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En nuestra desesperación, venimos siempre a Dios cuando necesitamos ayuda.
¿Estamos pidiendo con fe o quizás estamos usando a Dios como último recurso? ¿Estamos instruyendo a Dios para que nos ayude?
Normalmente no lo llamamos en nuestros buenos momentos para agradecerle o alabarlo, pero somos muy rápidos para llamarle cuando estamos en problemas. ¿Es justo?
No pedimos ayuda a alguien que no conocemos porque no confiamos en que recibiremos una buena respuesta. Es por eso que debemos amar a Dios y conocerlo bien. Dios es nuestro Padre y derrama sus favores sobre buenos y malos por igual, Él es muy misericordioso con aquellos que lo aman.
Lo bueno es que ninguna oración queda sin respuesta. Ahora tu puedes decir, pero he orado y no he recibido lo que pedí. Tu puedes pensar que tienes razón, pero Dios siempre nos responde de alguna manera, incluso de alguna manera desconocida. De hecho, cuando venimos a Él, ya lo estamos alabando al aceptar que Él es Dios. Cuando no recibamos lo que pedimos, recibiremos otras gracias que necesitamos con más urgencia. Al menos por medio de la oración, estamos ante nuestro Dios y Él iluminará su luz sobre nuestras almas, estando muy complacido de que al menos lo llamemos Padre. En nuestro encuentro con Dios en oración, nunca salimos con las manos vacías.
El Señor dice:
Mat 21:22 Y todo cuanto pidáis con fe en la oración, lo recibiréis.
Mat 7:7 "Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá.
Mat 7:8 Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
 Soy muy sensible a cada palabra que me dices, incluso a cada suspiro. Escucho tu corazón y siento tu quebrantamiento, nunca desprecio tu oración. Yo causo que mi gracia fluya a tu vida cuando vienes a mí con un corazón humilde y contrito.
Si vives en pecado mortal me has crucificado, ¿entonces cómo puedes esperar obtener mi favor? Sin embargo, hago que mi bondad venga sobre ti de alguna manera, incluso si te conduce al arrepentimiento. Entonces, cuando rezas con sinceridad y contrición, te doy lo que necesitas. Muchas veces ha sido declarado por la Divina Voluntad que debes sufrir para purificar tu alma, en ese caso, tu oración no puede ser respondida como esperas, pero mi gracia fluirá en tu vida o en la vida de otros como una fuente sagrada que nunca se seca. La oración es la forma en que me hablas, así que tus oraciones nunca son una pérdida de tiempo. Yo siempre estoy escuchando
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