193   11/22/1995   El demonio es mi esclavo

Jesús:
Muchos dicen, Yo tuve un ataque del demonio, cuando ellos no deberían ni siquiera mencionarlo.

El demonio no tiene ningún poder sobre ustedes, el tan solo les puede sugerir lo que podrían hacer. El pecado lo cometen ustedes por su propia voluntad, así que ustedes son los únicos de culpar.

Si yo le diera poder para que les hiciera daño, entonces ustedes serían destruidos, recuerden lo que le sucedió a Job y lo que le pasó a los que fueron poseídos por el.

Yo no le permitiré que vaya mas allá de sus límites, por eso les doy a ustedes la protección de su angel de la guardia.

El demonio es el tentador, si ustedes se alejan de mí, el les proveerá las tentaciones que mas pueda, para llevarlos al pecado. El tiene que volarse de ustedes cuando ustedes están en mi Presencia, cuando empiezan a alabarme a mi o a mi madre.

El demonio es mi esclavo y el está haciendo su trabajo de tentación para yo poder medir la fidelidad que ustedes me tienen.

Cada que son tentados, ustedes tienen la oportunidad de vencer el demonio al crecer en cierta virtud.

Cada que tienen una prueba o un sufrimiento ustedes están recibiendo mi cruz, están siendo probados, están siendo purificados.

Si toman mis cruces como ataques del demonio, ustedes estan desconfiando de mí y le están dando crédito al malvado.

El presumir de que están teniendo una tremenda batalla con el demonio por su propia cuenta solo puede ser orgullo. Yo soy el Leader de los Ejercitos del Cielo, ustedes son solamente mis pequeños soldaditos, Yo no les dejaré enfrentarse al enemigo por su cuenta, Yo seré el que le aplaste con la Gracia, ustedes lo pueden afrontar solamente al no pecar.

Las mejores armas que pueden usar en contra de él son la humildad y la obediencia.

Esta es una batalla espiritual y no hay daño físico de por medio. Si ponen su confianza en mí nada les pasará y Yo los protegeré, de otra manera el usará aún las pruebas que Yo les mando para hacerles pensar que Yo les he abandonado.

Recen y no le den atención a el, cuando vengan las tentaciones reconozcan su presencia allí, pero peleénle con virtudes.

Recen para que puedan recibir el regalo del discernimiento y por encima de todo confién en Mi.