Toda autoridad en el cielo y en la tierra ma sido dada

16 Por su parte, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
17 Y al verle le adoraron; algunos sin embargo dudaron.
18 Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra.
19 Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
20 y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.

Inspiración del Espíritu Santo - Desde el Sagrado Corazón de Jesús.

Después de la gloria de la resurrección, Yo me quedé en la tierra por un corto tiempo para fortalecer la fe de mis apóstoles, para que ellos pudieran comenzar el trabajo de mi Iglesia.

Mi partida fue un momento solemne para mí y para todos aquellos que estaban presentes, Yo estaba ansioso de entrar a la Gloria eterna en mi trono celestial, al mismo tiempo estaba triste de dejar atrás a mi madre y a mi nueva hija, la Iglesia.

Por ultima vez, Yo confirme mi autoridad a los apóstoles, para que ellos entendieran que recibieron mi poder para continuar el trabajo de la salvación que el Padre me había enviado a hacer.

Yo soy inmortal, Yo soy omnipotente. Mi ascensión a los cielos fue hecha para que Yo pudiera regresar a mi trono celestial después de mi trabajo de la redención, para reinar para siempre como el cordero de Dios, el Cristo que murió por el perdón de los pecados.

Como cabeza de la Iglesia, y con mi poder omnipotente Yo delegué mi autoridad a Pedro cuando le hice cabeza visible de mi cuerpo místico en la tierra. Yo le ordené que alimentara mis ovejas como prueba de su amor por mí. El continúa mi trabajo a través de mi Vicario, el Papa de la Iglesia Católica.

Yo soy la vida de mi Iglesia, y mi sangre es derramada continuamente en la Santa Misa de una manera no sangrienta, para que mis fieles puedan tener vida de mí, a través mis sufrimientos y mi muerte.

Por orden mía, ustedes han de comer de mi cuerpo y beber de mi sangre si desean vivir eternamente. Por mi resurrección Yo he probado que soy la resurrección y la vida. Yo tengo el poder de dejarles vivir para siempre. Por mi ascensión Yo les he dado una razón para que tenga esperanza de ser asumidos al cielo después del ultimo día.

Todo el que cree y es bautizado tendrá un lugar seguro en mi reino eterno. Obedezcan mis mandamientos de amor y tengan gran esperanza en las cosas que les he prometido.

Autor: José de Jesus y María