Espíritu Santo -
Milagros - Poder de lo Alto
Tener feJesús vino a enseñarnos que la fe es necesaria y hemos de recibir algo en oración, especialmente cuando pedimos un milagro. [Mateo 17:20] Verdaderamente les digo, si tienen fe como un grano de semilla de mostaza, le podrán decir a esta montaña: “Muévete de aquí para allá y ella se moverá; y nada será imposible para ustedes.”Jesús nos está explicando que lo supernatural puede ser disponible para nosotros si tenemos fe, y esa tiene que ser tan solo como un grano de semilla de mostaza. Pero ¿que tan pequeña debe ser nuestra fe? Si nuestra fe fuera solamente tan pequeña como una grano de semilla de mostaza nosotros podríamos tener gran poder! Entonces Jesús nos está aconsejando a que tengamos fe y montones de ella. Él dice que “nada será imposible para nosotros” si tenemos fe y nunca dudamos. Por eso Él nos está dando una garantía del poder de la fe. [Mateo 21:22] Y cualquier cosa que pidan en oración, ustedes la recibirán si tienen fe. Estos pasajes de las Sagradas Escrituras nos muestran como Jesús valora la fe: [Mateo 9:27-29] 27 Y Jesús salió de allí, dos hombres ciegos le siguieron gritando fuerte, “Hijo de David, ten piedad de nosotros.” 28 Cuando Él entró en la casa, los hombres ciegos vinieron a Él; Jesús les preguntó, “¿Creen ustedes que Yo puedo hacer esto?” Ellos respondieron, “Si Señor.” 29 Entonces Jesús les tocó los ojos diciendo, “Que sea hecho para ustedes de acuerdo a su fe.” 30 Y sus ojos se abrieron. Otro ejemplo es el de la mujer que sufría una incurable hemorragia por doce años: [Lucas 8:43-48] 43 Una mujer que tenía un flujo de sangre por más de doce años, que había gastado toda su vida en médicos, pero no había podido ser sanada por ellos, 44 llegó detrás de Jesús, tocó el borde de su túnica y de inmediato el flujo se detuvo. 45 Jesús dijo, «¿Quién me tocó?» Como todos lo negaban, Pedro y los que estaban con Él dijeron, «Maestro, la multitud te presiona y empuja, y dices, `¿Quién me tocó?´» 46 Pero Jesús dijo, «Alguien me tocó, porque percibí un poder que salía de mí.» 47 Cuando la mujer vio que no estaba escondida, se acercó temblando, y cayo ante Él declarándole en presencia de toda la gente la razón por la que lo había tocado, y como fue sanada de inmediato. 48 Jesús le dijo, «Hija, alégrate. Tu fe te ha hecho bien. Ve en paz.» Hay muchos mas ejemplos en los evangelios que nos muestran como el poder de Dios estaba siempre con Jesús y Él podía hacer tantos milagros. El le dejó ese poder a los apóstoles cuando les dijo: [Lucas 24:49] Observen, yo envío sobre ustedes la promesa de mi Padre. Pero esperen en la ciudad de Jerusalén hasta que estén revestidos con poder de lo alto.» Este poder es el poder de lo alto que Dios le está enviando a todos los que aprecian su regalo a través de la fe. Cuando le pedimos algo a Dios en oración, tenemos que pedir con fe y completa confianza. Si dudamos estamos comprometiendo la respuesta de Dios puesto que Él puede leer cualquier sombra de desconfianza que tengamos. El no confiar en Dios es un insulto. Eso es suficiente para pararnos de recibir nuestro regalo. Tenemos que poner toda nuestra confianza en Dios cuando rezamos, tenemos que creer que Dios lo puede hacer, tenemos que estar convencidos de que Él nos responderá positivamente. Y déjame decirte: Él lo hará. Autor: José de Jesús y María ©
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