Jesús:
Hijo mío, Yo soy el dispensador de todos los regalos; Yo le doy a cada uno de acuerdo a mi buen placer cuando el momento es oportuno.
Un hijo es heredero de la fortuna de los padres y también así eres tú en relación conmigo hijo mío, por eso todo lo que Yo tengo es tuyo, pero como puedes ver eres tan solo un pequeño niño espiritualmente, y no estás listo para recibir como a mí me gustaría darte.
Hay un tiempo para toda cosa, así que a medida que creces vas experimentando mis regalos, los cuales son consolaciones para fortalecerte en el camino que has tomado.
Cuando tú vengas al cielo, todo los que hayas merecido será tuyo. Cada cruz merece su corona, cada sufrimiento y cada sacrificio recibirán una gloriosa recompensa.
Las recompensas son dadas como regalos por el sacrificio y el sufrimiento. Yo merecí el regalo de tu salvación con mi sacrificio en la cruz, y espero que tú compartas mis sufrimientos y mi cruz, para que puedas merecer tu salvación y la salvación de otros. No sería muy bueno que recibieras muchos regalos ahora puesto que esto pondría en peligro tu fe.
Yo quiero que la fe sea una virtud basada en tu amor por mí, no por mis regalos. Ámame como el dispensador de todos los reglaos y como el poderoso y generoso padre que Yo soy, pero no centres tu atención en mis regalos.
Si tú puedes vivir tu vida en la pobreza espiritual, serás más rico en el cielo.
Yo te amo hijo mío.
Mensajes de Jesús, María y Dios el Padre. |