La Santísima Virgen María:
Hijo mío, te enseñaré como amar.
¿Cual es el significado del amor? Bien, Dios es Amor, y el Amor es Dios.
Amar a Dios es permitirle que fluya a través de ti, es reflejar a Dios.
Nosotros somos criaturas de Dios, creadas por el amor, somos el trabajo de sus manos.
Todo lo que pasa por las manos de Dios es santo y puro. Pero debido al pecado original, la humanidad ha rechazado el amor de Dios y continúa haciéndolo.
Para hacer reparación por esta grave ofensa, Dios envió al mundo a su único hijo engendrado, mi hijo Jesús, para que restaure el reino del amor en sus corazones.
Yo fui creada especialmente para este propósito de asistir en el trabajo de la redención, fui preservada del pecado original, nunca rechacé el amor de Dios, por eso permanecí inmaculada. Y el amor fue impreso permanentemente en mi corazón como una perfecta imagen de Dios, por eso Yo fui digna de concebir el Hijo de Dios, Jesús el Salvador.
Para oponer la primera creación donde entraron la muerte y el pecado, Dios ha hecho una nueva creación de Gracia y de Vida Eterna, donde Jesús y Yo somos el nuevo Adán y la nueva Eva.
Amar a Dios es obedecer sus mandamientos. Jesús es la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, Dios mismo, la Palabra, quien asumió su humanidad por causa de ustedes.
El vino a establecer su ley en sus corazones y a darles su nueva alianza de la vida eterna. El es su Dios, ustedes son su gente. Nosotros somos sus padres celestiales, ustedes son nuestros hijos.
Yo he recibido el privilegio de ser la madre de los hijos de Dios.
Su primera creación (espiritual), falló a través de Lucifer y sus ángeles caídos, su segunda creación (humana) falló a través de Adán y Eva y todos sus descendientes.
Ahora esta tercera creación es humana y divina a través de Jesús. Esta es la creación perfecta.
Dios amó tanto al mundo que envió su único hijo para reflejar su amor, para que cualquiera que crea en El no perezca.
Cuando ustedes aceptan a Jesús en sus vidas, cuando hacen cualquier cosa que él les diga, cuando ustedes lo siguen y viven su evangelio, entonces ustedes realmente aman a Dios.
Amar a Dios es reconocer a través de Jesús que El nos ha amado primero, y entregar la voluntad enteramente a su voluntad. Amarle también es agradecerle.
Mi hijo dijo: Aquí estoy Señor; he venido a hacer tu voluntad.
Yo dije: Yo soy la esclava del Señor, hágase en mí según su palabra.
Cuando ustedes vienen a nosotros, ustedes están viniendo a aquellos que han hecho la voluntad de Dios, quienes les pueden enseñar a amar.
Cuando tú tratas de amar a Dios sin mirar la perfección de nuestro amor, te estás engañando a ti mismo, porque tu amor está contaminado con amor propio, vanidad y orgullo.
Une tu amor a mi amor y ven humildemente a aprender de mí.
Ofrécele a Dios un ofrecimiento perfecto de agradecimiento; únete a la preciosa sangre de Jesús, mi sangre.
Mensajes de Jesús, María
y Dios el Padre. |