Página de la Virgen María > Devociones > Rosario de las Lágrimas de María
Ver historia de este Rosario, revelado a la hermana Amalia Aguirre (1901- 1977)
Para empezar la coronilla
(Como rosario, en vez de 5 décadas, se hacen 7 grupos de 7 oraciones)
Oh Jesús crucificado, nos postramos a tus pies y te ofrecemos las lágrimas de ella,
quien con profundo amor lleno de compasión te acompañó en tu doloroso camino de
la cruz. O buen Maestro, concédeme que lleve al corazón las lecciones que las
lágrimas de tu Santísima Madre nos enseñan, para que podamos cumplir tu Santa
Voluntad en la tierra, para que podamos ser dignos de alabarte y exaltarte en el
Cielo por toda la eternidad. Amen
Dolores de la Virgen María
1
Profecía de Simeón.
Meditar el dolor
que tuvo del conocimiento de los sufrimientos de Jesús anticipadamente.
Ave María.
Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto te amó en la Tierra,
R. Y que te ama aún más ardientemente en el Cielo.
7 veces. Oh Jesús, oye nuestras Oraciones, R. Por las
lágrimas de tu Santísima Madre la Virgen María.
2
Huida a Egipto. Meditar el exilio,
la persecución de Herodes, el dolor por la muerte de inocentes.
Ave María.
Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto te amó en la Tierra,
R. Y que te ama aún más ardientemente en el Cielo.
7 veces. Oh Jesús, oye nuestras Oraciones, R. Por las
lágrimas de tu Santísima Madre la Virgen María.
3
Pérdida del Niño Jesús en Jerusalén
por 3 días. Meditar los dolores de María en su corazón de Madre.
Ave María.
Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto te amó en la Tierra,
R. Y que te ama aún más ardientemente en el Cielo.
7 veces. Oh Jesús, oye nuestras Oraciones, R. Por las
lágrimas de tu Santísima Madre la Virgen María.
4
Jesús cargando la cruz. Meditar sobre las torturas de Jesús en la flagelación, la coronación de espinas,
el sufrimiento por la llaga en el hombro, las caídas,
y el despojo de sus vestiduras.
Ave María.
Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto te amó en la Tierra,
R. Y que te ama aún más ardientemente en el Cielo.
7 veces. Oh Jesús, oye nuestras Oraciones, R. Por las
lágrimas de tu Santísima Madre la Virgen María.
5
Crucifixión de Jesús, agonía y muerte. Meditar sobre este abismo de
sufrimientos y luego el traspaso por la lanza.
Ave María.
Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto te amó en la Tierra,
R. Y que te ama aún más ardientemente en el Cielo.
7 veces. Oh Jesús, oye nuestras Oraciones, R. Por las
lágrimas de tu Santísima Madre la Virgen María.
6
María recibe el cuerpo sin vida de Jesús en sus brazos. Meditar los
sentimientos de María en esos momentos.
Ave María.
Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto te amó en la Tierra,
R. Y que te ama aún más ardientemente en el Cielo.
7 veces Oh Jesús, oye nuestras Oraciones, R. Por las
lágrimas de tu Santísima Madre la Virgen María.
7
Jesús es llevado a la tumba. Meditar los Sufrimientos
de María hasta el momento de la Resurrección.
Ave María.
Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto te amó en la Tierra,
R. Y que te ama aún más ardientemente en el Cielo.
7 veces. Oh Jesús, oye nuestras Oraciones, R. Por las
lágrimas de tu Santísima Madre la Virgen María.
Al finalizar
3 veces
Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto te amó en la Tierra,
R. Y que te ama aún más ardientemente en el Cielo.
Oración final
Oh María , Madre del Amor, del dolor y de la compasión, te rogamos que unas
nuestras oraciones con las tuyas, para que Jesús, tu Hijo Divino a Quien
invocamos, oiga nuestras súplicas, en nombre de tus lagrimas Maternales, y nos
concedas no solo los favores que te pedimos ahora sino también la corona de la
Vida Eterna. Amén.
Con tus lágrimas, oh Madre dolorosa, destruye el
Reino de Satanás.
A través de tu divina humildad, oh Jesús atado y encadenado, defiende el mundo
de los errores que le amenazan. Amén.
PROMESAS a Santa Brígida por
la meditación de los dolores de la Virgen María.
1 Pondré paz en sus familias.
2 Serán iluminados en los Divinos Misterios.
3 Los consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos.
4 Les daré cuanto me pidan con tal que no se oponga a la voluntad de mi Divino
Hijo y a la santificación de sus almas.
5 Los defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y los
protegeré en todos los instantes de sus vidas.
6 Los asistiré visiblemente en el momento de su muerte: verán el rostro de su
Madre.
7 He conseguido de mi Divino Hijo que los que propaguen esta devoción (a mis
lágrimas y dolores) sean trasladados de esta vida terrenal a la felicidad eterna
directamente, pues serán borrados todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos “su
Eterna consolación y alegría”.
Hermana Amalia Aguirre (1901- 1977)
Nacida en Rios, España. Después de 1920 entró en la asociación de Misioneras de
Jesús Crucificado en Brazil, posteriormente Monseñor Count Francisco de Campos
Barreto fundó la congregación donde participó la hermana Amalia.
El 8 de Noviembre de 1828 recibió la visita de un familiar enfermo cuya esposa
estaba a punto de morir. Preocupada por ella y por los hijos que se quedarían
sin su mamá, se postró en oración ante el Señor y se ofreció como víctima para
su sanación.
La hermana Amalia tenía las estigmatas, (heridas del Señor.)
Postrada ante el Santísimo Sacramento, le dijo al Señor: Que quieres que yo
haga?
Jesús le respondió: Si tu deseas recibir esta
gracia, pídeme por las lágrimas de mi Madre.
Ella le preguntó: Y como debo rezar?
Jesús le replicó con estas invocaciones: Oh Jesús, oye nuestras Oraciones,
por las
lágrimas de tu Santísima Madre la Virgen María.
Oh Jesús, mira las lágrimas de quien tanto te amó en la Tierra, y que te ama aún más ardientemente en el Cielo.
Después de estas afirmaciones, Jesús le dijo a la hermana Amalia: Hija mía. Cualquier cosa que alguien me pida por las lágrimas de mi Madre, Yo la concederé con mucho amor. Mas tarde mi Madre te entregará este tesoro para nuestro amado instituto (su congregación) como un Magneto de Misericordia.
A los cuatro meses de la Aparición de Jesús, el 8
de Marzo de 1930, la Virgen María se le apareció a la hermana Amalia cuando ella
rezaba ante el Santísimo Sacramento.
Le dijo, “Este es el Rosario de Mis Lágrimas, que fue prometido por Mi Hijo a
nuestro querido Instituto como parte de su legado. ÉL también ya le dio las
Oraciones. Mi Hijo Me quiere honrar especialmente con esas invocaciones, más
allá de eso, Él concederá todos los favores que fuesen pedidos por los
merecimientos de Mis Lágrimas.
Este Rosario alcanzará la Conversión de muchos pecadores, especialmente de los
poseídos por el demonio. Una Gracia Especial está reservada para el Instituto de
Jesús Crucificado, principalmente la Conversión de varios miembros de una parte
distante de la Iglesia.
Por medio de este Rosario el demonio será derrotado y el poder del infierno
destruido. Ármense para la Gran Batalla.”
Luego le dijo: “Hija, te hablaré sobre el Rosario
que traigo en Mis Manos. Llamadlo “Corona de las Lágrimas.”
¡Cuando a Mis Pies vinieres, viendo en Mis Manos esta Corona, acuérdate que ella
significa Misericordia, Amor y Dolor!
¡Yo Soy la Madre de la Divina Misericordia!
Lloro delante de Mi Hijo los pecados de todos los hombres y siempre estoy
intercediendo delante del Trono del Altísimo por los pobres pecadores.
Cuando un pecador fuere rebelde no queriendo oírte, ven a Mis Pies y pide por
Mis Lágrimas Benditas. Si él fuera alma de buena voluntad, alcanzarás de Dios la
Gracia de esta alma no perderse.
Mi Corona de las Lágrimas también debe recordarte Mi Gran Amor por los
pecadores. Siendo Madre de todos los hombres y viendo a muchos perderse, lloré
por aquellos que, endurecidos, corren el riesgo de precipitarse en el infierno.
¿Por qué le di el nombre de Corona? Porque Mis Lágrimas fueron coronadas por Mi
Divino Hijo; ellas son Benditas y muchas generaciones las exaltarán por los
beneficios recibidos por Su intermedio. ¡Mi Hijo Las coronó con tantos
privilegios!
Jesús dio estas perlas preciosas a este Instituto para que ellas hagan parte de
su patrimonio, La Corona de Mis Bendecidas Lágrimas significa que tu Madre te
Ama.
Usa de todos sus privilegios, desde que recurras con confianza y amor.
Alma querida, aprovecha de estas lecciones y medita en el significado de Nuestra
Señora de las Lágrimas, YO con todo Amor digo: ¡Soy la Madre de las Misioneras!”
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