Año A- Primer Domingo de Cuaresma
1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo.
Inspiración del Espíritu Santo - Desde el Sagrado Corazón de Jesús.Yo soy la Palabra Eterna, el Hijo de Dios. En mi naturaleza espiritual Yo soy Espíritu puro. También soy el Hijo de María, concebido por el poder del Espíritu Santo en el vientre virginal de mi Madre Virgen, de esta manera yo he compartido la naturaleza humana y para su salvación me volví hombre.Como hombre compartí las debilidades y tentaciones de los seres humanos. Después de mi Bautismo, fui llenado del Espíritu Santo y decidí prepararme para el trabajo que iba a hacer. Fui al desierto para ayunar y rezar por mi misión. Cerca del final cuando yo estaba en mi punto humano más débil, el demonio se me apareció tratando de seducirme con sus tentaciones. Yo representé toda la raza humana en mi lucha espiritual con el poderoso enemigo de las almas para que todos ustedes aprendieran una lección y siempre sacaran su sabiduría y fortaleza de mí. Los tres enemigos del alma son el mundo, la carne y el demonio. Él me tentó igual que tienta a todo ser humano pero yo vencí sus tentaciones. Ustedes también pueden vencer de la misma manera. A la debilidad de la carne, el demonio me tentó con pan para poder interrumpir así mi abnegación, yo le contesté “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Yo les he enseñado todo lo que necesitan saber, mi palabra será su sabiduría y su fortaleza. Niéguense a sí mismos y ustedes tendrán control absoluto sobre la tentación. El demonio me tentó para que le adorara a Él a cambio de poder, gloria y riquezas, yo le dije “Adorarás al Señor tu Dios y sólo a él darás culto”. El primer mandamiento llama a adorar a Dios con todo el corazón, la mente, el alma y la fortaleza, pero mucha gente abandona a Dios para adorar los falsos dioses del mundo y así caen víctimas del demonio. El demonio me tentó para que me tirara de un alero del templo, a lo cual le repliqué, “no tentarás al Señor tu Dios.” Cada vez que tú pecas, estás haciendo justamente eso. Te olvidas del daño que le causas a tu alma, estás poniendo el Señor a la prueba. Por esto te digo, no me pongas a la prueba, evita el pecado, haz lo que es bueno y vencerás las tentaciones cuando vengan. Autor: José de Jesus y María Lista de
Homilias - Evangelios Catolicos
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