Jesús:
¡Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombre de buena voluntad!
Así fue como los ángeles se regocijaron y dieron gloria a Dios en ese día de mi venida al mundo como su Salvador.
Denle gloria a Dios haciendo su voluntad, entregándosele en obediencia.
La obediencia se rompió en el paraíso, y ahora Dios llama a cada uno para que le obedezca a su Hijo, restáurense a si mismos a través de ley real del amor, entonces la paz reinará en sus corazones.
Mensajes de Jesús, María y Dios el Padre. |