Encuentro con Jesus 6 - Conocer, amar y servir a Dios
Autor:
José de Jesús y María
Encuentro con Jesús 6
Es por la gracia de Dios que estamos de nuevo en este Encuentro con Jesús. Que el Señor nos bendiga a todos, queridos hermanos y hermanas, estamos seguros de que vamos a recibir muchas bendiciones del Señor.
Todo en el nombre de Jesús nuestro Señor, para su honor y su gloria.
Señor Jesús, bendito seas porque nos regalas tu presencia y nos das el gozo de sentirnos contigo.
Hoy vamos primero que todo a pedirle perdón al Señor por nuestra indiferencia y por haberle ofendido, luego haremos alabanzas y adoración, Jesús nos va a explicar el evangelio, nos acompañará también la Virgen María y hablaremos sobre Jesús en la Eucaristía. Como tema para hoy hablaremos de como conocer, amar y servir a Dios más y más. Finalizaremos con una oración de Sanación.
Abrimos el corazón entonces y con humildad decimos:
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Bendito seas Señor, por estar con nosotros.
Encuentro con Jesús - Alabemos al Señor
Alabemos al Señor que nos llena de su amor, que nos ha dado la vida y todo lo que necesitamos para conocerle, amarle y servirle.
Bendito, alabado y adorado seas por siempre Señor Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Bendito, alabado y adorado seas Oh Padre Santo que nos has creado para tu placer y tu Gloria,
Bendito, alabado y adorado seas Oh Señor Jesús que nos has redimido en tu gran Misericordia, Bendito, alabado y adorado seas Oh Espíritu Santo que nos iluminas con la Luz de la Verdad.
Demos gracias al Señor
Cuando le agradecemos a Dios, estamos tocando su corazón y glorificándole, porque estamos declarando su bondad infinita.
No paremos de agradecerle a Dios, sus infinitas bondades.
Gracias Padre Santo, padre bueno, papito Dios, por habernos creado como hijos tuyos, gracias infinitas por tu espíritu que vive en nosotros.
Gracias por las infinitas bondades que experimentamos en nuestra vida, gracias por todos los seres queridos que has unido a nuestras vidas. Gracias por del gozo eterno que nos has prometido en tu hijo Nuestro Señor Jesucristo.
Gracias y alabanzas continuas para ti nuestro Dios que nos amas tanto.
Gracias Señor por nuestra salud, por los sentidos que nos permiten percibir todo a nuestro alrededor, por nuestra razón y por la inteligencia, danos la gracia de usar todo esto para conocerte amarte y servirte.
Encuentro con Jesús - Adoremos al Señor
Señor, que nuestros corazones ardan con el fuego de tu amor, que nuestra adoración se iguale a la adoración de los serafines, de todos los ángeles y los santos.
Adoración, Adoración, Adoración para ti Señor, Emanuel, Dios verdaderamente presente en nuestra Iglesia, en el Sacerdocio y en los Sacramentos de tu Iglesia. Elevamos el alma y te adoramos en el Santísimo Sacramento del Altar.
Te adoramos Señor, Dios de gloria, Dios infinito y eterno, Dios verdadero y justo, Dios hermoso y bondadoso, Dios de infinita ternura y misericordia, Dios del Amor, Dios de majestad y Gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Danos la gracia de elevar el alma fervorosamente y con ese fuego de amor que sentimos por ti elevar también nuestro espíritu como incienso fragante que llegue a tu Presencia:
Santo, Santo, Santo eres Señor.
Llenos están el cielo y la tierra de tu Gloria, Hosanna en las alturas. Bendito el que viene en el nombre del Señor, Hosanna en las alturas.
Protección y Liberación
Es por nuestro pecado que le damos permiso al demonio, para que entre en nosotros y se robe el lugar que le pertenece al Señor. Pero el Señor nos escucha y está aquí para liberarnos y reinar en nosotros.
Arcángel San Miguel, protégenos en nuestra batalla diaria contra el enemigo de nuestras almas, no permitas que su envidia nos separe de Dios.
Señor Jesús. Perdona nuestros pecados.
Cúbrenos con tu Preciosísima Sangre, cubre tus hijos que invocan tu nombre, cubre todo lugar, cubre los que escuchan estas palabras, cubre nuestras familias, cubre toda la humanidad.
Séllanos con tu Divina Sangre Poderosa y Protectora, guárdanos como tu tesoro, no nos desampares Señor, pues sin ti no somos nada.
En el santo nombre de Jesús, le ordenamos a Satanás que salga de nuestras vidas y no regrese más.
Contamos con tu liberación Señor Jesús, séllanos Señor, únenos al poder y a la Gracia que hay en la Virgen María, en San Miguel Arcángel, en el Santo de este día y en todos los ángeles y los santos.
Con la Virgen María decimos "¿Quien como Dios que vive y reina en las alturas?"
Con Moisés decimos, "Señor, lucha todas nuestras luchas y gana todas nuestras batallas. "
Con Josué decimos, "Nosotros y nuestra casa, serviremos al Señor."
Nos entregamos totalmente a ti, Señor. Encárgate de todo.
Todo esto lo pedimos en tu Santo Nombre, Jesús, Divino Salvador.
Invocación del Espíritu Santo
En el Bautismo hemos recibido el Espíritu Santo, hoy venimos ansiosamente a pedir que ese Espíritu entre, viva y se mueva en nosotros, que gobierne nuestras vidas.
Cierra tus ojos hermano, hermana. Abre tu corazón para que el Espíritu de Dios reine en ti.
Ven Espíritu Santo, ven por medio de la poderosa intercesión del Inmaculado Corazón de María, tu bien amada esposa.
Ven Espíritu Santo, fuego divino del amor de Dios el Padre y del Hijo, bendice, purifica y santifica nuestras almas.
Ven Espíritu Santo, cubre toda esta humanidad tan necesitada, saca de nosotros el espíritu de la oscuridad, del odio, del resentimiento, de las pasiones carnales, del materialismo, de la envidia, de la mentira, de la indiferencia hacia Dios y de la gula y la glotonería.
Señor Dios Todo Poderoso. Permite que tu Espíritu Santo nos ilumine la conciencia y nos transforme, para poder darle Gloria a tu Santísimo Nombre.
Amén.
Palabra de Dios
Lectura del santo evangelio según san Lucas
Capítulo 21: versículos 25 al 28 y 34 al 36
Evangelio explicado por Jesús
Jesús Eucaristía
Bendito sea Dios que en su bondad ha venido al mundo como nuestro Señor y Salvador. Ofreció al Padre su sacrificio en la cruz, y este mismo sacrificio nos ofrece como comida para nuestras almas en la Sagrada Eucaristía.
Te adoramos Señor Jesús, pan de la Vida, pan que es tu misma humanidad quebrantada en tu pasión, agonía y muerte, pan que alimenta el alma y a la vez la purifica para la vida eterna.
Te adoramos Señor Jesús verdaderamente presente en todos los tabernáculos de la tierra, elevamos nuestras almas para hacerte compañía en esa soledad y angustia causada por nuestra indiferencia. Te adoramos y hacemos reparación por todos los que no creen en ti, por todos los que cuando te reciben en la Eucaristía continúan en el pecado y te reciben tan solo para flagelarte de nuevo, para coronarte de espinas, para golpearte y llevarte a la muerte.
Te adoramos y hacemos reparación, unimos nuestros sufrimientos y luchas a tu sagrada humanidad presente en la Sagrada Eucaristía.
Te adoramos Señor y nos ofrecemos como reparación por todos los que blasfeman tu Santo Nombre y profanan tu Presencia Sacramental en este alto misterio de La Sagrada Eucaristía.
Señor, ten piedad de nosotros, recibe nuestra adoración.
Amor a María
Oh Madre de Jesús y Madre nuestra. Desde la cuna de nuestra humanidad venimos a ti como infantes en el Espíritu que necesitamos de tu cariño maternal y de la leche espiritual de la Gracia.
Bendita seas Madrecita Santa que con tu pureza y humildad conquistaste el trono del Altísimo, lograste que la Palabra de Dios en su Espíritu descendiera a tu vientre, le recibiste y cubriste con tu sagrada humanidad, para que esa carne de tu carne y esa sangre de tu sangre se convirtiera en la fuente de nuestra Salvación.
El Señor te hizo toda bella, toda pura, toda santa, Inmaculada. Te hizo madre suya y madre nuestra, consuelo de los tristes, refugio de los pecadores, trono de la Sabiduría, camino seguro a tu Hijo Jesús.
Bendita seas Virgen María, Madre de la Gracia, Madre Santísima de nuestro Señor Jesucristo y Madre nuestra. Gracias infinitas por habernos dado el regalo de la Salvación en tu Hijo Jesús.
Bendito sea Dios que nos ha amado tanto que te hizo santa y perfecta para que nosotros encontremos en ti el modelo para nuestra salvación.
Virgen María, ruega por nosotros.
Tema de este día
Conocer, amar y servir a Dios, más y más.
La razón de nuestra existencia en el plan divino es que le conozcamos, le amemos y le sirvamos.
¿Y Como podemos conocer más a Dios? Aquí en la tierra es necesario conocer a alguien antes de amarle. Es así como las primeras personas que conocimos fueron nuestros padres, hermanos, abuelos, tíos, etc. Esto nos llevó a amarles y servirles.
Igualmente para amar a Dios debemos de acercarnos más a Él. Esto lo podemos hacer a través de la oración, de los sacramentos y de nuestro interés en la Palabra de Dios.
Pero, para amarle más debemos de tener una relación íntima con Dios, la cual es posible con el conocimiento de Cristo.
La forma más efectiva de conocer a Cristo es enamorarnos de su Presencia Eucarística, recibirle si es posible diariamente y entregarnos totalmente a Él. Cuando le recibimos en la Eucaristía, recibimos su cuerpo, sangre, alma y Divinidad, recibimos entonces sus santas llagas, sangre, agua, dolores, lágrimas y angustias al igual que las de su madre santísima.
Si meditamos este misterio diariamente llegaremos a un conocimiento perfecto de Cristo nuestro Salvador.
¿Y Como podemos amar más a Dios? Podemos especializarnos en practicar el primer mandamiento. Amémosle con todo nuestro corazón, esto es con cada latido, con cada momento de nuestra existencia. Con toda la mente, esto es, que cada pensamiento este hecho para Cristo, con Él y en Él. Que vivamos siempre en la Presencia de Dios en toda circunstancia.
Amémosle con toda el alma, o sea con nuestra vida, seamos un sacrificio vivo unido a su sacrificio para ofrecernos al Padre. Con toda la fortaleza, amemos con su misma Gracia que nos permite vencer el pecado con la virtud de la fortaleza, que aunque somos débiles criaturas, tenemos como fuerza la Gracia Divina. Amenos a Dios entonces con todo nuestro ser y al prójimo como a nosotros mismos.
¿Y Como podemos servirle más a Dios? Debemos vivir para hacer la Divina Voluntad, y para amar al prójimo, ya que en esas necesidades de nuestros hermanos, encontramos el rostro de Dios. Le servimos a Dios cuando vivimos de acuerdo a su plan para cada uno de nosotros.
Oración de Sanación
Sáname Señor En este encuentro que estamos teniendo contigo Señor Jesús, con fe viva hacemos esta oración, seguros de que Tú estás con nosotros y nos responderás para la Gloria del Padre Eterno.
Dios Padre amoroso, Dios santo, Padre bueno, Papito Dios. Señor, yo vengo ante ti en nombre de todos mis hermanos, y te hablo por todos ellos.
Querido hermano, querida hermana, cierra los ojos, abre los ojos de tu alma, deja todo el mundo atrás, tus preocupaciones, déjalo todo, que vamos a entrar en la presencia de nuestro Dios que nos ama. Padre amado te bendecimos, te alabamos, te adoramos, y te damos gracias porque nos has dado la vida, y nos has dado todo lo que tenemos, todo lo que somos, bendito seas. Señor Jesús, hijo del Padre, Hijo del Dios vivo, te damos gracias Señor porque tu eres nuestro Señor, nuestro Dios, nuestro Rey, nuestro Salvador. Tu entregaste tu vida por nosotros en la cruz, nos has redimido del pecado. Señor, no fueron los Judíos, no fueron los soldados romanos, ni tampoco la orden de Pilatos, los que te crucificaron. Pues fui yo. Yo Señor te he crucificado, yo Señor te he coronado de espinas con todo mi orgullo, te he latigado con toda mi impureza, te he clavado Señor con todos los pecados que he cometido en mi vida. Hoy siento dolor de haberte ofendido Señor. Te pido Señor que me perdones, que me laves con tus lágrimas, que me laves con tu Preciosa Sangre.
Señor, yo te pido que me purifiques, que me santifiques. Te pido Señor que pases por toda mi vida sanando, pasa Señor desde el momento de mi concepción por todos esos momentos de angustias, de dolor, por todas las heridas del alma, lávalas con tu Preciosa Sangre, purifícame Señor, pasa sanando a mis padres, sana toda esa relación de mis padres, sana también a todos mis tíos, mis abuelos, tatarabuelos, a todas las generaciones anteriores de mi familia. Señor, pasa bendiciendo, sanando, liberando. Tu eres el Rey de Reyes, Señor de Señores, yo te abro mi corazón Señor para que tu seas mi Rey, para que tu reines. Te bendigo, te alabo y te adoro Señor. Entrónate en mi corazón Señor. Te pido perdón, te lo pido Señor por los méritos de los sufrimientos de la Virgen María, nuestra madre dolorosa, co-redentora del mundo, te lo pido también por tus Santas Llagas, Sangre, Agua, Dolores, Lágrimas y Angustias, y las de la Virgen María. En tu cuerpo crucificado Señor, traigo todo mi dolor, traigo todos mis problemas, te traigo Señor todas mis necesidades económicas, la falta de trabajo, te traigo Señor toda mi familia, los padres, los hijos, los familiares. Te traigo Señor todos los enfermos, traemos Señor todos aquellos que están en pecado por todo el mundo para que tu les des la gracia de la conversión, te lo traemos todo Señor y te lo dejamos todo, sánanos
Señor, que sea tu Santa Voluntad y no la mía. Señor, yo me entrego totalmente a ti, encárgate de todo. Te bendigo Señor, te alabo, te adoro, te exalto, te magnifico, te glorifico.
Gloria a Dios. Aleluya, aleluya, aleluya. Hermanos, hermanas, adoremos al Señor, alabemos al Señor en Espíritu y en verdad. (canción en lenguas....)
Señor bendícenos, saca todo espíritu maligno de nosotros.
Que el Señor nos bendiga y nos guarde, que el Señor brille su luz en nuestras almas. Que el Señor nos restaure a esa belleza prístina en la cual nos ha creado, que el Señor nos vuelva como agua pura y cristalina, para que nos pueda beber, para que podamos entrar también en Él, y que nosotros nos llenemos de esa Presencia y Santidad. Señor, muéstranos tu rostro y danos la Paz. Para que entremos en ese océano infinito y eterno de tu Presencia, allí en el silencio interior, en el Amor Divino y en el Gozo de tu Presencia. Amén.
Así llegamos al final de este Encuentro con Jesús.
Gracias por su amable compañía, desde hoy quedan invitados para seguir encontrándonos con Jesús.
Nos despedimos con la bendición del Padre Miguel Ángel Duque
Encuentro con Jesús 6
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Encuentro con Jesus 6 - Conocer, amar y servir a Dios
