Durante la misa,
El Señor me permitió oler una hermosa fragancia* y yo ví su rostro gigantesco en mi mente. Jesús:
Yo te corono con la fragancia* de mi Amor. Yo te levanto* ante el esplendor de mi Majestad, Si hijo mío, soy Yo, tu Señor, tu Jesús, soy Yo.
(Yo me sentí transportado * a su Presencia en el Cielo, sentí el abrazo* de Dios al rededor de todo mi cuerpo. Yo vi su rostro gigantesco y me ví muy pequeño ante El. Empecé a sollozar con gozo y con sentimientos de nadaismo y miedo de Dios.)
*El Señor cumplió las promesas hechas en los dos últimos mensajes.
Mensajes de Jesús, María y Dios el Padre. |