El niño Jesús se baja de los brazos de su madre
Hace unos treinta años, recién tuve mi reconversión a la fe, le ayudaba al Sacerdote de mi Parroquia a imprimir los boletines dominicales, y para esto entraba a la escuela donde estaba la maquina fotocopiadora. Mientras estaban listos los boletines, yo hacía mis oraciones frente a una imagen de la Santísima Virgen María con el Niño Jesús en sus brazos, era una estatua de arcilla granulada.
Un día mientras oraba esperando los boletines, tuve esta visión: El niño Jesús se bajó de los brazos de la Virgen María y empezó a esconderse detrás de ella y a salir, como hacen los niños. Me miraba, se escondía y yo ansioso lo esperaba y él volvía a aparecer.
Esta fue una invitación a tenerle gran devoción, sin embargo yo no entendí en ese entonces. Este Dios hecho niño siente necesidad de nuestro afecto y debemos corresponderle.