Visión de Juan Bautista
Diariamente hacemos con mi esposa una devoción con agua bendita para rociar las almas del Purgatorio, pedimos a Cristo crucificado que nos de agua de su costado, le pedimos a la Virgen María que nos bendiga el agua que usamos, Ungimos al niño Jesús en sus piecitos y manitos le pedimos que chapucee y envíe esa agua bendita a las almas y las libere de sus penas de Purgatorio. Luego le pedimos a Juan Bautista que lleve ríos de agua viva al Purgatorio para aliviar las almas del Purgatorio.
Una noche yo le estaba diciendo, San Juan Bautista te pido que lleves al Purgatorio el agua del Jordán, esa agua que fue santificada por Jesús durante su Bautismo. Y en ese momento tuve esta visión: Juan Bautista en su traje rústico de cuero que le llegaba a las rodillas, con cinturón, iba de mucha prisa por un río seco hacia abajo.
A la altura de sus rodillas se había formado como una capa de piedras de varios tamaños, desde un centímetro de ancho hasta diez centímetros, era como un río flotante hecho de piedritas separadas, que flotaban al mismo nivel y acompañaban a Juan en su descenso al Purgatorio.
Entendí que él estaba enviando ríos de agua viva para el Purgatorio, y por eso el río estaba seco.