Jesús:
Desde las profundidades de mi Sagrado Corazón viene la vida para cada corazón. Cada latido de mi corazón es la salvación para un alma. Cada latido de sus corazones, cada momento de sus vidas debería ser un acto de adoración y agradecimiento.
Ustedes tienen que aceptarsen a si mismos tal como son y venir humildemente a Mi para ser transformados en mi Amor. Es solamente cuando ustedes son humildes que Yo puedo sanar las heridas de sus almas. El orgullo es como una nube que no deja penetrar los rayos de mi Misericordia.