Espíritu Santo -
Milagros - Poder de lo AltoCoronilla meditada de la Divina MisericordiaEl Padre Nuestro, Ave María y El CredoRezar cinco veces: Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero. Por los méritos de su dolorosa pasión y de las penas del Inmaculado Corazón de María: En la agonía en el huerto, Ten piedad de nosotros y del mundo entero. En la flagelación sangrienta, Ten piedad de nosotros y del mundo entero. En la coronación de espinas, Ten piedad de nosotros y del mundo entero. En su Juicio y condena a muerte, Ten piedad de nosotros y del mundo entero. En la cargada de la cruz sobre su hombro herido, Ten piedad de nosotros y del mundo entero. En su encuentro con la Virgen María, Ten piedad de nosotros y del mundo entero. En su encuentro con Cirineo, Verónica y las mujeres santas, Ten piedad de nosotros y del mundo entero. En sus caídas, Ten piedad de nosotros y del mundo entero. En el despojo de sus vestiduras, Ten piedad de nosotros y del mundo entero. En la crucifixión, Ten piedad de nosotros y del mundo entero. En su dolorosa agonía y muerte, Ten piedad de nosotros y del mundo entero. En el traspaso de su Sacratísimo corazón, Ten piedad de nosotros y del mundo entero. En las penas del Inmaculado Corazón de María por la pasión y muerte del Señor, cuando recibió el cuerpo de Jesús en sus brazos, cuando le colocó en la tumba y por su espera hasta la Resurrección, Ten piedad de nosotros y del mundo entero. Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero. [Tres veces al final] Autor: José de Jesús y María ©
Espíritu Santo - Milagros - Poder de lo Alto - Coronilla meditada de la Divina Misericordia
|