Salmo 91 Meditado - Cura el Coronavirus - Oración de Sanación - Confianza en Dios
Meditación del Salmo 91, las promesas del Altísimo para todos los que confían en él
Salmo 91:1
El que habita al amparo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso.
Señor dame la gracia de vivir en la luz de tu Presencia, para estar siempre cobijado con tu sombra
Salmo 91:2 Yo le digo al SEÑOR: Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío.
Yo reconozco que te necesito Señor, busco mi morada en ti, pues tú me rodeas con tu protección, tú eres el Dios que me ha creado, me entrego totalmente a tu amparo y protección.
Salmo 91:3 Sólo él puede librarte de las trampas del cazador y de mortíferas plagas,
Solo tú Señor tienes el poder para no dejarme caer en tentación y librarme de las trampas del maligno.
El demonio pierde su poder ante ti Señor y aunque planea la caída de todos los seres humanos, tú Señor Dios frustras sus planes. Solo tú Señor nos salvas, no solo de las enfermedades que nos agobian el cuerpo, sino de la lepra del pecado que nos causa la muerte del alma.
Salmo 91:4 pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será tu escudo y tu armadura!
Señor, yo vengo como un polluelito que se refugia en las alas de su madre, solo tú eres mi seguro refugio. Cúbreme con la verdad para que me proteja y me haga libre, y para que me mantenga listo para la batalla espiritual.
Salmo 91:5 No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día
Contigo Señor estoy en tu luz y no sufro la noche oscura del temor. No temo las flechas que diariamente me dispara el enemigo, tentaciones que me asechan, problemas que resultan, actitudes de enemistad, tribulaciones o enfermedades.
Salmo 91:6 ni la peste que acecha en las sombras ni la plaga que destruye a mediodía.
La pandemia me rodea, el Coronavirus embiste como un toro y trabaja al escondido, pero si yo estoy contigo, ¿que podrá contra mí?, la plaga se encuentra a mi alrededor, pero yo no temo porque mi vida no es mía sino tuya, tú te la puedes llevar cuando tu desees, tú puedes permitir que la tribulación me aseche para castigarme o para probar mi fe .
Salmo 91:7 Podrán caer mil a tu izquierda, y diez mil a tu derecha, pero a ti no te afectará.
Realmente tú eres el único que da el privilegio de vivir, no pongo la confianza en los hombres ni en mí mismo, solo en ti Señor. Tu Justicia se manifiesta y muchos pueden caer, es tu voluntad, por eso confío en ti Señor, tú eres mi luz y mi salvación.
Salmo 91:8 Basta con que fijes tu mirada, para ver a los impíos recibir su merecido.
He visto como los malvados te desafían y quebrantan tus mandamientos, pensaron que nunca se enfrentarían a tu Justicia, que tan mal les puede ir, por eso que se haga tu voluntad Señor.
Salmo 91:9 Ya que has puesto al SEÑOR por tu refugio, al Altísimo por tu protección,
Yo no me refugio en mi salud, ni en mi fortuna, ni en mi poder, ni en mi inteligencia, ni en la sabiduría humana. En tus manos encomiendo mi cuerpo, mente y alma, haz conmigo lo que tú desees Señor.
Salmo 91:10 No te llegará la calamidad ni se acercará la plaga a tu tienda.
Señor, yo dependo de ti, confío en tu protección, tu me rodeas con tu poder. Todo lo que tú permites que venga a mi vida es tu voluntad, bendito seas Señor.
Salmo 91:11 Porque él ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos.
Señor, es un privilegio ser tu hijo y saber que me encuentro bajo tu protección, te alabo Señor por que me manifiestas tu bondad, aunque no la merezco.
Salmo 91:12 Con sus propias manos te levantarán para que no tropieces con piedra alguna.
Es maravilloso confiar en tu poder, es hermoso depender de tu divina providencia.
Salmo 91:13 Aplastarás al león y a la víbora; ¡hollarás fieras y serpientes!
El poder de tu Santo Nombre me acompaña para aplastar los enemigos que me rodean, los espíritus del mal tiemblan ante tu presencia que me fortalece.
Salmo 91:14 Yo lo libraré, porque él se acoge a mí; lo protegeré, porque reconoce mi nombre.
Señor, tú eres mi Señor y Salvador, tu me liberarás de las fuerzas del enemigo porque yo me acojo a ti, yo vivo en ti y tú vives en mí, por eso estoy seguro de tu protección. Yo reconozco el poder de tu Santo Nombre.
Salmo 91:15 Él me invocará, y yo le responderé; estaré con él en momentos de tribulación; lo libraré y lo colmaré de honores.
Señor, yo invoco constantemente tu Santo Nombre, siempre veo como me respondes. Aunque la tribulación venga a mi vida, tú estás conmigo para fortalecerme, tú me llevas de tus manos para caminar en tu luz y me das el honor de ser hijo de Dios.
Salmo 91:16 Lo saciaré de larga vida y le haré ver mi salvación.
Señor tú eres la vida, y no solo la vida temporal humana, sino que nos tienes preparada la vida eterna, para todos los que confiamos en tu palabra y por eso veremos tu salvación.
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