Ven Adorado niño Jesús, nacido en Belén, para la Gloria de Dios en las alturas y para traer paz a los hombres de buena voluntad.
Ven Hermoso niño divino, imagen y esplendor del Padre Eterno, restaura la imagen de mi alma a esa belleza prístina en la cual tú me creaste.
Ven Restaurador de las almas, restaura todas las almas que engendraste en tu alma con tu encarnación.
Ven belleza de todas las bellezas, tú que vestiste de hermosura a todas las criaturas grandes y pequeñas, cambia la fealdad causada por mi pecado, lléname de tu belleza celestial.
Ven hermosura sin igual, embellece esta humanidad que se destruye en la fealdad del pecado.
Ven dulce amor divino, endulza las amarguras de mi alma, endulza todas las almas.
Ven divino regalo celestial, suple mi necesidad, suple a todos los seres humanos.
Ven divina luz de todas las luces, ilumina la oscuridad de mi alma, ilumina todas las almas.
Ven Luz que alumbra el universo, ilumina nuestra humanidad envuelta en las tinieblas del pecado.
Ven divina majestad de lo alto, ven a reinar en mi alma.
Ven Rey Supremo enviado del Padre, ven reina en mi alma y en todas las almas.
Ven inocente cordero, ven destruye las culpa de mis pecados, y la de todos los seres humanos, ven restaura nuestra inocencia.
Ven Dios encarnado, ven divina Palabra, Verbo Eterno, ven encárnate en mi alma y en todas las almas.
Ven Pureza Divina, presencia omnipotente, purifica mi alma, esparce tu pureza sobre toda la humanidad.
Ven caridad del Padre, atiende mi llamado, escucha mis plegarias, escucha toda la humanidad.
Ven Divino niño Jesús, Palabra de Dios encarnada, purifica nuestros cuerpos y nuestras almas, por los méritos de tu divina pureza y de tu infancia.
Ven divina caricia celestial, acaricia mi alma, transfórmame para poder ser como tú. Acaricia todas las almas que creaste con tu mano celestial.
Ven Rey de las Naciones, ven entra en mi alma, ven Jesús mío, reina en mi vida, ven muéstrame el camino.
Ven Sabiduría Eterna de Dios encarnada, ven ilumina mi mente y mi alma, ven disipa mi ignorancia y enséñame. Enséñanos.
Ven humildad encarnada, ven destruye mi orgullo, ven destruye el orgullo de todos los seres humanos, llénanos de la humildad.
Ven autor de la vida, vida de mi vida, sácame de la muerte del pecado, vive en mí, en la vida de la Gracia.
Ven vida de nuestras vidas, vive en todos mis hermanos, ven Gloria del Padre Eterno, glorifica la vida con tu Presencia Santa, Emanuel Dios con nosotros.
Ven niño Jesús, entra en el pesebre de mi alma, en la cuna de mi corazón, reposa allí y déjame reposar en ti.
Ven Hijo de María, lléname de ese amor que le diste a tu madrecita santa, ven déjame compartir esa ternura maternal.
Ven Rey Celestial, reina con tu Madre Santísima en todos los corazones.
Ven divino Salvador, que te encarnaste en el vientre de la Santísima Virgen María, que te encarnas en toda hostia consagrada por el Sacerdote, que te encuentras con nosotros y te encarnas en nuestras almas con tu presencia en cada sacramento de la Iglesia, ven sálvame, salva todas las almas.
Ven niño adorado, que viniste al mundo con el propósito de morir en la cruz para salvarnos del pecado y darnos la vida eterna.
Ven entra en nuestras almas para que nos compartas tu victoria sobre la muerte, el pecado, el mundo, el demonio y la carne.
Ven Divino Salvador, fuego del Amor Divino, enciende una hoguera en nuestros corazones para que podamos adorarte con amor seráfico.
Ven puerta del cielo que te abriste con ese corazón traspasado por la lanza, déjame entrar en ti, déjame morar en ti, crucifícame con los clavos de tu amor, de tus deseos y de tu voluntad. Permíteme vivir en tus santas llagas, sangre, agua, dolores, lágrimas y angustias y las de tu Madre Santísima.
Ven Jesús, ven Sagrada Eucaristía, conviérteme en una hostia de tu Gracia y de tu Amor, en un cáliz de tu Sangre, en un tabernáculo de tu Presencia, en un sol de tu Luz y en una imagen de tu Santidad.
Ven Divina Voluntad del Padre, Ven Divina Sabiduría Encarnada, Ven Espíritu Santo del Amor, ven encárnate en mi alma y en todas las almas.
Gloria a Dios el Padre, Gloria a Dios el Hijo y Gloria a Dios el Espíritu Santo, tres personas distintas, y un solo Dios Verdadero, Espíritu y Verdad.
Jesús te ama.