Espíritu Santo -
Milagros - Poder de lo Alto
Llenándonos de DiosEl gran secreto de los santos es estar llenos de Dios. Este es el mejor camino para permitir que el Espíritu de Dios se mueva a través de nosotros y cambiar el mundo.Para estar llenos de Dios, nosotros podemos pensar varios ejemplos. Pensemos de una esponja, esta puede absorber tanta agua que alcanza punto de saturación cuando está llena. Esto es lo que nosotros queremos hacer, estar saturados de Dios. Si colocamos nuestras manos en el agua nos mojamos, si las colocamos en el fuego se calientan y nos podemos quemar. Si estamos en la oscuridad no vemos, pero si venimos a luz podremos ver. Para cada acción existe una reacción. Esto también es verdad en el mundo espiritual. No hay palabra, movimiento o suspiro que dirijamos a Dios que pase desapercibido. Dios lo ve todo y está atento a nuestra relación con Él. Si nos colocamos en la Presencia de Dios, habrá una respuesta de Dios. Moisés bajó de la montańa con su rostro brillando porque estuvo en la Presencia de Dios quien es Luz. Cuando San Esteban estaba siendo apedreado a muerte por ser testigo de Jesús, lo vieron con su rostro brillando. Los santos han sido representados con una corona de luz, porque la luz de Dios les llenaba y eran vistos con rostros brillantes y luz alrededor de ellos. Dios es Espíritu, Dios es Poder, Dios es Luz, Dios es Sabiduría, Dios es Paz, Dios es Gozo, Dios es Gracia, Dios es Amor, Dios es Misericordia, Dios es todo. Dios en todos sus hermosos atributos puede ser reproducido en cualquiera que desee volverse como Él que venga a Su Presencia a conocerle, amarle y servirle. Dios es nuestro pan celestial, verdaderamente presente en la Sagrada Eucaristía. Tenemos el dicho de que somos lo que comemos. Bien, si comemos el pan del Cielo y lo hacemos dignamente y con frecuencia, empezaremos a llenarnos hasta un punto en que somos similares a Cristo. Podremos decir con San Pablo, no soy Yo quien vive sino Cristo quien vive en mí. La Sagrada Eucaristía es tan importante comida para nuestras almas, que ha sido probado por muchos santos. Ellos pudieron vivir solamente con la Sagrada Eucaristía y no tomaron ninguna otra clase de alimento para su sustento. Estos milagros supernaturales, resultado de estar en la Presencia de Dios, son la esencia natural del Espíritu. Son cosas muy maravillosas para nosotros, pero no para Dios. Autor: José de Jesús y María ©
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