempre con un corazón humillado y contrito, purificados en nuestras lágrimas con verdadera humildad.

Encuentro con Jesús - Alabemos al Señor


Que gozo tan alto experimenta el alma que alaba al Señor. Que fuente tan infinita de la Gracia se nos abre cuando exaltamos a nuestro creador.

La criatura no debería tener otro propósito, que el de darle Gloria a Dios, pues para eso fue creada, imagen y semejanza suya, el cual espera su regreso a la casa celestial.

Dios nos ama infinitamente y desea que nosotros crezcamos también en ese amor. No se puede amar a Dios sin antes reconocer el amor que Él tiene por nosotros.

Cuando alabamos a Dios, el gozo nos lleva a sentirnos como el Rey David, quien le cantaba al Señor, le hacía oraciones y canciones en todos los eventos de su vida. Porque no debemos limitar nuestra alabanza a los momentos alegres del alma. Aún en nuestra miseria debemos alabarle y exaltarle, pues de esa manera le movemos su corazón a la compasión y para correspondernos Él nos inunda de bendiciones.20

Con el Rey David, Parte del Salmo 145
1 Te exaltaré mi Dios, oh Rey, Y bendeciré Tu nombre eternamente y para siempre.
2 Todos los días Te bendeciré, Y alabaré Tu nombre eternamente y para siempre.
3 Grande es el SEÑOR, y digno de ser alabado en gran manera, Y Su grandeza es inescrutable.
4 Una generación alabará Tus obras a otra generación, Y anunciará Tus hechos poderosos.
5 En el glorioso esplendor de Tu majestad, Y en Tus obras maravillosas meditaré.
6 Los hombres hablarán del poder de Tus hechos portentosos, Y yo contaré Tu grandeza.

Demos gracias al Señor

¿Quien no se siente agradecido cuando alguien hace algo por él? ¿Y quien no se alegra de haber prestado un servicio o de hacer una caridad?

Si nosotros los hombres sentimos agradecimiento por las obras de otros seres humanos, ¿como más no debemos de sentirnos agradecidos con Dios por los infinitos favores que de Él recibimos?

Señor, te damos gracias por la vida, por la comida, por el aire que respiramos, por nuestros seres queridos, por habernos hecho hijos tuyos, por la inteligencia y la razón que nos das. Pero te debemos aun muchas más gracias por el espíritu que nos has dado, por la Salvación que nos diste en tu Hijo Jesús y por el regalo del cielo que nos has prometidos si cumplimos tus mandamientos.

Que nuestra vida sea para ti un continuo himno de agradecimiento, de alabanza y de adoración porque tu nos das todo, nosotros no te damos nada, tan solo el pecado y por eso también te agradecemos por tu infinita misericordia.

Adoremos al Señor


Mensaje de Jesús a José Belmore Arias (José de Jesús y María # 817 El Trabajo de Dios www.theworkofgod.org)
Habla Jesús

Querido hijo, Quiero que tu corazón y tu alma se conviertan en un fuego de adoración muy intenso, para que eleves en el espíritu tu adoración al Altísimo.

Quiero que estés en primera fila unido a los serafines y me des continua adoración, adoración, adoración.
La adoración de un alma de Dios, hace reparación por los millones de almas que están en la frialdad total hacia Dios, ese fuego de amor desata la Gracia que las almas frías necesitan para encenderse y venir a Dios. Por eso te pido constante adoración.

Aunque estés en tus ocupaciones normales, suelta el espíritu para que este se eleve en adoración y glorifique a su Creador.

Unimos nuestra adoración a la Santísima Virgen María, a los ángeles y a los santos.

Madre Santísima purifica nuestras almas en tu santidad, tu piedad y recogimiento, tu humildad y tus lágrimas. Llévanos de tus santas manos al Señor.

Señor Jesús crucificado, perdona nuestros pecados y los de toda la humanidad.
Con fervor elevamos el alma para adorarte, tú has entrado en nosotros con tu cuerpo y sangre, ahora permítenos entrar en ti, en tu Espíritu, en tus Santas Llagas, Sangre, Agua, Dolores, Lágrimas y Angustias y las de la Santísima Virgen María.

Te adoramos Señor Jesús, verdaderamente presente en los Sacramentos de nuestra Santa Madre Iglesia. Te adoramos en la Santa Misa, en la Sagrada Eucaristía, y en el Santísimo Sacramento del altar. Te adoramos en todos los tabernáculos de la tierra, presentes, pasados y futuros.

Te adoramos, te adoramos, te adoramos. Danos la gracia de adorarte más y más y más. Como la Virgen María, los ángeles y los santos. Y así como serafines ardientes vivir en el Gozo de tu Presencia. Amén......

Protección y Liberación

Señor Jesús, perdona nuestros pecados, cúbrenos con tu Preciosísima Sangre, cubre todos los que escuchan estas palabras, rompe toda maldición presente o ancestral que exista en nuestras vidas, rompe toda cadena, atadura, hechizo, engaño y toda maldad del demonio, lo pedimos en tu Santo Nombre Señor Jesús.

Cúbreme con tu Preciosa Sangre Señor Jesús, cubre este apostolado, cubre este lugar, cubre toda mi familia, las personas que conozco, todos los que están a mi alrededor, cubre todo el mundo.
Séllanos con tu Protección Divina y guárdanos como tu tesoro, no nos desampares Señor, pues sin ti no somos nada.

Séllanos Señor, como propiedad tuya y únenos al poder y a la Gracia que hay en la Virgen María, en San Miguel Arcángel, en el Santo de este día y en todos los santos.

Con la Virgen María decimos "¿Quien como Dios que vive y reina en las alturas?"
Con Moisés decimos, "Señor, lucha todas nuestras luchas y gana todas nuestras batallas. "
Con Josué decimos, "Nosotros y nuestra casa, serviremos al Señor."
Nos entregamos totalmente a ti, Señor. Encárgate de todo.
Todo esto lo pedimos en tu Santo Nombre, Jesús, Divino Salvador.

Encuentro con Jesús - Invocación del Espíritu Santo


Ven Espíritu Santo, ven por medio de la poderosa intercesión del Inmaculado Corazón de María, tu buena amada esposa.

Ven Espíritu Santo, ven, prepara nuestras almas como tabernáculos vivos de la Santísima Trinidad. Ven Espíritu Santo, ven, asume el control de nuestras vidas: actúa en nosotros, piensa en nosotros, haz tu voluntad en nosotros, para la gloria de Dios.

Ven Espíritu Santo, ven, inspíranos a ser santos y perfectos.

Ven Espíritu Santo, ven, enséñanos a entregarnos a Dios, recuérdanos constantemente de imitar a María tu digna y amada esposa.

Ven Espíritu Santo, ven, reza por nosotros en todo momento, incluso si no te entendemos, alaba a Dios sin cesar, enséñanos a adorar en espíritu y en verdad.

Ven Espíritu Santo, ven, enséñanos a amarnos los unos a los otros como Jesús nos ha amado.

Ven Espíritu Santo, ven, llénanos con tu bondad, y enséñanos a compartir y a ser compasivos.

Palabra de Dios

Lectura del santo evangelio según san Juan. Capítulo 2 versículos 13 a 22

Evangelio explicado por Jesús

Amor a María


Por cinco mil años esperó la humanidad su redención. Muchos hombres y mujeres rezaron para la venida del Mesías, el Dios y Salvador prometido. Fue por causa de la pureza virginal de la Santísima Virgen María que Dios finalmente escuchó las plegarias de la humanidad por medio de Ella. Su Palabra descendió en Espíritu al vientre de La purísima Virgen, haciéndola madre suya.

La Santísima Virgen María cubrió con su humanidad el Espíritu de Dios que se encarnó en Ella. Oh misterio sublime, Dios la hizo madre suya y después madre nuestra, la coronó en su propio trono como Reina Soberana de todo lo creado, la vistió de Luz, Majestad y Gloria, y la llenó de Poder, Amor, Sabiduría, Gracia y todos sus atributos. La hizo Nueva Eva, Madre de Dios y madre de todos los Hijos de Dios.

Madrecita Santa, el Señor ha hecho grandes cosas en ti, Santo es su nombre. Aleluya, aleluya, aleluya.

Encuentro con Jesús - La Divina Voluntad


Dios el Todopoderoso, manifiesta su existencia a todas las criaturas por medio de su Divina Voluntad.
Toda la creación tanto física como espiritual es obra de la Santísima Voluntad de Dios el Padre, mediante la Palabra de Dios el Hijo y a través de la obra del Espíritu Santo.

De esta manera la Divina Voluntad es totalmente trinitaria, porque el Padre está de acuerdo con el Hijo y con el Espíritu Santo. El Hijo está de acuerdo con el Padre y con el Espíritu Santo y finalmente El Espíritu Santo está de acuerdo con el Padre y el Hijo.

Jesús, Dios el Hijo vino a establecer el Reino de la Divina Voluntad en nuestros corazones, enseñándonos a guardar los mandamientos y a vivir en la voluntad del Padre, deseo divino que nos ha dejado en la oración del Padre Nuestro cuando decimos "Venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el Cielo"

Pero para establecer el Reino de la Divina Voluntad en nuestros corazones, nosotros debemos amar a Dios y cumplir sus mandamientos, debemos subyugar nuestra voluntad a la Voluntad Divina y debemos cooperar continuamente con la voluntad de Dios. Es algo difícil para el ser humano, puesto que Dios nos ha dado el libre albedrío y cuando nos salimos del caminos, no tenemos campanas, alarmas o avisos gigantescos que nos adviertan y nos reclamen que le hemos fallado a Dios.

Pero Dios nos ha dado la gracia en el Bautismo, y aunque no seamos bautizados también el ser humano recibe en el corazón la ley natural que lo diferencia del animal irracional.

La Voluntad Divina es que nosotros seamos santos como Dios es Santo, que seamos perfectos como Él es perfecto y que seamos misericordiosos como Él es misericordioso.

Hacer la voluntad de Dios es la meta de los santos, y también nuestra meta.
La fórmula perfecta para hacer la Divina Voluntad está en las palabras de la Virgen María durante la Anunciación cuando le respondió al ángel San Gabriel, "Hágase en mí, según su Palabra."

Jesús mismo nos enseña a hacer la Voluntad del Padre cuando en el Huerto de los Olivos oraba arrodillado y le dijo al Padre, "Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya".
La Voluntad Divina tiene que ver mucho con aceptar las cosas que Dios nos manda a pesar de que nos traigan sufrimiento.

Oración de Sanación

Querido hermano, querida hermana.
Abramos nuestro corazón al Señor.
Cerremos los ojos del cuerpo para abrir los ojos del espíritu. Pausemos por un momento, dejemos el mundo atrás.

Estamos con el Señor, en este momento lo tenemos todo. Vamos a poner toda la confianza en el Señor.
Señor Yo soy pecador, te he ofendido durante toda mi vida y hoy vengo con humildad a recibir tu perdón y a sentir tu regalo de la Paz.

Señor sana toda mi vida desde mi concepción en el vientre de mi madre, sana la relación de mis padres desde ese momento y también sana toda mi familia, mis abuelos, mis tatarabuelos, todos mis ancestros.
Señor Jesús, borra toda huella de pecado, rompe toda cadena que me amarre al demonio, rompe todo lazo, todo compromiso, y cualquier cosa que me haya enredado a su maldad.

Señor Jesús, me arrepiento totalmente de todos los pecados de mi vida, te pido la Gracia de no volver a ofenderte.

Te presento mi vida Señor, todos mis problemas, enfermedades, dolencias, incomodidades, pobreza, desánimo.
Te presento también todas las personas alrededor de mi vida con toda su necesidad. Junto con mis pecados te pido que lleves a tus santas llagas, sangre, agua, dolores, lágrimas y angustias y las de tu Madre Santísima.
Aquí en la cruz, mi Jesús crucificado te entrego todo, mi voluntad y mi existencia. Señor ten compasión de mí, ayúdame. Encárgate de todo.

Señor, yo te amo, te necesito, te deseo, te adoro y te pido que me sanes, que resuelvas mi vida, no tengo más que ofrecerte que mi corazón humillado, te lo pido todo por los méritos de tu Pasión, Agonía y Muerte y por las penas del Inmaculado Corazón de María.

Gracias Señor, encárgate de todo.

Bendición del Señor

Así llegamos al final de este Encuentro con Jesús número 3, transmitido por la Voz de la Esperanza punto F M, online desde Armenia Quindío, Colombia.

Gracias por su amable compañía, desde hoy quedan invitados para nuestro próximo Encuentro con Jesús.
Que el Señor nos bendiga y nos guarde. Amén. Que el Señor brille su Luz en nuestras almas. Amén.
Que el Señor nos llene de su Gracia. Amén.
Que el Señor nos muestre su rostro, nos conceda su santidad y nos de su Paz. Amén.
Amén.

Encuentro con Jesús 03 - Podcast

Transmitido originalmente por la Emisora La Voz de la Esperanza.fm de
Armenia Quindío Colombia

Encuentro con Jesús 3


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