Espíritu Santo -
Milagros - Poder de lo Alto
Sirviéndo a DiosPara cumplir nuestro propósito en el plan de Dios, además de conocerle y amarle, también debemos de servirle. ¿Y como podemos servir a Dios?Sabemos que Dios tiene todo lo que necesita, Él puede fácilmente comandar a sus ángeles que ejecuten cualquier orden y su comando será ejecutado inmediatamente. El puede crear cualquier cosa que quiera a cualquier hora; Él realmente no necesita de criaturas como nosotros para que le sirvan puesto que le ofendemos con frecuencia. Pero Él ha comandado que nos amemos los unos a los otros como Él nos ha amado (Juan 13:34). Dios nos ha enseñado la regla dorada (Mateo 7:12) “Hagan con los demás como quieren que ellos hagan con ustedes” Él no nos juzgará de acuerdo a nuestros pecados sino de acuerdo a las buenas obras a favor de nuestros hermanos (Mateo 25:34-40). Él nos preguntará la misma pregunta que le hizo a Caín después de que mató a su hermano Abel: “¿Donde está tu hermano” (Génesis 4:9).” La mejor forma de servirle a Dios es volviéndonos sus siervos. Jesús vino a servirle a Dios y a sus hermanos (Mateo 20:28), nos enseñó a aprender de Él. Para servirle a Dios, tenemos que volvernos Sus instrumentos. Al permitirle a Dios que viva en nosotros, que actué en nosotros, que haga su voluntad en nosotros y que trabaje en nosotros, nos volvemos perfectos instrumentos de Dios. Tenemos que volvernos Sus ojos para mirar alrededor y ver las necesidades de los demás. Tenemos que volvernos Sus pies para ir donde Dios es necesitado. Tenemos que volvernos Sus manos para hacer Su trabajo. Tenemos que volvernos Sus oídos para escuchar el llanto y los gritos de los pobres y los necesitados. Tenemos que volvernos Su corazón para ser Misericordiosos y amables y para responderle a los que lo necesitan. Tenemos que volvernos Sus pies par ir a predicar Su Buena Nueva y para ser Su ejemplo. Tenemos que volvernos Su generosidad, amabilidad, amistad, entendimiento y amor, que tanta gente necesita en este mundo. En otras palabras, el Dios Todopoderoso se deleita en estar con nosotros y manifestar su poder, sabiduría y amor a través de nuestro servicio a la humanidad. El poder de dios fluye al mundo a través de los corazones misericordiosos. Los instrumentos de Dios cargan el poder del Espíritu Santo y traen sanación, paz, amor y gozo al mundo. Todos somos llamados a volvernos canales del Espíritu Santo. Como un switch que se prende y da luz a una pieza o pone a trabajar una máquina, nosotros nos volvemos poderosos instrumentos de Dios cuando nos volvemos disponibles para Él y le servimos. El servicio a Dios tiene que ser hecho con humildad y sin interés de recompensa. Si le ayudamos a alguien y recibimos pago, ya tenemos nuestra recompensa. Cuando servimos a través de la Caridad, el pago es un tesoro en el Cielo que mantiene creciendo con interés. Dios nos repagará una parte en esta vida y el resto en la otra. (Mateo 19:29) Y todo aquel que ha dejado casas o hermanos o hermanas o padre o madre o hijos o campos, por causa de mi nombre, recibirá ciento por uno, y heredará la vida eterna. El señor dice: (Lucas 6:38) Den, y les darán: en buena medida, recortado, vibrante y desbordante, se les dará a ustedes. Porque con la misma medida que midan, ustedes serán medidos. Autor: José de Jesús y María ©
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