Ante la situación actual post pandemia, que está produciendo una nueva Iglesia, si. Porque no es la misma Iglesia que tuvimos por dos mil años, es una adaptación de la Santa Misa a un modo profano de celebrar el misterio más grande de nuestra fe.
Dios está verdaderamente presente con nosotros en la Santa Misa, pero es que se nos está presentando una situación moderna y no religiosa que obliga a la Iglesia a cambiar la forma sagrada de celebrar la Santa Misa.
Si Dios viene al altar, y eso realmente es verdad cuando la misa es válida, entonces ¿porque invalidarla con métodos improvisados que se adaptan a la mente del mundo? Porque que tratar esa Presencia en la hostia consagrada como a cualquier comida vendida en un restaurante que está sujeta a procedimientos de bio seguridad? Acaso no creemos que Jesús está realmente presente en la hostia consagrada por el Sacerdote? Acaso el Sacerdote duda de que Jesús entra en esa hostia consagrada? Acaso la Iglesia tiene que someterse a las leyes del mundo al costo de negar esa Presencia o profanarla por medio de la mascarilla que usa el Sacerdote y peor aun, en muchos lugares el uso de guantes?
Que le está pasando a la Iglesia, ¿se atreve a profanar a Cristo por complacer al mundo? ¿Y porque no ha protestado, y porqué también el Sacerdote ahora va a entregar la hostia consagrada sin decir “Cuerpo de Cristo” y ¿porque el que la recibe tiene que recibirla en la mano y no en la boca? Y también sin arrodillarse, Y ¿Por qué el que comulga no puede ni siquiera decir “Amén”?
Hermanos y hermanas, ¿Qué ha pasado?
Sencillamente se ha abolido el Sacrificio perpetuo de la Santa Misa. Pues este tipo de misa no tiene ningún valor ante Dios, es más bien una provocación, porque invita al Sacerdote y a los fieles a profanar el cuerpo real de Cristo en la Sagrada Eucaristía.
Para el hombre de fe, esto es un engaño, esto no es lo que alimenta el alma sino lo que la puede pervertir.
Ya dijo por eso le dijo el Señor al demonio en Mateo capítulo 4 versículo 4 No solo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Eso mismo le dice el Señor a los tentadores que nos quieren hacer profanar el cuerpo de Cristo, “No solo de pan vive el hombre”
El enemigo aprovecha que la gente estuvo más de tres meses sin recibir la Sagrada Eucaristía para hacerle recibir este pan que viene combinado con profanación del cuerpo de Cristo en varias formas como lo mencioné anteriormente.
Entonces es tiempo de ayunar en cuanto a la recepción del cuerpo de Cristo tal como nos dice Jesús en su palabra. Marcos capítulo 2 versículo 20. Pero llegará el día en que se les quitará el novio, y ese día sí ayunarán.
Pero ayunarán solo aquellos que disciernan esta palabra, ya que el tentador nos invita a comer en el hambre de la Eucaristía, a profanar este pan bajado del cielo. Los que no disciernen con sabiduría participarán de una carnicería terrible con el cuerpo de Jesús.
Pues Jesús ha estado con nosotros libremente por más de dos mil años, nos ha invitado a todos a unirnos con Él. Pero llegó el momento de su separación, porque ya ha sido traicionado, vendido y ahora está crucificado, con sus manos impedidas ya no nos puede ayudar sino en el espíritu. Por consiguiente no está disponible para que lo recibamos, sería participar en añadirle más tormentos a su pasión.
La Iglesia es el cuerpo de Cristo y como tal ya se le llegó el momento de su pasión y muerte.
Las Iglesias se han cerrado, no por voluntad de los hombres sino porque Dios la ha dispuesto así, está cansado de los sacrificios sacrílegos que se le han ofrecido, pues hasta los mismos sacerdotes han perdido la fe y no han hecho nada por promulgar el arrepentimiento y la conversión.
Desde lo alto, por la voz del falso profeta viene todo lo contrario al arrepentimiento, la promoción de la inmoralidad en la exhortación Amoris Laetitia y otras publicaciones que se burlan del sexto mandamiento y ponen a Dios por debajo del hombre.
Laudato Si, que es una invitación a la idolatría, una adoración a la madre tierra, diosa pagana que le roba el culto a Dios.
Con razón Dios prefirió que se cerraran los templos. Por eso es tiempo de ayunar y no dejarnos ser tentados de un pan que viene contaminado con profanación y sacrilegio.
La gran abominación ya está sentada sobre la Iglesia, es tiempo de adorar a Dios en Espíritu y en verdad.
Mateo capítulo 4 versículo 4 No solo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
No solo de pan podemos vivir sino también de nuestra fe. Recordemos que hemos recibido el cuerpo y la Sangre de Cristo, y el Señor prometió en Juan capítulo 6 versículo 50 al 51 Pero éste es el pan que baja del cielo; el que come de él, no muere.
51 Yo soy el pan vivo que bajó del cielo. Si alguno come de este pan, vivirá para siempre. Este pan es mi carne, que daré para que el mundo viva.
Jesús nunca dijo que teníamos que comer de su cuerpo y beber de su sangre diariamente, en efecto una sola gota de la Preciosa Sangre de Cristo es suficiente para darnos la salvación, así que en este tiempo de ayuno causado por la pandemia, recurramos espiritualmente a esa Preciosa Sangre de Cristo que vive en nosotros.
Somos templos del Espíritu Santo, por eso Dios vive en nosotros. Si tenemos fe en Dios, Él siempre estará con nosotros y lo estará hasta el final de los tiempos.
Queridos hermanos y hermanas. Ante esta epidemia espiritual que azota el mundo católico, busquemos sacerdotes fieles a Cristo que estén dispuestos a darnos los sacramentos como se hacía antes, sin ninguna modernización, pues Dios es eterno, Él no cambia y por eso la Iglesia de dos mil años no puede cambiar, no escuchemos al demonio que quiere aprovecharse de nuestra necesidad.
Pocos estaban con Cristo en la cruz, aunque eran cientos de discípulos, pero solo la Santísima Virgen María, Juan el discípulo amado, María Magdalena y las mujeres santas le acompañaron, este fue el remanente fiel que ahora nosotros representamos si permanecemos fieles en nuestra fe.
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No solo de pan vive el hombre – No Eucaristía
No solo de pan vive el hombre – No Eucaristía 
