Meditaciones Eucarísticas - Domingo 23/11/2014 lista |
Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo
31 «Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria.32 Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.33 Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.34 Entonces dirá el Rey a los de su derecha: "Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; 36 estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme." 37 Entonces los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber? 38 ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? 39 ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?" 40 Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis." 41 Entonces dirá también a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. 42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;43era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis." 44 Entonces dirán también éstos: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?" 45 Y él entonces les responderá: "En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo." 46 E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna.» El Señor nos dice en Ezequiel (34:11-12) Aquí estoy yo; yo mismo cuidaré de mi rebaño y velaré por él. Como un pastor vela por su rebaño cuando se encuentra en medio de sus ovejas dispersas, así velaré yo por mis ovejas. En cuanto a vosotras, ovejas mías, así dice el Señor Yahveh: He aquí que yo voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carnero y macho cabrío. El Señor ha venido a cuidar de su rebaño, de su pueblo Israel y de todos aquellos que creen en Él. Siendo el Hijo de Dios descendió de la Gloria de su Padre Eterno a la humillación de nuestra humanidad. Se hizo hombre como cualquiera de nosotros y participó de nuestra naturaleza en todo, menos en el pecado. Siendo el Rey del Universo se humilló, nos sirvió hasta el punto de volverse nuestro esclavo y permitió ser crucificado, sufrió grandes tormentos para darnos la salvación. Siendo verdadero Dios y verdadero hombre ofreció su muerte al Padre Eterno para nuestra Salvación y remedio. Por sus santas heridas somos sanados y por su Preciocísima Sangre nos ha salvado. En su primera venida, El Señor no vino a juzgar, ni a condenar. Vino a enseñarnos su camino que el es único camino al Padre, vino entregar su Santa Humanidad como un tesoro para nuestras almas. Se convirtió en verdadera comida y verdadera bebida para el alimento de nuestras almas. Con su sangre borró el efecto del pecado original a través del Sacramento del Bautismo. Perdonó todos nuestros pecados en la cruz y dejó instituido el Sacramento de la Confesión a través de la unción sacerdotal que le dió a su Iglesia para que todos podamos confesar nuestros pecados y ser perdonados. Creó un puente entre la humanidad y la divinidad, para que todos los que caminen sobre el no perezcan, para que salgan del rio del mundo que nos lleva al abismo de la perdición; vino a rescatarnos de la oscuridad y brilla constantemente para nosotros como el Sol de la Justicia, para que todo el que crea en Él no camine en las tinieblas y para que el que venga a Él reciba la luz de la vida. Con su muerte en la cruz, Jesús pagó por nuestros pecados y al ser Nuestro Salvador todos le pertenecemos, pues la voluntad del Padre es que no se pierda ninguno de nosotros y que seamos santos imitando la santidad de su Hijo Jesús. Antes de su ascensión a los Cielos, Jesús dijo a sus apóstoles: Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Por eso cuando el Señor vuelva de nuevo no vendrá en la humildad de su Santa Humanidad sino como el Rey Todo Poderoso que viene a juzgar la tierra. Y ante la Presencia del Señor, toda rodilla se doblará en los cielos, en la tierra y en los abismos y toda boca confesará que Jesucristo es Rey. Jesús es el Rey de Reyes, Señor de Señores, Dios de dioses, Nombre de los nombres, Luz de luces, Espíritu de los Espíritus, Poder de los Poderes, Amor de los Amores, Fuego de los fuegos, Tesoro de los tesoros, Divinidad de las Divinidades, Humanidad de las Humanidades, Maestro de los Maestros, Sacrificio de los sacrificios, Sacerdote de los sacerdotes, Principio de los principios, Final de los finales, Majestad de las Majestades, Amor de los Amores, el Alfa y el Omega, el Principio y el Fin de todas las cosas, la Palabra de Dios que se encarnó y se hizo hombre, nuestro Señor, nuestro Dios, nuestro Rey y nuestro Salvador. Durante su vida nuestro Rey fue humillado y coronado con una corona de espinas, y es así como los pecados de cada uno de nosotros le coronaron con nuestro orgullo, nuestro amor propio, nuestra frialdad e indiferencia hacia él, y con nuestro apego a las cosas terrenales. Nuestro Rey vendrá con todo poder; será que estaremos listos para su venida? Nos preparamos para hacer nuestras fiestas, para todo lo que es importante en nuestra vida pero lo que es más importante porque concierne nuestra vida eterna lo dejamos como si nuestra vida nunca llegase a un final. Por eso el Señor nos advierte como Él va a separar las ovejas de los cabritos, aquellos que le amaron a través de su amor al prójimo se salvarán y los que despreciaron a su prójimo se condenarán. Con la vara con que hemos medido seremos medidos. Si con tanto protocolo atendemos a las personas importantes en este mundo, como más debemos de prepararnos para atender a nuestro Rey. No debemos esperar hasta el día del Juicio. Ahora es el momento de nuestra Salvación. Y para el Señor nuestro Rey sea todo el Poder, el Honor y la Gloria por los siglos de los siglos. Amen.
Nuestro Señor Jesucristo Rey del UniversoHabla el Señor:200 El Rey de Reyes 26-Nov-95 Fiesta de Cristo Rey Jesús: Mi querido hijo, Yo soy tu Rey, humíllate en mi presencia. Todo poder y todo dominio me ha sido conferido por mi Padre (1), Yo soy el Rey de Reyes, el Señor de Señores (2). Mi reino es un reino glorioso en el cielo y también es el reino en los corazones de mis hijos humildes (3). Mi reino es un reino de amor y caridad, de paz y justicia, de rectitud y misericordia (4). Mi trono es la cruz en el calvario (5), el cual continúa en el tabernáculo, y de desde allí Yo concedo mis regalos para toda la humanidad. Mi corona es su salvación (6). Mi victoria es la vida, Yo fui crucificado para morir y volverme su victoria, al perdonarles sus pecados (7). Mi reino es muy poderoso, destruye el pecado y la muerte, da gloria a Dios (8). Yo invito a que todos vengan a mi trono de misericordia para que sus pecados sean perdonados y reciban su victoria conmigo (9). Yo estoy entronado en la Sagrada Eucaristía como su rey de misericordia, donde Yo lavo las manchas de sus almas, para vestirles con las vestiduras de la salvación (10). Vengan al banquete que Yo he preparado para ustedes, mientras las puertas de mi Reino están aun abiertas para cada uno (11). (1) Efesios 1:21 (2) 1 Timoteo 6:15 Apocalipsis 19:16 (3) Lucas 17:21 Santiago 2:5 (4) Isaías 9:7 (5) Juan 18:37 (6) Isaías 59:17 Jeremías 13:18 (7) Apocalipsis 1:17-18 (8) Efesios 2:5 (9) Actos 2:38 Juan 20:23 (10) Juan 6:53 Apocalipsis 7:14 (11) Mateo 22:9 Isaías 55:6
Notas: Nuestro Señor Jesucristo Rey del UniversoAutor: José de Jesús y María Por favor comparte en las redes sociales, tu voto es una gran forma de evangelizar: |