Año A- La Epifanía del Señor
1 Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén,
Inspiración del Espíritu Santo - Desde el Sagrado Corazón de Jesús.Los Judíos estaban esperando el Mesías por miles de años. Sin embargo mi venida al mundo fue un evento humilde muy oscuro para ellos, excepto por la luz dada por una estrella.Yo soy la luz del mundo que vino a dar luz a aquellos en la oscuridad. La gente que tenía la luz de Dios a través de las Sagradas Escrituras estaba viviendo en la oscuridad, tal como el resto del mundo. Solamente los humildes siervos de Dios y unos pocos pastores recibieron el conocimiento de mi llegada y participaron en la venida de la gran luz que disiparía la oscuridad. De la misma manera había tres hombres humildes muy especiales quienes fueron escogidos de diferentes culturas para percibir en sabiduría el gran evento que estaba tomando lugar: la venida del Salvador del mundo. Tal como la lluvia desciende para los buenos y los malos, y el sol brilla para los virtuosos y los pecadores por igual, Yo he venido para todos. Cada ser humano ha sido hecho en la imagen de Dios, pero el pecado ha destruido esa imagen. Yo soy el Señor quien perdona los pecados y restaura la imagen de Dios en cada persona. El enemigo siempre ha estado rondando, tratando de destruir el Trabajo de Dios, Herodes estaba preparándose para destruir el Nuevo Rey, pero el plan de Dios ha sido siempre superior al plan de los malvados. Los tres Reyes Magos representan todas las gentes del mundo, quienes viven en la oscuridad y necesitan de mi luz para sobrevivir espiritualmente. Yo acepté el homenaje de estos hombres humildes quienes se salieron de su camino para darle gloria a Dios al aceptar la venida de su Hijo al mundo. El ofrecimiento del incienso representa la Fe en Mí, Jesús, el Hijo del Dios Vivo. Este es el más grande regalo que cualquiera me puede ofrecer. Este lo acepto a través de sus oraciones y de su aceptación de mi Palabra y de la Iglesia que Yo dejé para que me represente. El ofrecimiento de la mirra representa el sufrimiento que Yo padecí y los sufrimientos que todos aquellos que creen en mí tienen que sufrir por mi causa. Esta es la cruz, que le es dada a cada uno de mis seguidores y que requiere la aceptación de la Voluntad de Dios. El ofrecimiento del oro representa el tesoro de alabanza, adoración, honor y agradecimiento que es ofrecido a su Señor, Dios y Salvador. Este es el regalo que Yo recibo de cada alma que aprecia que Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Autor: José de Jesus y María Lista de
Homilias - Evangelios Catolicos
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