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Madre de la Gracia
Madre de la Gracia
Estaba en Australia, se me presentó una oportunidad para viajar a Melbourne una ciudad a hora y media de Sydney por avión, allí se hizo un retiro espiritual en un Centro Mariano. Durante la primera Eucaristía yo lloré mucho, y casi no recibo al Señor, pues sentía mucha culpa en mi alma.
Después una señora se me acercó y me dio una tarjetita, me dijo, Yo recibo mensajes del Señor, el me dijo estas palabras para usted. "Tu eres mi hijo de Bendición, y eres muy digno de estar en la mesa de tu Señor."
Este encuentro con Jesús me dio mucha paz, y dos días después terminó el retiro espiritual con la bendición de 3 obispos y 10 sacerdotes. Salimos al campo, le dieron la bendición a una replica de la Iglesia de Medjugorje. Toda la gente se empezó a retirar, yo miré el cielo y vi que el sol estaba danzando, grité, miren el sol, está danzando. La gente miraba y se deleitaban con ese fenómeno, luego yo vi el rostro de la Santísima Virgen María en el Cielo, era un rostro de mucha hermosura, las nubes formaban su rostro de una manera nítida, perfecta y celestial, su cabeza inclinada hacia la derecha, en su boca estaba el sol.
Yo me preguntaba, ¿porque está el sol allí?, que bueno que se moviera. Me olvidé como en el Apocalipsis San Juan tuvo una visión de la Virgen María en el Cielo vestida con el sol.
Entonces, el sol empezó a moverse hacia abajo, pero la quijada de la Virgen María también se movía, y lo hizo lentamente hasta que la boca de la Virgen María se veía totalmente abierta y yo sentí miedo en ese momento.
Descendió un rayo de luz que tomó la forma de un cono de luz que me envolvía, unos tres metros a mi alrededor.
El mundo real se me desapareció, desde el sol bajaban rayos y truenos, había mucha luz.
Yo sentí que la Virgen María me hablaba en el corazón, y me dijo: "Yo soy la Madre de la Gracia, yo le estoy dando Gracia a las almas de todos los que aman"
Y así ocurrió este primer momento en el cual yo escuché esta voz celestial, duré como una semana como borracho, pero muy lleno del Espíritu Santo. A partir de ese momento he venido recibiendo mensajes de Jesús, de La Virgen María y de Dios el Padre.
Mi vida fue transformada totalmente, desde ese día, yo voy a la misa diariamente, rezo el rosario, hago otras devociones a la pasión del Señor y también devociones a la Divina Misericordia. También soy muy devoto de la Palabra de Dios en las Sagradas Escrituras.
Este encuentro celestial, me ha movido a transmitir mi experiencia con el Señor, lo cual por más de dieciocho años hago a través del sitio web www.theworkofgod.org, en español es el Trabajo de Dios.
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