Espíritu Santo -
Milagros - Poder de lo Alto
Poder de lo Alto(Hechos 1:8) Pero ustedes recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes.¿Entonces cual es el poder que recibiremos cuando venga el Espíritu Santo? Tener poder una invitación tentadora. Jesús invitó a los apóstoles y a todo el que crea en Él a recibir el poder de lo alto, el poder del Espíritu Santo. El poder de lo alto no es como cualquier poder terreno limitado, sucede que es el mismo poder de Dios, que es la fuerza creativa que sostiene el universo. El poder dinámico de Dios tiene la habilidad de transformar un simple ser humano en un perfecto Hijo de Dios que es capaz de hacer la Voluntad de Dios y de volverse Su instrumento para llevar a cabo Su trabajo y aún participar en la ejecución de milagros. El mundo nos da cantidad de tentaciones para tener placeres, riquezas y poder. Todas estas cosas pueden ser buenas para nosotros al principio, pero al largo plazo vencen el alma y la disipan de nuestra espiritualidad. El poder del mundo es muy peligroso porque se mezcla con el orgullo. El resultado es destruir la espiritualidad del hombre, y de ese modo le roba la habilidad de recibir el poder de lo alto. Una vez que recibamos ese poder tendremos más opciones en la vida. (2 Timoteo 1:7) Porque Dios no nos dio un espíritu de timidez sino un espíritu de poder y amor y control propio. Yo estoy escribiendo estas líneas como testigo de este poder de Dios que se encuentra en el Espíritu Santo. Nunca imaginé que sin ser santo podría ser testigo de ese poder santo que ha hecho milagros de sanación y ha respondido a mis humildes oraciones. He recibido mensajes de Dios enseñándome como adquirir este poder, nunca me he crecido por esto; por el contrario esta es la razón para que yo me humille aún más ante la Presencia de Dios. El poder de Dios no puede ser mal usado porque lleva un solo propósito. O bien lo usamos para el bien o simplemente no ocurre. Por eso, el Poder del Espíritu Santo solamente acontece cuando nuestra voluntad está de acuerdo con la Voluntad de Dios. Mucha gente trata de obtener poder para cambiar leyes físicas; buscan encontrar conocimiento de lo oculto para este propósito. Terminan tomando el camino de la perdición porque están desafiando la Voluntad de Dios. Los Hechos de los Apóstoles nos dicen del caso de un mago (Hechos 8:9-11) 9 Había cierto hombre, de nombre Simón, que solía practicar brujería en la ciudad, y asombraba a la gente de Samaria, haciéndose pasar por alguien grande, 10 a quienes todos escuchaban, del más joven al mayor, diciendo, Este hombre es ese gran poder de Dios. 11 Ellos lo escuchaban porque por largo tiempo los había sorprendido con su brujería. Acts 8:18-24 18 Cuando Simón vio que el Espíritu Santo era dado con la imposición de manos de los apóstoles, les ofreció dinero, 19 diciendo, Denme también ese poder, para que a quien quiera que yo ponga mis manos reciba el Espíritu Santo. 20 Pero Pedro le dijo, ¡Tu plata perezca contigo, porque pensaste que podías obtener los dones de Dios con dinero! 21 No tienes ni parte ni suerte en este asunto, pues tu corazón no es correcto frente a Dios. 22 Entonces arrepiéntete por esto, por tu maldad, y pídele a Dios para que de pronto el pensamiento de tu corazón te pueda ser perdonado. 23 Pues veo que estás en la amargura de la hiel y en la esclavitud de la maldad. 24 Simón contestó, Oren por mi al Señor, para que ninguna de las cosas que han dicho me ocurra. El poder de Dios no tiene nada que ver con magia, es un regalo de fe y es muy puro. Es mi deseo compartir estos hallazgos para que todos podamos glorificar a Dios y volvernos Sus fieles instrumentos. El poder de Dios es muy real, los milagros están ocurriendo hoy tal como el en tiempo de Jesús. La fuente está abierta; todo lo que necesitamos es aprender como venir a las puertas y también necesitamos una llave. Hemos sido creados para compartir el Poder de Dios porque somos Sus Hijos. Todo lo que necesitamos hacer es volvernos mas concientes de la realidad de los regalos de Dios y merecerlos volviéndonos Sus amigos. Todos los regalos de Dios se pueden obtener fácilmente si cambiamos nuestro espíritu mundano por El Espíritu Santo de Dios. Somos templos del Espíritu Santo, debemos entonces vaciar nuestros templos del espíritu del mundo y permitir que el Espíritu Santo se manifieste, piense, haga su voluntad y actúe a través de nosotros. Esta no es una tarea imposible; vamos a descubrir como conseguirlo. Autor: José de Jesús y María ©
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