Jesús:
Hoy te hablaré acerca de la pureza. La pureza viene del corazón, es como un capullo hermoso que esta floreciendo y le da crédito a las buenas semillas que han sido plantadas en la fe, la esperanza y el amor.
La pureza es el respeto por el templo de Dios y tiene que ser cultivada con mucho cuidado.
El enemigo siempre está listo para destruirle, y tú tienes que estar atento de sus artimañas.
La pureza del templo del Espíritu de Dios tiene que ser custodiada celosamente, porque sin la pureza, el Señor no puede vivir dentro de ti.
Al primer signo de la tentación, tú tienes que ocupar tu mente con algo diferente, tienes que pensar con la mente de Cristo. Tienes que volver tu corazón como el mío, manso y humilde, puro y perfecto.
Mensajes de Jesús, María y Dios el Padre. |