Espíritu Santo -
Milagros - Poder de lo Alto
AparicionesMuy común durante este siglo es la ocurrencia de apariciones de seres celestiales como los ángeles, santos, Nuestra Señora y Nuestro Señor.A través de los siglos, Nuestro Señor y Nuestra Señora la Virgen María se han aparecido principalmente a los santos para pasar muy importantes mensajes o doctrinas, tales como la doctrina del Sagrado Corazón revelada a Santa Margarita María Alacoque y la Divina Misericordia revelada a Santa Faustina. Nuestra Señora en las principales apariciones tales como Lourdes reveló que ella es la Inmaculada Concepción y en Fátima dijo que ella es Nuestra Señora del Rosario y que Jesús quiere que tengamos devociones a su Inmaculado Corazón. El señor profetizó a través de [Joel 2:28]. Y sucederá que yo derramaré mi espíritu sobre toda carne: y sus hijos e hijas profetizarán, sus ancianos tendrán sueños y sus jóvenes verán visiones. En el Espíritu de Eliseo, estas apariciones están tomando lugar para llevar la gente al arrepentimiento, para mostrar la realidad de Dios quien es negado y blasfemado. El Señor en su gran misericordia no quiere condenarnos sino que envía a su Santa Madre o viene El mismo a advertirnos. Comúnmente los Ángeles preceden las apariciones de Nuestro Señor o Nuestra Señora para preparar a los visionarios para estos grandes encuentros. Este fenómeno se ha multiplicado en el último siglo, el tema principal de los mensajes es que la gente debe de regresar a Dios, todos deben de reparar sus caminos de vida y venir a los Sacramentos. Nuestra Señora la Virgen María ha estado pidiendo en sus apariciones que recemos el Santo Rosario, porque esta gran oración es una presentación en miniatura de las principales enseñanzas del Nuevo Testamento, donde aprendemos a conocer y amar a Jesús a través de su vida, pasión, agonía, muerte, resurrección y gloria. Se nos han dado estas devociones a la Santísima Virgen para que también vengamos a conocerla como Nuestra Reina y Madre, Nuestra Gran Abogada ante el Señor; entonces de esa manera podremos venir humildemente a Jesús a través de Ella. Como Católicos tenemos la oportunidad de creer o rechazar estas apariciones especialmente antes de que sean aprobadas por la Iglesia. Después de ser aprobadas, estamos invitados a aprender de estas experiencias celestiales para que se beneficien nuestras almas. Sin embargo las enseñanzas de la Iglesia no están basadas en apariciones sino en las directas enseñanzas de las Sagradas Escrituras y las tradiciones entregadas a ella a través de los siglos. Autor: José de Jesús y María ©
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