Emmanuel, Dios con nosotros
Año A - Cuarto Domingo de Adviento - Mateo 1:18-24
 18 La generación de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo.
19 Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto.
20 Así lo tenía planeado, cuando el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo.
21 Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
22 Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta:
23 Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: Dios con nosotros.
24 Despertado José del sueño, hizo como el Angel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer.
Emmanuel, Dios con nosotros
Miren, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que quiere decir Dios con nosotros.
Dios está con ustedes, ¿se dan cuenta de lo que esto quiere decir? Quiere decir que Yo estoy con ustedes, y de veras estaré con ustedes hasta el final de los tiempos. Para aquellos que no aceptan mi palabra es difícil creer. Yo siento compasión por ellos puesto que están ciegos y no pueden ver con los ojos del espíritu. Me rechazaron antes de Yo venir, me rechazaron cuando vine encarnado de la Bendita Virgen María mi madre, y todavía me rechazan ahora porque sus corazones están como rocas que se endurecen más y más con su materialismo.
Dios es Espíritu, y el Espíritu se vistió con carne de la Virgen María para darle vida al mundo. Yo soy Espíritu, el Espíritu viviente de Dios que siempre ha existido. Mi nombre es Yo soy, por eso Yo existí antes de la creación y siempre existiré, porque Yo soy el Espíritu Eterno, Aquel que ha creado todo lo que existe. Yo soy la existencia misma. Nada puede tener vida a menos que Yo la de, Yo soy Vida y Yo la doy con amor. Yo vine a renovar sus vidas, las cuales fueron manchadas por las consecuencias del pecado original de Adán y Eva; Yo las he lavado y purificado con mi sangre para que puedan compartir de mi Espíritu.
Yo soy el Espíritu Eterno de Dios, el Poder de la creación, el Amor que amarra todo aquello sobre lo que yo respiro. Sin mi Espíritu ustedes no son nada, por eso acérquense a mí, beban de mi Espíritu y vivan.
Los tiempos para recoger la cosecha se aproximan y tal como lo he dicho, el juicio vendrá sobre todos. Vivan sus vidas para el Reino que Yo les estoy ofreciendo, donde ustedes disfrutarán paz, amor, gozo, santidad, justicia, verdad e integridad. No esperen hasta que ya no puedan vivir mas, para ser espirituales, abran sus corazones a mi Reino ahora, y empiecen a disfrutar del regalo que Yo le estoy ofreciendo a cada uno.
De todas las generaciones han existido almas que han abierto sus corazones a mi llamado y han permitido que mi espíritu les santifique. Yo deseo llenarles a todos abundantemente con mi Espíritu, deseo transfigurarles sus cuerpos miserables en seres perfectos en la imagen de mi divinidad, deseo que todos ustedes se vuelvan como Yo.
Pero no puedo actuar a menos que ustedes me dejen entrar en sus almas, ustedes son templos del Espíritu de Dios y sin embargo me rechazan, están rodeados de cosas materiales que se vuelven su deseo y tesoro, se vuelven tan materialistas que endurecen sus corazones y terminan teniendo dioses falsos. Esta es mi decepción, pero Yo tomo esta oportunidad para recordarles una vez mas de la importancia de vivir solo para mí.
Deséenme por encima de todas las cosas, necesítenme mas que su propio aliento, deseen ser llenados con mi Espíritu Santo, para que sean santificados por mi santidad y transfigurados y divinizados por mi amor.
Yo estaré muy feliz escuchando a aquellos que arden con deseo por mí, vendré corriendo a escuchar sus oraciones. Yo responderé el llamado de todos los que me aman.
Recibido by: José de Jesús y María
Los santos evangelios explicados por Jesús
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