Encuentro con Jesus 7 - Donde estamos, donde estás hermano, ¿Sin Dios?
Autor:
José de Jesús y María
Encuentro con Jesús 7
Queridos hermanos y hermanas, Dios nos da la gracia de reunirnos en este nuevo Encuentro con Jesús, abran sus corazones porque el Señor está lleno de bendiciones para nosotros en esta ocasión.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Vengamos entonces con un corazón humillado y contrito a pedirle perdón al Señor, después alabaremos al Señor, le daremos gracias, haremos adoración. Jesús nos explicará el Evangelio y luego hablaremos un poco de La Virgen María, de la Eucaristía, en el tema del día nos preguntaremos ¿Donde estaremos, si nos salimos del amor y la Luz de Dios?, luego le pediremos al Señor que nos de liberación y sanación. Que bueno es todo esto.
Gracias Señor, por estar con nosotros.
Alabemos al Señor
El corazón que alaba a Dios se llena de Gozo, porque Dios retribuye la alabanza con su presencia en nuestro corazón, para que le alabemos más y más.
Bendito, alabado y adorado seas por siempre Señor Dios infinito y eterno, Gloriosa Trinidad Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Bendito, alabado y adorado sea Emanuel, Dios con nosotros que fielmente nos acompaña en la Iglesia a través de los Sacramentos, que recibimos de los Sacerdotes.
Bendito, alabado y adorado sea Jesús en el Sacerdocio, porque allí está con nosotros hasta el final de los tiempos, sembrando sus semillas de amor y alimentándonos con su cuerpo y sangre en la Santa Misa.
Demos gracias al Señor
De diez leprosos que el Señor sanó en cierta ocasión, solo uno regresó a darle gracias a Dios. ¿Acaso seremos tan desagradecidos que no vamos a venir a darle gracias al Señor que nos da la vida en cada latido de nuestro corazón?
Te damos gracias Dios Padre Todo poderoso porque nos amas tanto y nos has dado el regalo de la vida. Te adoramos y te agradecemos Señor porque nos has hecho criaturas a imagen y semejanza tuya, y a pesar de nuestra ingratitud y de nuestra indiferencia, continúas llenándonos de tus bondades infinitas diariamente.
Gracias Padre Santo por perdonarnos nuestros pecados y por haber enviado a tu Hijo Jesucristo, la encarnación de tu palabra y de tu amor que nos ha redimido del pecado a través de su muerte en la cruz. Gracias infinitas Señor.
Encuentro con Jesus - Adoremos al Señor
Señor, mientras más te adoramos, más te conocemos y más sentimos como nos amas y cuidas de nosotros. Danos vida para adorarte. Enciende nuestras almas con el fuego de los serafines para arder continuamente en tu amor.
Adoración, adoración, adoración a ti arma poderosa contra el pecado, la muerte, el mundo, el demonio y la carne.
Adoración, adoración, adoración a tus santas llagas, sangre, agua, dolores, lágrimas y angustias y las de la Santísima Virgen María.
Misericordioso Jesucristo agonizante, derrama tu Preciosísima sangre sobre toda esta humanidad manchada en el pecado.
Adoración, adoración, adoración a tu Sagrada humanidad verdaderamente presente en la Sagrada Eucaristía y el Santísimo Sacramento del Altar.
Poderosas llagas, sangre, agua, dolores, lágrimas y angustias de Jesús y María, combatan y venzan al enemigo. Amén.
Protección y Liberación
Cada que pecamos le damos más fuerza a Satanás para que pueda reclamar nuestras almas el día del Juicio. Pero tenemos la Preciosa Sangre de Cristo que nos limpia cuando le recibimos llenos de arrepentimiento.
Señor Jesús, tu eres nuestra liberación, tu eres nuestra victoria sobre la muerte y el pecado. Danos la Gracia para que tu victoria sea nuestra victoria.
Arcángel San Miguel, protégenos en nuestra batalla diaria contra el enemigo de nuestras almas, no permitas que su envidia nos separe de Dios.
Señor Jesús. Perdona nuestros pecados.
Cúbrenos con tu Preciosísima Sangre cordero sacrificado en la cruz, escóndenos en tus santas llagas amado salvador que has sufrido tanto por nuestros pecados. Danos tu Espíritu Santo para que vivamos de acuerdo a tu Santa Voluntad.
Tesoro de nuestras almas, ven en nuestra ayuda, pues sin ti nos somos nada. Libéranos del enemigo envidioso de nuestras almas.
En el santo nombre de Jesús, le ordenamos a Satanás que salga de nuestras vidas y no regrese más.
Gracias por tu liberación Señor Jesús, séllanos Señor en tu Sangre, guárdanos en tus santas llagas, únenos al poder y a la Gracia que hay en la Virgen María, en San Miguel Arcángel, en el Santo de este día y en todos los ángeles y los santos.
Con la Virgen María decimos "¿Quien como Dios que vive y reina en las alturas?"
Con Moisés decimos, "Señor, lucha todas nuestras luchas y gana todas nuestras batallas."
Con Josué decimos, "Nosotros y nuestra casa, serviremos al Señor."
Nos entregamos totalmente a ti, Señor. Encárgate de todo.
Todo esto lo pedimos en tu Santo Nombre, Jesús, Divino Salvador.
Encuentro con Jesús - Invocación del Espíritu Santo
Somos templos vivos del Espíritu Santo, por esto Dios vive en nosotros y quiere que vivamos verdaderamente en Él. El Espíritu de Dios nos ayuda y debemos de pedirle constantemente para que sea nuestra luz.
Perdona Señor nuestro pecado, pues sabemos que este es como una pared que nos separa de ti.
Cierra tus ojos hermano, hermana. Abre tu corazón, deja que El Espíritu Santo te llene para que experimentes su paz y su presencia de amor.
Deja el Espíritu del mundo atrás, deja el Espíritu de tu amor propio atrás, ahora permite que El Espíritu Santa haga su morada en ti. Deja que fluya en tu vida como el viento que pasa y nunca se detiene. Deja que el agua de la gracia fluya en tu corazón como un río infinito y eterno que Dios desea para ti.
Ven Espíritu Santo, ven por medio de la poderosa intercesión del Inmaculado Corazón de María, tu bien amada esposa.
Ven Espíritu Santo, fuego del amor Divino, purifica y santifica mi alma.
Ven Espíritu Santo, cubre mi humanidad, cubre toda la humanidad.
Ven Espíritu Santo de Amor, Paz, Gozo, reina en mi vida, toma posesión de mi, Yo me entrego totalmente a tu acción celestial.
Ven Espíritu Santo para la Gloria del Padre y del Hijo. Amén.
Jesús nos amó tanto que se entregó para nosotros en la cruz y nos ofreció su cuerpo y sangre para que pudiéramos comer de Él y tener vida eterna. Bendita sea su bondad infinita.
Señor Jesús te damos gracias por que eres el Sumo Sacerdote de la Orden de Melquisedec, Sacerdote real Infinito y Eterno, que te ofreciste como sacrificio, altar y víctima pagando al Padre Eterno por los pecados de toda la humanidad desde Adán y Eva hasta el último hombre en la tierra.
Para perpetuar este Santo Sacrificio de la Cruz que quita los pecados del mundo, tú instituiste en la última Cena el Sacerdocio que ofrece tu cuerpo y sangre, iniciado con los Apóstoles y seguido por todos los sacerdotes que han continuado esta sucesión sacerdotal de nuestra Iglesia, hasta el final de los tiempos.
Cuando recibimos tu cuerpo y tu sangre en la Sagrada Eucaristía, te estamos recibiendo Oh Señor Jesús, Espíritu de Dios, Palabra de Dios encarnada, Sabiduría Eterna, te recibimos en Espíritu y también en Verdad como el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo.
Es triste que nosotros no hagamos una reflexión más profunda de estos misterios cada vez que te recibimos, para poder crecer más espiritualmente.
Te pedimos la Gracia Señor Jesús para poder conocerte más en este misterio que nos lleva a estar unidos a ti, Emanuel Dios con nosotros.
Amor a María
Santísima Virgen María, Madrecita santa. Tu nos has dado el más grande regalo que la humanidad pudo alguna vez recibir. Gracias a tu Santidad, Dios escuchó tus oraciones y siendo tú la única persona digna de llevarle en su vientre, le recibiste en la Encarnación para nuestro bien eterno.
Tú eres madre de nuestro Dios y Redentor, Dios también te hizo madre nuestra. Tu dignidad sobrepasa todos los ángeles y los santos, por esto has sido bendecida compartiendo el trono de la Santísima Trinidad.
Dios te hizo Reina Soberana de los cielos, de toda la creación, y por eso te abrimos el corazón para que tú reines en nuestras almas.
Tú eres la abogada de nuestra pobre humanidad. Tu deseo se convierte en voluntad de Dios porque todo lo que haces es santo y glorifica a Dios. En las bodas de Cana gracias a tu intercesión conseguiste el primer milagro público de Nuestro Señor Jesucristo, igualmente nos muestras como tus deseos llenos de caridad consiguen el deseo de Dios para concederte cualquier cosa que pidas.
Madre Santísima, intercede por nosotros que te necesitamos tanto, enséñanos el camino de la santidad que le complace al Señor.
Tema de este día
Donde estamos si no estamos en la luz y el amor de Dios? Dios es amor. Fuimos creados en ese amor y Dios espera que crezcamos en el para que su plan nos consiga la salvación y glorifique su santo nombre.
Habla Jesús.
Desde el corazón de Dios que es el Espíritu del Amor Divino ha salido toda la creación. Ninguna obra que existe ha tenido su origen fuera del Amor de Dios. Pues fuera del Amor todo es oscuridad y muerte.
El amor Divino está unido a la Divina Voluntad para lograr su acción en el Espíritu Santo por decreto de la Palabra Infinita y Eterna.
Mi palabra continúa perfeccionando todas mis obras continuamente por la acción del Espíritu Santo. Es la Luz de Dios la que contiene y bendice todas las obras del amor, y crece continuamente en su Gloria. Podrías imaginar que existe la luz y a la vez existe la oscuridad y que el hombre ha sido puesto en medio de la luz y la oscuridad, siendo atraído a la luz cuando obra en el amor pero siendo atraído hacia la oscuridad cuando obra fuera del amor.
Mi espíritu trabaja constantemente inspirando el hombre a las obras en el amor, mientras que el espíritu del hombre se inclina a las cosas materiales y a las obras de la oscuridad que lo alejan de mi Amor.
Fuera de la Luz y del Amor solo existe el Odio y la Oscuridad.
El hombre es tentado por sus propias inclinaciones hacia la oscuridad y se deja seducir del demonio que le inspira a obrar fuera del amor. Mientras mi Espíritu lucha por mantenerle en la luz y el Amor, el Espíritu del mal le inclina a salirse del amor y entrar en la oscuridad.
Todo el que está en el pecado está caminando en las tinieblas y está teniendo como amo el desprecio de mi Ley, el desprecio de mi Amor, y el desprecio de la Luz. Esta situación, anestesia el alma y la ciega para comprender lo que está ocurriendo, entonces esa apatía hacia el amor lleva el hombre a odiarme sin darse cuenta.
El alma empieza a hundirse en la oscuridad y cada vez se aleja más de la luz y del amor. La consecuencia de esto es la separación de Dios, en la cual viven tantos seres humanos entregados al materialismo y las pasiones de la carne, tantos que tiene como único amor su amor propio, y como luz la falsa luz del demonio.
Sin mí, el alma no es nada, porque Yo soy la Luz del mundo, Yo soy el Amor del Padre y Yo soy la Vida del alma.
Ora pues querida alma que escuchas estas palabras, primero para que nunca dejes mi Luz y mi Amor y segundo para que vivas solamente para entregarte por la Salvación de todos tus hermanos.
Oración de Sanación
Sáname Señor
En este Encuentro que estamos teniendo contigo Señor Jesús, con fe viva hacemos esta oración, seguros de que Tú estás con nosotros y nos responderás para la Gloria del Padre Eterno.
Hoy, Señor, te presento en la fe todas mis enfermedades y te pido que me sanes completamente.
Te pido por la gloria del Padre del cielo, que también sanes a los enfermos de mi familia y mis amigos.
Haz que crezcan en la fe, en la esperanza, y que reciban la salud para gloria de tu nombre.
Para que tu Reino siga extendiéndose más y más en los corazones, a través de los signos y prodigios de tu amor.
Todo esto te lo pido, Jesús, porque tú eres Jesús, tú eres el buen pastor y todos somos ovejas de tu rebaño.
Estoy tan seguro de tu amor, que aún antes de conocer el resultado de mi oración, en fe, te digo: gracias Jesús, por lo que tú vas a hacer en mí y en cada uno de ellos.
Gracias por las enfermedades que tú estás sanando ahora, gracias por los que tú estás visitando con tu misericordia.
Así llegamos al final de este Encuentro con Jesús.
Gracias por su amable compañía, desde hoy quedan invitados para seguir encontrándonos con Jesús.
Nos despedimos con la bendición del Padre Cesar Bañol
Encuentro con Jesús 7
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Encuentro con Jesus 7 - Donde estamos, donde estás hermano, ¿Sin Dios?
