Me senté para el almuerzo a las 12 del día y le pedí al Señor que me bendijera y bendijera la comida que me iba a comer. Le dije, Señor te invito a mi banquete,…. ¿Pero que puedo realmente compartir contigo si esto es solo un sándwich con un pocillo de café? Siento Señor que tú eres el rey del universo y que yo no tengo nada que valga la pena para ofrecerte. Y el Señor me respondió: Jesús:
Pero por supuesto hijo mío, tu me puedes invitar a tu banquete. Puedes invitar a los pobres a que coman contigo y Yo estaré allí. Puedes dar limosnas, puedes ser generoso, puedes enviar dinero a aquellos países donde la gente se está muriendo de hambre.
Invítame a tu banquete.
Mensajes de Jesús, María y Dios el Padre. |