Año A- 18o Domingo en tiempo ordinario
13 Al oírlo Jesús, se retiró de allí en una barca, aparte, a un lugar solitario. En cuanto lo supieron las gentes, salieron tras él viniendo a pie de las ciudades.
Inspiración del Espíritu Santo - Desde el Sagrado Corazón de Jesús.Dios en un Dios lleno de sorpresas, aquel día se había reunido una gran multitud muchos atraídos por la curiosidad, otros con la necesidad espiritual de ver el nuevo profeta hacer sus prodigios y exponer sus nuevas ideas.Mis milagros habían hecho impacto en muchas mentes, sabían que yo tenía una enseñanza nueva la cual era acompañada de signos supernaturales, se comentaba entre la multitud que talvez yo era Elías, o quizás el Mesías, pero la gente no estaba segura, sin embargo el espíritu los llevó a aquel lugar. Mis apóstoles no se imaginaban como íbamos a ayudar aquel grupo inmenso de gente que después de haberme seguido ya tenía hambre. Yo mire hacía el cielo tomé los pocos panes y peces que me presentaron, le di gracias a mi Padre y le pedí alimento para ellos, les sugerí que se recostaran y esperaran su turno para comer, luego todos comieron y aun sobraron doce canastas. La gente al darse cuenta del gran milagro, quiso hacerme su Rey por la fuerza, yo tuve que huir del lugar. Pues yo vine, no tanto a alimentar el cuerpo sino el alma, esta multiplicación de los panes y los peces es un símbolo de la multiplicación eucarística del pan de la vida que Yo he venido a ofrecer, del alimento del alma que Dios manda desde el cielo con abundancia. Muchos esperaban un Rey poderoso que les iba a liberar de la esclavitud del Imperio Romano, al ver mis prodigios se imaginaron muchas cosas materiales menos que yo los iba a liberar de la esclavitud del pecado. Todos mis milagros fueron signos temporales que llevaban un alivio especial para esos momentos o situaciones, pero que representaban las sanaciones del alma. El cambio del agua en vino representaba el nuevo vino que es agua viviente del espíritu, que todos los que están espiritualmente sedientos deben de beber. Los ciegos que recibieron la vista representaban los que están ciegos en el espíritu y necesitan abrir los ojos para poder ver mi camino, los leprosos que fueron sanados representaban las almas heridas por el pecado que necesitan sanarse, los mudos que hablaron representaban los que no hablan con Dios y necesitan el espíritu para poder alabar a Dios, los paralíticos y los cojos que pudieron caminar representaban aquellos que no caminan bien por falta de fe y que necesitan salud espiritual. Los sordos que pudieron escuchar de nuevo representaban a todos los que no han podido entender mi palabra, pero que por la acción de mi espíritu escuchan al fin mi mensaje. Aquellos que estaban muertos y fueron resucitados representaron la transformación del alma que está muerta por causa del pecado, pero que es traída a la vida de nuevo después de una conversión. Ahora la multiplicación de los panes y los peces representó la multiplicación de mi Iglesia, el gran banquete prometido, el nuevo mana bajado del cielo que es el nuevo alimento para el pueblo de Dios. Este milagro fue una preparación para mi gente, la cual va a sentir hambre del Pan de la Vida que ha bajado del Cielo para dar fortaleza al alma, este milagro es una preparación para el más grande milagro que Yo hice, el de la ultima cena, en el cual Yo consagré el pan como mi cuerpo y el vino como mi sangre. Todos los milagros anteriores a la institución de la Eucaristía cumplieron su propósito, sin embargo mi pan viviente es el milagro continuo que representa mi sacrificio en el Calvario, es la comida del alma que alimenta mi gente hasta el final de los tiempos. Vengan, vengan, Yo les invito, coman de esta comida enviada del cielo que no cuesta dinero, que llena el alma, que alimenta el espíritu y que purifica del pecado dando la vida eterna. Autor: José de Jesus y María Lista de
Homilias - Evangelios Catolicos
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