Marcos capítulo 2 versículos del 5 al 11
Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.
Estaban sentados allí algunos escribas, que pensaban entre sí:
¿Cómo habla así éste? ¡Blasfema! ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?
Y luego, conociendo Jesús, con su espíritu, que así discurrían en su interior, les dice: ¿Por qué pensáis así en vuestros corazones?
¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu camilla y vete?
Pues para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados — se dirige al paralítico.
Yo te digo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
Y para que todos vean que la Iglesia de Cristo ha recibido el poder de perdonar los pecados y también de sanar a los enfermos, después de la resurrección el Señor les dio el poder de perdonar los pecados cuando se les apareció. Juan capítulo 20 versículos 22 al 23
Diciendo esto, sopló y les dijo: Recibid el Espíritu Santo;
a quienes perdonareis los pecados, les serán perdonados; a quienes se los retuviereis, les serán retenidos.
Pedro y sus apóstoles fueron la primera y única Iglesia de Cristo en la tierra, su cuerpo místico, donde Pedro apóstol, obispo y martir fue el primer Papa con poder de transmitir el Sacerdocio y la verdadera doctrina a los seguidores de Jesús, pues el recibió las llaves de la Iglesia. Jesús no le dio poder de perdonar los pecados a ninguna otra Iglesia, por esto los pecados deben ser confesados en su Iglesia.
Y lo confirma San Juan libro 1 capítulo 1 versículo 9
Si confesamos nuestros pecados, fiel y justo es El para perdonarnos y limpiarnos de toda iniquidad.
Y el Apóstol Santiago en su carta capítulo 5 versículo 16 nos dice “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, (pecadores a sacerdotes) y orad unos por otros, para que seáis sanados”
Dios ha puesto su misericordia en el confesionario de la Iglesia Católica para que el hombre sienta humildad, se sienta humillado de haber ofendido a Dios y venga con un corazón contrito a desocupar el veneno del pecado que le está arruinando su alma.
Si no confesamos nuestros pecados, Primera de Juan capítulo 1: versículos 8 al 10 dice, Si dijéramos que no tenemos pecado, nos engañaríamos a nosotros mismos y la verdad no estaría en nosotros.
Si confesamos nuestros pecados, fiel y justo es El (Cristo en su Iglesia) para perdonarnos y limpiarnos de toda iniquidad.
Si decimos que no hemos pecado, le desmentimos y su palabra no está en nosotros.
¿Y si rechazamos el camino que nos ha propuesto?, ay de nosotros.
Yo soy el camino, la verdad y la vida dice el Señor, nos dice en realidad Yo les dejo mi Iglesia como camino a seguir, como verdad infalible a no contradecir y como vida alimentada por mi propia sangre en la Sagrada Eucaristía. El que rechaza la Iglesia rechaza a Cristo ya que Él es la cabeza y nosotros somos miembros de su cuerpo místico.
Cristo en su Iglesia Camino, nos escucha nuestros pecados a través del Sacerdote, para que quedemos limpios para poder comer de su cuerpo y beber de su sangre.
Queridos hermanos y hermanas todos los retirados de la fe católica, ustedes encuentran un camino fácil en otra Iglesia donde no se tiene a Cristo para que escuche y perdone sus pecados, porque son ovejas sin Pastor, y su Pastor es como un ciego llevando los ciegos a un precipicio. ¿Han escuchado sobre el Anti Cristo? ¿No saben quien es? Pues ahí donde se niega a Cristo perdonando los pecados, derramando su sangre en el altar eucarístico, ahí está.
Abran los ojos y los oídos: Carta 1a Juan capítulo 2 versículo 18 Hijitos, ésta es la hora postrera, y como habéis oído que está para llegar el anticristo, os digo ahora que muchos (muchos pastores) se han hecho anticristos, por lo cual conocemos que ésta es la hora postrera.
1Jn 2:19 De nosotros (la Iglesia Católica) han salido, pero no eran de los nuestros. Si de los nuestros fueran, hubieran permanecido con nosotros; pero así se ha hecho manifiesto que no todos son de los nuestros.
Están en una Iglesia que no es la Iglesia verdad, donde se distorsiona la Palabra de Dios y se le da un significado falso con la mentira de Satanás. Es el mismo tentador de Cristo en el desierto que ha tentado al hombre con la Palabra de Dios para convercerlo de no confesar sus pecados, para convencerlo de no alimentar su alma con la Preciosa Sangre de Cristo y para desobedecer a Cristo la Iglesia y llamarle la ramera del Apocalípsis pisoteando así la Sangre de Cristo.
Están en una Iglesia que no es la vida porque sus almas están raquíticas, sedientas de la sangre de la vida que solo se encuentra en el Sacramento de la Sagrada Eucaristía, Juan capítulo 6 versículos 55 y 56. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre está en mí y yo en él.
Están acumulando sus pecados en el alma como quien llena un basurero putrefacto, se están autojustificando con ciertas frases de las Sagradas Escrituras saliéndose del contexto doctrinal que Jesús le dejó a sus apóstoles.
2ª de Juan capítulo 1 versículo 7 Ahora se han levantado en el mundo muchos seductores, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne (la cual se come en la Sagrada Eucaristía). Este es el seductor y el anticristo.
Este mismo seductor, el Anti Cristo ha lavado la mente de los que no creen que Jesús perdona los pecados a través del Sacerdote.
Querido hermano, hermana. ¿Cuanto hace que no te confesaste? Dios te ama, regresa a casa.
Porque confesarnos con un hombre - Sacerdote - Católicos