Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida.
Año C - 26o Domingo en tiempo ordinario - Lucas 16:19-31
 19 Era un hombre rico que vestía de púrpura y lino, y celebraba todos los días espléndidas fiestas.
20 Y uno pobre, llamado Lázaro, que, echado junto a su portal, cubierto de llagas,
21 deseaba hartarse de lo que caía de la mesa del rico... pero hasta los perros venían y le lamían las llagas.
22 Sucedió, pues, que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico y fue sepultado.
23 Estando en el Hades entre tormentos, levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
24 Y, gritando, dijo: "Padre Abraham, ten compasión de mí y envía a Lázaro a que moje en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama."
25 Pero Abraham le dijo: "Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario, sus males; ahora, pues, él es aquí consolado y tú atormentado.
26 Y además, entre nosotros y vosotros se interpone un gran abismo, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros, no puedan; ni de ahí puedan pasar donde nosotros."
27 Replicó: "Con todo, te ruego, padre, que le envíes a la casa de mi padre,
28 porque tengo cinco hermanos, para que les dé testimonio, y no vengan también ellos a este lugar de tormento."
29 Díjole Abraham: "Tienen a Moisés y a los profetas; que les oigan."
30 El dijo: "No, padre Abraham; sino que si alguno de entre los muertos va donde ellos, se convertirán."
31 Le contestó: "Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán, aunque un muerto resucite."
Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida.
La primera parte de esta historia muestra como alguien es muy rico y vive una vida de lujo mientras que otro ser humano es extremadamente pobre y no tiene que comer.
¿Pero que es lo que Yo veo en el mundo ahora? Veo mucha gente que tiene suficiente que comer, que viven sus vidas en comodidad pero no hacen nada por los pobres. Muchos ricos no ven a los pobres personalmente porque viven en diferentes partes de las ciudades. Mucha gente rica evita estar en contacto con ellos a toda costa, así que piensan que la mayoría de la gente vive como ellos mismos y aunque sepan de los pobres, no les importa.
Caridad, compasión, amor, …. ¿Donde están? Entre mas le doy a los hombres, mas continúan con su injusticia con los pobres, o, como se sienten de seguros mientras que otros están muriéndose de hambre, como cierran sus ojos y pretenden que los pobres no existen, como se inventan nuevas formas de oprimir a las clases mas bajas.
Pero así como en la historia del hombre rico y el pobre Lázaro, la hora vendrá cuando los pobres morirán, y los ricos morirán también, pues se encontrarán en diferentes moradas. Los rico irán al lugar más pobre y serán privados de felicidad y gloria, sufrirán castigo por sus injusticias mientras que los pobres irán a su mansión celestial para disfrutar de la vida eterna. Y allí se cumplirá mi profecía de que los primeros serán los últimos y los últimos los primeros.
Hay muchos que tienen fe en Dios y esperan ser recompensados con la gloria en la vida venidera, pero ignoran los requisitos necesarios para su salvación: justicia, caridad y amor.
Aquel que es generoso y da a los necesitados recibirá mucho de mí, pero el que practica la avaricia y la injusticia se está condenando a sí mismo. Los pobres siempre estarán en el mundo para dar una oportunidad a aquellos que tienen mas, de que sean generosos y muestren su amor. El verdadero amor por el prójimo es la mejor prueba de que ustedes me aman. Nunca es tarde para enmendar sus vidas y empezar una vida llena de caridad.
Recibido by: José de Jesús y María
Los santos evangelios explicados por Jesús
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