El Trabajo de Dios

Encuentro con Jesus 9 - La Encarnación. Unión hipostática

Encuentro con Jesus 9 - La Encarnación. Unión hipostática

Autor: José de Jesús y María
Encuentro con Jesus 9 - La Encarnación. Unión hipostática

Encuentro con Jesús 9

Tema para hoy - La Encarnación. El Nacimiento del Niño Jesús.
Bendito seas Señor, que por tu Gracia nos has dado una nueva oportunidad de reunirnos contigo. Hoy más que nunca venimos a entregarte nuestro corazón y a disfrutar de tu Presencia.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Reconocemos tu dignidad Señor y nuestra indignidad por causa de nuestros pecados, por esto te pedimos perdón, haremos alabanza a tu nombre, te daremos gracias por tus bondades, luego te adoraremos.

Después escucharemos el evangelio y tú nos darás la explicación, invocamos tu Espíritu Santo y hablaremos como tema principal de este día sobre la Encarnación y el Nacimiento del Niño Jesús. Concluiremos nuestro encuentro con una oración de liberación y Sanación.

Gracias Señor Jesús por estar con nosotros.

Somos pecadores

Es necesario tener siempre una actitud de humildad ante el Señor. Pues debemos recordar que le hemos ofendido gravemente hasta el punto de crucificarle en la cruz con nuestros pecados.

Señor venimos ante tu cuerpo crucificado, lleno de llagas, dolores, lágrimas, angustias y también nos encontramos con el dolor de tu madrecita santa.

Perdónanos Señor. Hoy firmemente detestamos el pecado y su consecuencia, por eso imploramos tu perdón con nuestro corazón arrepentido y contrito. No merecemos tu perdón pero te adoramos por tu Divina
Misericordia que ha venido a sanar los enfermos del alma, porque tú nos amas a pesar de nuestros pecados y por eso confiamos en ti y te imploramos nos des tu Paz.

Perdón Señor por nuestros pecados y los de toda la humanidad.

Alabemos al Señor

Cuando se alaba a Dios, se descansa de la culpa, el alma se llena de gozo de saber que Dios es grande y poderoso, que en medio de su majestad, se siente complacido cuando nos encontramos con Él en la alabanza.

Señor, desde lo alto del Cielo tu miras con deleite toda tu creación, no se te escapa ni el suspiro de un ser humano, ni el cantar de un pajarito, ni la explosión de un volcán, ni la furia de la tormenta, pues todo lo has creado para tu Gloria y todo es perfecto, porque todo viene de ti.

Bendices los campos para que produzcan nuestro alimento, bendices el sol y los astros para que mantengan en armonía y nos den luz y calor, permites que el agua fluya de sus fuentes para sostener la vida y eres la vida de nuestras almas Oh Divino Señor, creador y Padre Nuestro.

Deseas que nos acerquemos a ti, porque mientras más lo hacemos, más recibimos tus regalos infinitos y tus bendiciones llenas de Gracia.

Encuentro con Jesús - Demos gracias al Señor

Como no agradecerle a nuestro Dios que nos da todo lo que necesitamos, todo lo que anhelamos y muchas veces todo lo que queremos y le pedimos. Realmente nuestro Padre Celestial es la Generosidad misma.

Oh Padre amable y generoso, tu satisfaces las necesidades de todas tus criaturas, tu abres tus manos y colmas de bienes a todos los vivientes. Tu naturaleza es darle a tu criatura todo lo que tu amor puede dar.

Has cuidado nuestras vidas desde que fuimos engendrados en el vientre de nuestras madres y has tenido constante cuidado de nosotros en cada latido de nuestro corazón, has estado en cada momento de nuestro existir, como un Padre que mira a su pequeño hijo con esperanzas de verle crecer y luego hacerle su heredero.

Como criaturas de tus manos, nos has elegido a la raza humana como imágenes tuyas, hijos a través de tu Hijo Jesucristo, pecadores, pero redimidos para poder gozar de tu Presencia y de las maravillas de tu Reino por toda la Eternidad.

Qué más podemos pedir, y como no te vamos a dar continuo agradecimiento por tus bondades paternales. Gracias infinitas Señor.

Adoremos al Señor

Cuando adoramos al Señor, nos colocamos en la misma posición de los ángeles, que siendo criaturas perfectas y santas, se perfeccionan cada vez más adorando a su creador. Así que levantemos el alma en adoración a nuestro Dios.

Te adoramos Señor, Dios Rey de la Gloria, tú que vives en tu luz inaccesible, en tu Majestad infinita, en tus infinitas perfecciones, en tus Divinos Atributos, en tu Suprema Santidad.

Por ti arden en adoración los serafines y nunca cesan de adorarte, porque el fuego de tu amor es la fuente de la existencia y se alcanza en los momentos de adoración.

A través de la elevación del alma en el fervor, se arde interiormente en el espíritu y se alcanza la altura más alta posible desde la tierra hacia tu trono, desde nuestra adoración se purifica el alma cada vez más y a la vez se hace reparación por la frialdad de tantas almas desagradecidas que viven en su indiferencia hacia ti.

Así como el oxígeno se absorbe del aire y por medio de los pulmones entra en la sangre y llega a todas las células del cuerpo dando la energía de la vida, la adoración atrae el fuego del Amor Divino para que entre en el alma y se esparza purificando y sanando.
Adorado seas Señor

Encuentro con Jesús - Invocación del Espíritu Santo

Padre Eterno, tu eres el Padre de todos los espíritus. Nos has hecho templos de tu Espíritu para poder purificarnos y sanarnos del mal del pecado.
Ven Divino Poder de lo Alto, Espíritu de Amor de Dios el Padre y del Hijo, ven Fuego Divino purifica y santifica para la Gloria de tu Nombre.

Querido hermano, hermana. Cierra tus ojos, quédate quieto, permite que Dios que está aquí en este momento llene tu alma con su Presencia de Amor.

Deja atrás el mundo y todos los pensamientos que te recuerdan tu humanidad, pues tu eres espíritu, hijo, hija de Dios, el Padre de todos los Espíritus.

Eleva tu espíritu al Señor que te ama tanto y desea que tu reconozcas que Él es tu Padre.

Deja que tome posesión de tu alma y entrégate con confianza al Dios que nos ha creado con tanto amor.

Recibe el Espíritu Santo, el Fuego del Amor Divino, siente como arde en tu Corazón, porque es Dios y tu le estás abriendo la puerta. Deja que el Espíritu Santo llene tu templo, descansa en el Espíritu, siente su calor, siente su Presencia que te eleva del plano material, siente que Dios está contigo.

Deja que el Espíritu Santo tome su morada permanente en tu alma y siéntete hijo de Dios, siéntete ciudadano del Cielo, tu eres elegido como Hijo hija de Dios.
Glorifica al Señor que te ama tanto, vive para Él, deja que Él viva en ti, que se mueva en ti, que empiece a gobernar tu vida con su Divina Voluntad.

No le niegues nada a Dios que Él te lo ha dado todo.

Glorifica al Padre y al Hijo, dejando que el Espíritu Santo viva en ti.

Unámonos a la Santísima Virgen María, a los ángeles y a los Santos. Alabemos, adoremos y glorifiquemos al Señor que reina con su Espíritu en nosotros. Aleluya, aleluya, aleluya. Gloria a Dios.....

Palabra de Dios

Lectura del santo evangelio según san Lucas
Cuarto Domingo de Adviento - Lucas 1:39-44

Evangelio explicado por Jesús

Jesús Eucaristía

¿Que es la comida para el ser humano? ¿Acaso no es la fuente de vida para el cuerpo?

¿Y que es la Sagrada Eucaristía para el alma, sino la comida que Jesús dejó para que nos alimentáramos y nos purificáramos para entrar a la vida eterna?

Que afortunados somos los Cristianos Católicos que tenemos este alimento del alma en nuestra Santa Madre Iglesia.

Te damos gracias Señor por el regalo de la fe que hemos recibido y que nos permite creer en este gran misterio del Sacerdocio que tu estableciste la noche de la última cena con los Apóstoles. Gracias a los Sacerdotes, nuestra Santa Madre Iglesia nos da la comida para el alma durante la Santa Misa, en el ofrecimiento del Sacrificio de Jesús, en el cual participamos todos los que atendemos este gran regalo de Dios a los hombres, su propio Hijo que se entregó en la cruz por nuestros pecados.

Durante la Elevación, nuestras almas son transportadas al Calvario, y allí nos unimos al Sacrificio de Cristo, no solo para pedir el perdón de nuestros pecados sino también para interceder por toda la humanidad y para ofrecerle al Señor nuestras necesidades y quebrantos.

Cuando recibimos la Sagrada Eucaristía, estamos recibiendo a Dios mismo, es el cuerpo, sangre, alma y divinidad de Jesucristo que amorosamente se nos entrega totalmente para el beneficio de nuestra pobre humanidad. Dios entra en nosotros! Supremo misterio que une la criatura con su creador!, regalo místico de Cristo para que nuestras almas se purifiquen y así podamos expresar también nuestro aprecio en oraciones de adoración.

Oh María Santísima Madre de Dios y madre nuestra, danos la gracia para comprender estos hermosos misterios de Cristo tu hijo.

Tema de este día - La Encarnación, el Nacimiento de Jesús

Gracias Padre Santo por darnos a tu Hijo. Gracias Virgen María por tu santidad, porque fuiste elegida para ser Madre de nuestro Dios. Gracias Jesús por haber venido a la tierra.

El pecado de los hombres causó la indignación de Dios nuestro creador. Pero Dios que es Amor e infinita Misericordia, no destruyó el hombre ni quiso castigarlo porque su creación llevaba su propio aliento en el alma del hombre.

La Divina Voluntad en la persona de Dios el Padre decidió que en el momento apropiado, su Palabra Divina representada por su Hijo descendiera al mundo, se encarnara en nuestra propia humanidad sin perder su Divinidad y así pudiera ofrecerse al Padre en reparación del pecado de la humanidad.

La ofensa cometida por seres finitos, de naturaleza inferior a la Divina, siendo una ofensa infinita, porque se comete profanando el templo de Dios que es nuestro cuerpo no tenía forma de hacer reparación, por eso Dios el Hijo en su Misericordia Divina se entregó por nosotros en la cruz para reconciliarnos con el Padre Eterno y obtener para nosotros el privilegio de convertirnos en Hijos de Dios, redimidos y salvados de la esclavitud del pecado por Santo Sacrificio en la Cruz.

Pero la encarnación del Hijo de Dios no podía llevarse a cabo en mujer afectada por el pecado. Por eso el Señor le dio a la Virgen María el privilegio de su Inmaculada Concepción, o sea libre de mancha del pecado original. Por semejante dignidad el alma de la Virgen María se elevó espiritualmente con sus propias virtudes y su santidad, el Señor la colmó de Gracia o sea de su favor y gracias a sus perfecciones humanas Dios la escogió para ser Madre de su Hijo, la Palabra, el Verbo Eterno. Así que la obra de Dios como todas sus obras se llevó a la acción por medio del poder de su Espíritu Santo, por el cual María concibió y dio luz a su Hijo Jesús sin intervención humana.

El niño Jesús nació en medio de la pobreza y el desprecio de la gente de su época, pues aun entonces se despreciaban a los pobres. Para su protección tuvo como padre adoptivo a San José, un hombre casto y santo elegido por Dios mismo.

Y así nació nuestro Salvador, que además de ser hombre como cualquiera de nosotros, es el Espíritu de la Palabra de Dios, El Verbo que se encarnó para nuestro provecho y salvación, verdadero Dios y verdadero Hombre.

Su venida al mundo es la venida de la luz a un mundo que estaba en tinieblas, es la venida de la Sabiduría a un pueblo que estaba en ignorancia, es la llegada de la Gracia o favor de Dios que nos salva del daño del pecado, es el comienzo de la nueva creación de Dios.

Esta palabra de Dios desea encarnarse en cada corazón para darle vida, desea instruirle en los caminos de la Sabiduría, desea llenarnos para colmarnos de sus bienes eternos.
Jesús nos ama y desea vivir en cada uno de nosotros. El recuerdo de su nacimiento nos debe llenar de deseos humildes y tiernos para permitirle entrar en nuestras vidas y ser nuestro Rey. Jesús debe nacer en todos los corazones, por esto debemos de rezar diariamente.

Bendito sea Jesús, nuestro Dios y Salvador.

Oración de Liberación y Sanación

Sáname Señor
Jesús nació para morir por nosotros. Fue llenado de llagas para curar las llagas de nuestras almas, padeció sufrimientos atroces para evitarnos el sufrimiento de nuestra condenación

Nuestros pecados son monedas y billetes que en las manos del demonio tienen suficiente valor para comprar nuestras almas. Somos nosotros los que abrimos las puertas del alma para permitir el Reino de Satanás en nosotros a través del pecado.

Nuestro pecado enferma el alma, la llena de llagas, la despoja de la luz de Dios y la lleva a la muerte eterna.

Por eso es necesario sentir desprecio por el pecado, odiarle como veneno que no podemos tomar, es comida para el alma del pecador, pero es tan sucia como el lodo de sus pasiones y el excremento de Satanás.

El remedio del alma se encuentra en nuestro arrepentimiento, pues este consigue la misericordia de Dios a través de la Vida, Pasión, Agonía y Muerte de Jesús en la Cruz.

Jesús ha pagado con moneda celestial el precio de nuestras almas. Todo el que se acoge a su Divina Misericordia se salva, porque a eso ha venido Jesús al mundo, a salvar, a encontrar lo que se había perdido y a recuperarlo pagando con su muerte.

Nos arrepentimos Señor Jesús, perdona nuestros pecados. Tus Santas Llagas son la morada en la cual buscamos refugio, las gotas de tus lágrimas y de tu Preciosa Sangre son las monedas celestiales con las cuales tú nos has comprado. Somos tuyos Señor Jesús, libéranos del enemigo, rescátanos Señor.
Por el Poder de tu Santo Nombre Señor Jesús y por el poder de la Santa Cruz, le ordenamos al enemigo de nuestra salvación que se retire de nuestras vidas y no vuelva más.

Tú lo venciste en la cruz, tú venciste la muerte, tú venciste el mundo, el demonio y la carne. Ahora te pedimos que compartas tu victoria con nosotros.

Ven adorado Jesús, séllanos con tu Preciosa Sangre, guárdanos en tus santas llagas, únenos al poder y a la Gracia que hay en la Virgen María, en San Miguel Arcángel, en el Santo de este día y en todos los ángeles y los santos. Libéranos y Sánanos.


Así llegamos al final de este Encuentro con Jesús.
Gracias por su amable compañía, desde hoy quedan invitados para seguir encontrándonos con Jesús.
Nos despedimos con la bendición del Padre Germán Francisco Insignares

Encuentro con Jesús 9

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Apostolado del Trabajo de Dios - ecj©#9