1 Señor Jesús, yo te adoro profundamente. (tres veces)
Reconozco tu Presencia en el Santísimo Sacramento
del Altar. Levanto mi espíritu para adorarte, te adoro en todos los altares del
mundo, presentes, pasados y futuros, en todas las santas misas que se están
ofreciendo, que se han ofrecido y que se ofrecerán en tiempo y en eternidad, te
adoro en mi corazón, en todos los corazones que te están recibiendo, te han
recibido y que te recibirán. Pues aquí estás realmente presente en Cuerpo,
Sangre, Alma y Divinidad. Aquí estás presente con Dios el Padre y con el
Espíritu Santo. Eres nuestra fuente de Gracia, Misericordia y Salvación. Ante tu
Corazón abierto vengo a abrirte mi corazón y a adorarte mi Señor. Con humildad
vengo ante tu Presencia Santa Señor, invoco la asistencia de la Santísima Virgen
María, de todos los ángeles y los santos.
2 Virgen María, Madre Santísima, el Señor te ha llenado de Luz, Majestad y
Gloria, de Poder, Sabiduría, Amor, y de todos sus atributos. Vengo a pedirte que
me ayudes a adorar al Señor.
3 En los santos nombres de Jesús y María, Rey y Reina de todos los ángeles y de
todos los santos, invoco a todos ustedes fieles servidores del Señor, ángeles y
santos, me consagro a ustedes Serafines, Querubines, Tronos, Dominaciones,
Virtudes, Potestades, Principados, Arcángeles y Ángeles; también a Ti Virgen
María, a los Patriarcas, Profetas, Santos y Mártires. Adoro la Presencia de Dios
en cada uno de ustedes, les pido que me ayuden a adorar, que me ayuden a vivir
la Voluntad de Dios y a abandonarme con completa confianza a su Divina
Providencia. Te adoramos Señor (.....)
4 Virgen María, Madre Santísima, tabernáculo de la divinidad, templo de la Santa
Gloria de Dios, Ciudad de Dios, Madre Zion, templo sagrado de la Santísima
Trinidad vengo a adorar al Señor con todos los ángeles y los santos.
Permítenos entrar en tu Inmaculado Corazón, el templo del Altísimo.
5 Madrecita Santa, lléname de Sabiduría, Entendimiento y Ciencia para conocer y
amar al Señor sobre todas las cosas. Te adoramos Señor (.....)
6 Te adoro Señor con la Virgen María, con todos los ángeles y los santos. Te
alabamos Señor, te bendecimos, te adoramos y te damos gracias por todos aquellos
que no te adoran, ni te alaban, ni te bendicen, ni te dan gracias.
7 Te adoramos Señor en tu Ser Inmutable, en tus infinitas perfecciones y por
habernos creado de la nada.
Te adoramos Dios Eterno, sin principio y sin fin. Te adoramos en tu
Omnipotencia, tu Omnipresencia y tu Omniciencia. Te adoramos Señor Dios, Rey
Grande y Poderoso, Tú que todo lo puedes, Tú que todo lo conoces, Tú que todo lo
ves, Tú que llegas a todas tus criaturas con tu Infinita Misericordia.
8 Te adoramos Señor, Dios Altísimo. Tu que desde lo alto sondeas los abismos
sentado sobre querubines. Tu que penetras lo más profundo del corazón del
hombre. Tu que estás rodeado de relámpagos, de Luz inaccesible, de Majestad y de
Gloria. Tu que eres grande, hermoso y poderoso en todos tus atributos: en tu
Amor, Bondad, Belleza, Caridad, Divinidad, Gracia, Gozo, Inteligencia, Justicia,
Poder y Sabiduría. Tu que eres grandísimo en tu Divina Misericordia, Compasión y
Clemencia. Tu que amaste tanto al hombre que enviaste al mundo a tu único Hijo
nuestro Señor Jesucristo para que todo el que crea en Él no perezca, sino que
tenga vida eterna. Gracias Padre amado.
9 Te adoramos Señor Jesús, tu que descendiste del Gozo de tu Padre Celestial y
te humillaste participando de nuestra naturaleza humana. Tu que te uniste a la
sangre y sustancia de la Santísima Virgen María y fuiste concebido en su vientre
virginal por obra y gracia del Espíritu Santo. Tu que naciste para ser la Luz
del mundo, nuestro Camino, Verdad y Vida, nuestro Dios, nuestro Señor, nuestro
Rey y nuestro Salvador. Tu que nos amaste tanto que entregaste tu vida por
nosotros a través de tu muerte en la cruz. Tu que sufriste los más grandes
tormentos, oprobios y humillaciones. Y por tus santas heridas nos has sanado,
por tu Preciosa Sangre nos has salvado. Por tu muerte nos has dado la vida. Te
damos gracias Señor, te adoramos Señor....
10 Padre Eterno, te ofrecemos el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu
amadísimo hijo Nuestro Señor Jesucristo en reparación de nuestros pecados, los
de todo el mundo y por las almas del Purgatorio. Te adoramos Señor (.....)
11 Padre Eterno, te ofrezco mi adoración en la Sagrada Eucaristía.
12 Te ofrezco el pan y el vino ofrecido por las santas manos de Jesús en la
última cena, que continúa siendo ofrecido en la Santa Madre Iglesia por las
manos de todos los sacerdotes pasados, presentes y futuros.
13 Te ofrezco la Presencia Real de Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
14 Te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo hijo
nuestro Señor Jesucristo, verdaderamente presente y unido en todas las santas
misas que se han ofrecido, se están ofreciendo y se ofrecerán en tiempo y en
eternidad en reparación de mis pecados, los de toda la humanidad y por las almas
del Purgatorio. Te adoramos Señor (.....)
15 Oh Precioso Pan de Vida y Preciosa Sangre de Cristo. Te adoro en espíritu y
te pido que me permitas entrar en tu omnipresencia para adorarte en espíritu y
en verdad. Permíteme entrar con la Santísima Virgen María, con los ángeles y con
todos los santos.
16 Te adoro Señor y te encuentro crucificado, sangrando y expirando con mucha
amargura. Pues cada que pecamos renovamos tu pasión y te crucificamos de nuevo,
perdónanos Señor.
17 Señor deseo ser tu consuelo, deseo estar a tu lado en cada alma para darte mi
amor y mi consolación, permíteme compartir tu corona de espinas, tu cruz y tus
amarguras.
18 Me ofrezco Señor como un altar de alabanza, adoración y reparación. Unido a
tu sacrificio y a las penas de la Virgen María me ofrezco como un sacrificio
viviente en reparación de mis pecados, los pecados de toda la humanidad y por
las almas del purgatorio.
19 Me ofrezco en reparación por todas las blasfemias, sacrilegios, ultrajes y
profanaciones, por toda la incredulidad, indiferencia, ingratitud, irreverencia
y ofensas en contra del Inmaculado Corazón de María, de tu Sacratísimo Corazón,
y de tu Presencia Eucarística. Emanuel, Dios con nosotros, Jesús Eucaristía.
20 En Justicia deseo verte transfigurado así como en la Transfiguración y la
Resurrección. Deseo consolarte, restablecerte y sanarte.
21 Te ofrezco tu Divinidad, tu Santa Humanidad, el santo uso de tus Santísimos
Sentidos, tus pensamientos, palabras y obras, tu Pasión, Crucifixión, Agonía y
Muerte, tus Santísimas Llagas, tu Preciosa Sangre, tus santos dolores y tus
lágrimas, también te ofrezco todas las Santas Misas que se han ofrecido, se
están ofreciendo y se ofrecerán en tiempo y en eternidad, en reparación de mis
pecados, los pecados de toda la humanidad y por las almas del purgatorio.
22 Levanto mi espíritu y te adoro, te envuelvo con mi amor.
Beso tu espalda, cubierta por esa llaga inmensa causada por los 5480 latigazos
que recibiste y los pecados de nuestra sensualidad, te adoro, bebo tu Preciosa
Sangre, te limpio y te dejo renovado. Te adoro mi Señor.
Beso las llagas de tus hombros, adoro esa llaga que llega hasta el hueso por el
peso de la cruz y de nuestros pecados, bebo tu Preciosa Sangre. Te adoro mi
Señor.
23 Beso tu santo rostro desfigurado por nuestros pecados, te adoro, bebo tu
Preciosa Sangre y te limpio, te dejo resplandeciente. Te adoro mi Señor.
Remuevo tu corona de espinas, beso las llagas de tu Santa Cabeza, el trono de
la Sabiduría Eterna; te adoro, bebo tu Preciosa Sangre, te limpio y te dejo
renovado y resplandeciente, transfigurado y hermoso. Te adoro mi Señor.
24 Remuevo los clavos tus santas manos traspasadas, beso tus llagas, te adoro y
bebo tu Preciosa Sangre. Te adoro mi Señor.
Beso tus santas rodillas, laceradas por tus caídas, por culpa de nuestras caídas
en el pecado. Te adoro mi Señor.
Remuevo el clavo de tus santos pies traspasados, te adoro, beso tus santas
llagas, y bebo de tu Preciosa Sangre. Te libero Señor y deseo tu sanación y la
nuestra por los méritos de tus Santísimas Llagas. Te adoro mi Señor.
25 Beso la llaga de tu costado en el momento que te traspasó la lanza, te
adoro, bebo tu Preciosa Sangre que es fuente infinita de misericordia y del agua
que es fuente eterna de tu gracia. Te adoro mi Señor.
Penetro con mi espíritu tu Corazón traspasado. Allí como de tu carne, ese Manjar
Celestial que es verdadera comida, bebo de tu Preciosa Sangre, esa bebida
celestial, que es verdadera bebida, la Sagrada Eucaristía. Te adoro mi Señor.
26 Señor sánanos, sana toda la humanidad y sánate por los méritos de tus
Santísimas Llagas.
27 Te bendigo mi Señor resucitado, lleno de Luz, Majestad, y Gloria.
28 Séllame Señor con tu Espíritu Omnipresente, Séllame el alma con tu Preciosa
Sangre, con tu Santa Imagen Jesús Crucificado. Séllame con tu Santísimo Nombre,
Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.
27 Y así yo deseo permanecer adorándote con la Virgen María, con los ángeles y
con los santos por toda la eternidad. Aleluya. Te adoramos Señor (.....)
28 Te adoro Señor en mi alma y en mi espíritu, ese soplo de tu aliento inmortal
que me ha dado la vida y me ha creado en tu imagen. Esa presencia santa que es
una chispa de la Divinidad, una llama del Fuego Divino del Amor Eterno, un
rayito de la luz de tu Divinidad.
28 Te adoro Señor en todas las almas, desde Adán y Eva en todas las generaciones
pasadas, presentes y futuras.
29 Te adoro Señor en las almas que han recibido los Sacramentos. En el Bautismo,
te adoro en la Gracia Santificante y la Preciosa Sangre que le da luz a nuestras
almas. En la Sagrada Eucaristía, te adoro en el alimento que le das a nuestras
almas, en la promesa de la resurrección y en el sello de tu Santísimo Nombre.
30 Señor, séllame con tu Espíritu omnipresente, séllame con tu Santísimo Nombre,
Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.
31 Y con la Virgen María, los ángeles y los santos déjame permanecer en tu
Presencia para adorarte ahora y siempre. Te adoramos Señor (.....)
32 Virgen María, Madre Santísima. Humildemente vengo a tu Presencia,
reconozco que el Señor te ha llenado de Luz, Majestad y Gloria, de Poder,
Sabiduría, Amor y de todos sus atributos. Vengo a adorar al Señor contigo en
compañía de todos los Ángeles y de todos los Santos.
33 Lléname de la pasión ardiente de tu alma, de ese deseo de ver a Jesús en cada
uno de nosotros y a todos nosotros en Jesús.
34 Abre tu Inmaculado Corazón, el templo de la Santísima Trinidad. Te adoramos,
adoramos al Señor en ti.
35 Permítenos unirnos con la corte celestial, con los serafines que arden con
tanto Amor en la Presencia de Dios.
36 Señor, te adoramos en el templo de tu Santa Gloria, con la Virgen María, los
Ángeles y los santos.
37 Santo, Santo, Santo, Santo es el Nombre del Señor, Dios Todo Poderoso, Padre,
Hijo y Espíritu Santo, Dios Omnipotente, Omnipresente y Omniciente. Llenos están
el cielo y la tierra de tu Gloria, Hosanna en las alturas. Bendito el que viene
en el Nombre del Señor, Hosanna en las alturas.
38 Santo eres, Santo eres, Santo eres, Santo Nombre de Jesús, Santo de los
santos, Nombre de los nombres, Dios de dioses, Luz de luces, Espíritu de los
espíritus, Poder de poderes, Rey de reyes, Señor de señores, Amor de los amores,
Fuego de los fuegos, Tesoro de los tesoros, Yahvé Sabaot, Yo soy quien Yo soy,
Jesús. Llenos están el Cielo y la tierra de tu Gloria, Hosanna en las alturas,
bendito el que viene en el Nombre del Señor, Hosanna en las alturas.
39 Santo eres, Santo eres, Santo eres, Santo Nombre de María, Santa de los
santos, Inmaculada concepción, Tabernáculo de la Divinidad, Madre de Dios el
Hijo, Hija perfecta de Dios el Padre, Esposa fiel de Dios el Espíritu Santo;
Reina Soberana de toda la creación, Reina de los ángeles, Reina de los Santos,
Madre mía, Madre nuestra. Llenos están el cielo y la tierra de tu Gloria,
Hosanna en las alturas. Bendito el que viene en el Nombre del Señor, Hosanna en
las alturas. Te adoramos Señor (.....)
40 Jesús y María yo los amo mucho, salven almas. Liberen muchas almas del
Purgatorio, de las tentaciones, del pecado, de la pobreza, la calamidad y la
ruina; de las enfermedades, el dolor y la muerte; de las trampas y de las garras
de satanás.
41 Bendícenos Señor con la Virgen María, ayúdanos, conviértenos, sánanos y
libéranos para tu Santa Gloria.
42 Santísima Trinidad, Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te amo
profundamente. Padre Santo, Padre amado, papito Dios; yo te amo con todo mi
corazón, con toda mi mente, con toda mi alma, con toda mi fortaleza y con todo
mi ser. Te amo, te
bendigo, te alabo, te adoro y te doy gracias por todos aquellos que no te aman,
ni te bendicen, ni te alaban, ni te adoran, ni te dan gracias.
43 Te amo Señor con cada latido de mi corazón, con el aire que respiro, con cada
inhalación, con cada exhalación, con cada célula de mi cuerpo, con cada gota de
mi sangre, con cada partícula de vida que hay en mí, con la Preciosa Sangre que
santifica mi alma y con cada momento de mi vida. Dame vida y buena salud para
conocerte, amarte y servirte (.....)
44 Te amo con cada suspiro, cada gemido, cada palabra, cada sueño y cada plan.
Te amo con cada mirada, cada movimiento, cada paso.
45 Padre Santo, en tu Santo Nombre te pido que en la Preciosa Sangre de Cristo
unas y selles mi mente con tu mente, mi memoria con tu memoria, mi entendimiento
con tu entendimiento, mi voluntad con tu voluntad, mi querer con tu querer, mis
deseos con tus deseos y los latidos de mi corazón con los tuyos.
46 Te amo con cada pensamiento de mi mente, con cada razonamiento; con cada
movimiento de mi alma, espíritu, vida y fortaleza. Cuanto te amo Papito Dios,
cuanto te amo Señor Jesús, cuanto te amo Espíritu Santo. Cuanto te amo Madre
Santísima. Te adoramos Señor (.....)
47 Señor Jesús lléname de tu Preciosa Sangre, pues vengo al Padre Santo en tu
Nombre.
48 Señor Jesús, permíteme servirme de tu Santa Humanidad y de la Humanidad de la
Santísima Virgen María.
49 En tu Santo Nombre te pido que me unas y selles en tu Preciosa Sangre, para
que mi mente sea tu mente, mis pensamientos sean tus pensamientos, mis planes
sean tus planes, mis caminos sean tus caminos, mi memoria sea tu memoria, mi
entendimiento sea tu entendimiento, mi voluntad sea tu voluntad, mis afectos
sean tus afectos, mis deseos sean tus deseos, mi querer sea tu querer y los
latidos de mi corazón sean los tuyos.
50 Señor Jesús, permíteme unirme contigo y con tu Madre Santísima, para que yo
vea a través de la luz de sus miradas Jesús y María, para que yo escuche con sus santos oídos,
para que yo hable con sus santas palabras, para que mi corazón ame con el amor
ardiente de sus corazones, para que mis manos hagan sus obras y
mis pies caminen en su querer, voluntad y camino.
51 Padre amado vengo ante ti como un cáliz de la Preciosa Sangre de Jesús, como
una hostia viva de su Gracia, Misericordia y Amor, como un tabernáculo de su
Presencia Eucarística, como un Sol de su Luz, como una imagen de su santidad.
52 Lléname de tu luz Padre Santo, brilla esa luz de diez mil soles en mi alma.
Arde en mi alma con el fuego de tu infinita caridad. Espíritu Santo, agua viva, límpiame toda mancha de pecado.
53 Que no sea yo Señor, sino Jesús que vive en mi, Cristo que vive en mi.
54 Madrecita Santa, que no sea yo sino María que vive en mi. Te adoramos Señor
(.....)
55 Padre Eterno, Padre amado, papito Dios. Te ofrezco la Santa Presencia de los
Nombres de Jesús y María en tiempo y en eternidad. Te ofrezco todos sus
pensamientos, palabras y obras, los latidos de sus corazones, el aire que
respiraron, sus miradas de amor, los pasos que dieron y sus milagros.
56 Te ofrezco sus santos misterios: la Encarnación, la Redención, la
Justificación, la Santificación y la Glorificación. Te ofrezco todas sus
adversidades, sufrimientos y pobreza.
57 Bañado con la Preciosa Sangre de Cristo vengo ante ti Padre amado.
58 Te ofrezco la santidad de la Virgen María, todas sus perfecciones y Gloria,
sus virtudes heroicas, sus sufrimientos y sus santas victorias.
59 Te ofrezco la Divinidad de Jesús, su Santa Humanidad, los méritos de su
divina infancia, su vida, pasión, crucifixión, agonía y muerte. Te ofrezco la
Preciosísima Sangre y las Santísimas llagas de Jesús, las
penas de María y la transición de su vida a la muerte. Todo esto te ofrezco en
reparación de mis pecados, los pecados de toda la humanidad, por las almas de
Purgatorio y por la pureza de mi alma.
60 Señor, te pido por la conversión de los pecadores, por los moribundos y por
las almas de purgatorio, te pido por la conversión y sanación de todos los
enfermos y por la salvación de todas las almas.
61 Pido por las vocaciones sacerdotales y de la vida religiosa. Pido por todos
los sacerdotes para que lleven una vida santa.
62 Pido por mis intenciones, (.....)
pongo mi vida en tus manos y me someto a tu Santísima Voluntad, me abandono con
completa confianza a tu Divina Providencia. Deseo conocerte, amarte y servirte,
pido por el Trabajo de
Dios. Por todas las personas que me has enviado y necesitan de tu gracia,
(.....)
63 Pido por los que están a punto de caer en tentación, dales tu gracia Señor.
64 Pido por los que ya están caídos en el pecado para que despierten de su
pecado, pues sus almas languidecen, son como cadáveres, están muertos. Llámalos
Señor. En tu nombre les hablo a todos los que están en pecado capital: Despierta
durmiente, levántate de los muertos, y la luz de Cristo te alumbrará Ef. 5:14
65 Padre Eterno, vengo ante ti cubierto con la Preciosa Sangre de
Cristo.
66 Reconozco que soy pecador, te pido perdón por mis pecados y pido
perdón en nombre de todos los pecadores.
67 Reconozco que te hemos ofendido Señor, te hemos desobedecido y
merecemos el castigo eterno, pues las santas heridas de Cristo nos
acusan del pecado y de su muerte.
68 Merecemos los más grandes castigos y aun la condenación, pues
somos culpables, pero invocamos tu Divina Misericordia, Compasión y
Clemencia.
69 Perdónanos Señor, no mires nuestros pecados sino la Misericordia
de tu Hijo Jesús.
70 Señor Jesús, perdónanos. Lava nuestras almas con tu Preciosa
Sangre, saca fuera todo espíritu maligno, límpianos de toda
iniquidad, remueve nuestras culpas, remite nuestro castigo, danos tu
corazón, limpia todas nuestras manchas y llénanos de tu Espíritu
Santo.
71 Señor hemos pecado y merecemos el castigo y la reprensión, pero
aún así te pedimos que nos des alivio. Ayúdanos con el calentamiento
global, remueve todos los gobiernos malignos que están entronados en
la injusticia, la corrupción y la mentira, protege a los buenos
gobernantes. Protégenos de los grupos armados que andan por todo el
mundo secuestrando, extorsionando, violando y matando. Confúndelos
Señor, conviértelos Señor. Protégenos de las enfermedades malignas
como el Ébola y tantas otras.
72 Vivimos en una generación maligna, haz cumplir la profecía de
Ezequiel (11:19). Remueve nuestros corazones de piedra, danos el
Sacratísimo Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María,
límpianos con la Preciosa Sangre de Cristo, saca todos los espíritus
malignos, remueve nuestras culpas, remite nuestro castigo, limpia
nuestras almas de toda mancha de pecado, sopla tu Espíritu desde los
cuatro vientos, renueva nuestras almas y renueva la faz de la
tierra. Gracias Señor.
73 Padre amado, bendícenos, purifícanos, santifícanos y libéranos
para la Gloria de tu Nombre. Séllanos el alma con la Preciosa Sangre
de Cristo, con su Santa Imagen Jesús crucificado, con tus atributos:
tu Divina Providencia, Voluntad y Misericordia. Séllanos con tu
Santísimo Nombre, Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo; para permanecer
en tu Presencia con la Virgen María, con los ángeles y los santos y
para adorarte por toda la eternidad. Te adoramos Señor (.....)
74 Padre Eterno, con humildad vengo ante tu Presencia.
75 En los Santos Nombres de Jesús y María, te consagro toda la
humanidad, desde Adán y Eva, todas las generaciones pasadas,
presentes y futuras; al Sacratísimo Corazón de Jesús, al Inmaculado
Corazón de María, y a mi corazón. Pues los amo mucho con el Amor
Paternal que tu me has dado y con el Amor Maternal de la Santísima
Virgen María. Los unjo con la Preciosa Sangre y el Agua del
Sacratísimo Corazón de Jesús y con las lágrimas de la Santísima
Virgen María. Me uno al sacrificio de Jesús y me ofrezco como un
sacrificio viviente en reparación de mis pecados y los pecados de
toda la humanidad.
76 Te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu
Amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo, las penas de María y el
ofrecimiento de la transición de su vida a la muerte, en unión de
todas las Santas Misas que se han ofrecido, se están ofreciendo y se
ofrecerán en tiempo y en eternidad, en reparación de nuestros
pecados y los de toda la humanidad, y por las almas del purgatorio.
Concédeles Señor el descanso eterno y brille para ellas la luz
perpetua, descansen en paz, Amen.
77 Almas del Purgatorio, toda la humanidad, Virgen María, ángeles y
santos; adoremos al Señor por su Divina Misericordia. Te adoramos
Señor (.....)
78 Padre Eterno, humildemente vengo a tus pies, te adoro y te pido que me
des Sabiduría, Entendimiento y Ciencia para conocerte y amarte sobre todas las
cosas y para servirte. Que tu crezcas Señor y Yo disminuya.
79 Te ofrezco el Amor Íntimo y Divino de la Santísima Virgen María, tu Amadísima
Madre, Hija y Esposa.
80 Virgen María, te ofrezco el Amor Íntimo y Divino de la Santísima Trinidad,
Dios tu Padre, tu Hijo y tu Divino Esposo el Espíritu Santo.
81 Les ofrezco el amor y la sumisión de toda la creación, de los ángeles y los
santos y de todas las generaciones que te llaman Bendito y Bendita.
82 Señor Jesús, cúbreme con tu Preciosa Sangre.
83 Cubierto con la Preciosa Sangre de Jesús me postro ante ti Santísima
Trinidad, Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.
84 Me presento ante ti Padre Amado, como un cáliz de la Preciosa Sangre de
Cristo, como una hostia viva de su Gracia, Misericordia y Amor; como un
tabernáculo de su Presencia Eucarística, como un sol de su Luz, como una imagen
de su santidad.
85 Lléname de tu Luz, Padre Celestial. Levanto mi espíritu y te abrazo,
pero soy nada.... Déjame entrar en ti como una gota de fe, esperanza y caridad
que se sumerge en el océano de tu Divinidad. Déjame ser uno contigo, Yo en ti y
Tu en mi. Brilla la luz de diez mil soles en mi alma, bendíceme y lléname del
Fuego Infinito de tu Caridad. Haz que arda mi alma y se purifique de sus manchas
en el fuego de tu Amor Divino. Lléname Señor de tu Espíritu Santo. Te adoramos Señor
(.....)
86Virgen María, Madre Santísima. Lleno de la Presencia de Dios vengo
a tus pies. El Señor te ha llenado de Luz, Majestad y Gloria, de Poder,
Sabiduría, Amor, y de todos sus atributos.
87 Me consagro a tu Inmaculado Corazón como tu hijo concebido con tanto dolor al
pie de la cruz y como tu esclavo de Amor en tiempo y en eternidad.
88 Madrecita santa, nútreme, espiritualízame y santifícame para la Gloria de
Dios.
89 Dame permiso para hacerte muchas peticiones, te pido que me enseñes a
servirme de la Santa Humanidad de Jesús y de tu Santa Humanidad.
90 Lléname del Reino de los Cielos. De la Divina Providencia, Voluntad y
Misericordia. De la Paz, el Amor, la Gracia, el Gozo de Su Presencia, de la
Santidad, la Justicia, la Verdad y la Integridad. Lléname de los dones del
Espíritu Santo, de la Sabiduría, el Entendimiento, el Consejo, la Fortaleza, la
Ciencia, la Piedad y el Santo temor de Dios.
91 (Miq. 6:8) Para que yo pueda actuar justamente, amar misericordiosamente y
caminar humildemente en su Presencia todos los días de mi vida. Amen.
92 Y ahora con la Virgen María, con los ángeles y con todos los santos; te
bendecimos, te alabamos, te adoramos, te damos gracias y te glorificamos Señor;
por todos aquellos que no te bendicen, ni te alaban, ni te adoran, ni te dan
gracias, ni te glorifican.
93 Para ti Señor todo el Agradecimiento, la Alabanza y el Reconocimiento. Para
ti todas las Bendiciones, la Belleza, la Bondad, la Divinidad, la Gracia, la
Humildad, el Honor y la Santidad. Para ti toda la Inteligencia, el
Entendimiento, el Reino, el Amor y la Misericordia, la Luz, la Majestad y la
Magnificencia. Para ti todo el Poder, la Paz y la Pureza. Para ti todas las
Riquezas, la Grandeza, la Sabiduría y la Gloria, ahora y siempre Señor. Aleluya,
Gloria a Dios. Te adoramos Señor (.....)
94 Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu
Amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo, te ofrezco también las penas de María y
el ofrecimiento de la transición de su vida a la muerte, también todas las
Santas misas que se han ofrecido, se están ofreciendo y se ofrecerán en tiempo y
eternidad; por tu grandísima Gloria, Dios Padre Hijo y Espíritu Santo, por la
Gloria de la Santísima Virgen María. En reparación de nuestros pecados, los de
toda la humanidad, por la conversión de los pecadores, los moribundos y las
almas del purgatorio y por la pureza de mi alma. Concédeles Señor el descanso
eterno y brille para ellas la luz perpetua, descansen en paz, Amen.
95 Por su dolorosa pasión ten piedad de nosotros y del mundo entero.
96 En la Agonía en el huerto (ten piedad)...., en la flagelación sangrienta....,
en la coronación de espinas...., en su juicio y condena a muerte...., en la
cargada de la cruz...., en los encuentros con la Virgen María, con Cirineo,
Verónica y las mujeres santas...., en las caídas del Señor...., en el despojo de
sus vestiduras...., en la crucifixión...., en su agonía y muerte...., en el
traspaso de su Corazón por la lanza...., en las penas de María, cuando recibió
el cuerpo sin vida del Señor, cuando lo llevó a la tumba y esperó con tanto
dolor hasta la resurrección; ten piedad de nosotros y del mundo entero!
97 En el ofrecimiento de la Santísima Virgen María; de su vida, de su muerte, de
los santos, los mártires, las vírgenes, las almas del purgatorio, y todas las
almas, ten piedad de
nosotros y del mundo entero.
98 Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo
entero. (3 veces)
99 Oh Agua y Sangre que brotaste del Corazón de Jesús como fuente de Gracia y
Misericordia para nosotros, en Ti confío. Amen. Te adoramos Señor (.....)
100 Señor Dios Padre Eterno, Señor Dios Rey Celestial, Señor Dios Altísimo.
101 Me humillo ante tu Presencia Santa. Te alabo y te doy gracias por tu Ser
Inmutable, por tus Infinitas Perfecciones y por haberme creado de la nada.
102 Reconozco que soy tu criatura, el trabajo de tus manos.
103 Te doy Honor, Magnificencia y Divinidad como el Ser Supremo, increado,
creador de todo lo que existe.
104 Reconozco que soy nada, realmente te necesito.
105 Vengo humildemente ante ti Señor, te pido que me des Sabiduría,
Entendimiento y Ciencia para conocerte y amarte sobre todas las cosas y para
servirte, para conocerme a mi mismo, para despreciar el mundo y todo lo malo en mi, y para
conocer y amar al prójimo como a mi mismo.
106 Señor, que Tu crezcas y yo disminuya.
107 Pues reconozco que soy nada, soy menos que una gota de rocío ante el sol
ardiente de la madrugada, que un soplo de humo ante el viento y que una
partícula de polvo ante el universo. Tan solo soy polvo y cenizas.
108 Reconozco que soy un vil gusano despreciable ante ti, pues he desafiado tu
Santidad y tu Grandeza, he pecado contra ti. Me arrepiento Señor y vengo a
pedirte en nombre de todos los mortales que nos perdones. Invoco tu Divina
Misericordia, Compasión y Clemencia. No mires nuestros pecados sino la
Misericordia de tu Hijo Jesús.
109 Perdónanos Señor Jesús, danos tu Corazón, lávanos con tu Preciosa Sangre,
límpianos de toda iniquidad, remueve nuestras culpas, remite nuestro castigo,
limpia nuestras almas de toda mancha, sopla Tu Espíritu sobre nosotros.
110 Padre amado, tu eres lento a la cólera y rico en Piedad. Gracias por tu
perdón, danos tu Paz.
111 Levanto mi espíritu y lo coloco en tus santas manos sometiéndome con
humildad y resignación. Dios Todopoderoso, dame tu consejo, tu luz, tu permiso y
tu bendición en todo lo que yo haga, para que sea hecho en tu voluntad y tu
misericordia, para tu placer y tu gloria.
112 Te pido que dispongas de mi, de acuerdo a tu Santísima Voluntad, ahora, y
durante el resto de mi vida.
113 Y te pido que me enseñes a cumplir cualquier cosa que sea para tu
complacencia, tu placer y tu Gloria. Amen. Te adoramos Señor (.....)
114 Señor Jesucristo, perdóname mis pecados, límpiame de toda iniquidad, remueve
mis culpas con tu Preciosa Sangre, límpiame de toda mancha de pecado con el agua
de tu Sacratísimo Corazón.
115 Dios Padre Eterno, Padre Santo, Papito Dios. Vengo humildemente ante tu
Presencia, nada soy, pero vengo cubierto con la Preciosa Sangre de tu Amadísimo
Hijo Jesucristo. Vengo ante Ti como un cáliz de la Preciosa Sangre de Cristo,
como una hostia viva de su Gracia, Misericordia y Amor, como un tabernáculo de
su Presencia Eucarística, como un sol de su Luz, como una imagen de su santidad.
116 Dios Espíritu Santo, lléname del Fuego Eterno de tu Caridad, límpiame de
toda mancha de pecado. Santifícame.
117 Señor, permíteme ser como una gota de Fe, Esperanza y Caridad y déjame
entrar en el océano de tu Santidad Infinita. Haz que sea uno contigo, Yo en ti y
tu en mi.
118 Tu palabra es como una lámpara a mis pies, tu eres mi Luz y mi Salvación.
119 Señor, brilla tu luz de diez mil soles en mi alma, úneme en tu Preciosa
Sangre para que mi mente sea tu mente, mi memoria sea tu memoria, mi voluntad
sea tu voluntad, mis afectos sean tus afectos y los latidos de mi corazón sean
los tuyos. Que no sea yo, Señor, sino Cristo que vive en mi. Que no sea yo,
Madrecita Santa, sino María que vive en mi.
120 Señor, permíteme servirme de tu Santa Humanidad y de la Santa Humanidad de
la Santísima Virgen María. Bendíceme Señor, transfórmame, moldéame,
transfigúrame.
121 Que deseas que yo haga Señor?... Como puedo servirte Señor?... Como
puedo complacerte Señor?... Que deseas decirme Señor?... Háblame Señor que tu
siervo te escucha... Tu palabra me transforma y me renueva. Háblame Señor, Háblame
también Madrecita Santa....
Apostolado del Trabajo de Dios
Autor: José de Jesús y María