Meditaciones Eucarísticas - Santos Evangelios
explicados por Jesús
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Vete a sentarte en el último puesto
Año C - 22o Domingo en tiempo ordinario - Luke 14:1.7-14
1 Y sucedió que, habiendo ido en sábado a casa de uno de los jefes de los fariseos para comer, ellos le estaban observando.
7 Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos, les dijo una parábola:
8 Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya sido convidado por él otro más distinguido que tú,
9 y viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga: "Deja el sitio a éste", y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto.
10 Al contrario, cuando seas convidado, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el que te convidó, te diga: "Amigo, sube más arriba." Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa.
11 Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.
12 Dijo también al que le había invitado: Cuando des una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos te inviten a su vez, y tengas ya tu recompensa.
13 Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos;
14 y serás dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos.
Vete a sentarte en el último puesto
La humildad es la plataforma de todas las virtudes. Bendito es aquel hombre que se humilla a sí mismo por mi causa; él está verdaderamente equipado para caminar en mi camino. Yo le enseñé a los apóstoles y les quiero enseñar a ustedes también que pierdan toda opinión personal de ustedes mismos y que consideren mi opinión primero. No se trata de que yo les quiera poner abajo, sino que el orgullo es lo más desafiante en mi Presencia.
Aquel que se alaba a sí mismo por su propia sabiduría no es mas que un necio en los ojos de Dios, porque a pesar de lo grande de la sabiduría del hombre, Dios es Sabiduría absoluta. Un hombre sensato debería considerar que a pesar de lo mucho que pueda aprender, siempre va a estar muy lejos de la Sabiduría de Dios.
La verdadera Sabiduría es reconocer a Dios y sentir temor de Él. El temor de Dios es una doctrina que ha sido aguada a través de los tiempos, por causa del orgullo del hombre que quiere sentirse igual a Dios. Dios no respeta personas, porque Él es el creador y el Ser Supremo, la causa de todas las cosas.
Aprendan de mí porque Yo soy manso y humilde de corazón. Yo, el Rey de Reyes me humillé hasta el punto de volverme hombre y dar mi vida por causa de ustedes. Yo nunca esperé homenaje, nunca tomé ventaja de mi poder y nunca mostré orgullo por ser el Hijo de Dios. No vine a ser servido sino a servir.
Si tu quieres aprender humildad, tienes que imitarme. Tienes que empezar por ser humilde ante los hombres, para que esta virtud pueda vencer el orgullo que hay en ti. El hombre humilde siente temor de ofender a Dios porque aprecia la grandeza de su creador. Sigue la lección de Juan el Bautista, que consiste en disminuir ante Dios para poder apreciar su grandeza.
Los oídos de los humildes están siempre listos a escuchar mi Palabra y aprender. Sus ojos están abiertos para ver mi plan desarrollarse ante ellos, caminan humildemente conmigo, actuando justamente y amando tiernamente porque ellos me conocen.
Recibido by: José de Jesús y María
Los santos evangelios explicados por Jesús
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