Demonio enfurecido durante la adoración
Estaba adorando a la Santísima Trinidad, y le dije separadamente a cada una de las tres personas, deseo y quiero ardientemente la salvación de toda la humanidad.
Cuando terminé, tuve la visión de un brujo de unos cincuenta y cinco años, estaba barbado, con bigote y con pelo largo medio canoso, crespo abundante, tenía puesto un sombrero de brujo sin alas, también vestía un traje negro como de sacerdote.
Su rostro estaba lleno de odio, su ojo derecho totalmente abierto, se veía blanco como el de un lobo, el ojo izquierdo un poco cerrado, su rabia la mostraba en sus cejas acercadas e inclinadas hacia abajo.
Esta visión me muestra como se irrita el demonio cuando adoramos a Dios.
Continuando mi adoración otra noche vi un basurero, y entre las basuras se veía una serpiente gruesa de colores claros que se movía allí, el Espíritu me dio a entender que el demonio está siempre en medio de la suciedad.
A los dos días haciendo la misma adoración ante mi altarcito tuve una visión de mi celular que fue arrojado violentamente del altar al suelo, (yo tengo muchas oraciones en mi celular).
Y también me ha ocurrido varias veces cuando hago mi adoración que escucho una voz que me dice: váyase.
También le he escuchado decir: No tanta oración, no es necesaria.
Hace mucho tiempo trató de impedirme que recibiera la Eucaristía y me decía: no la recibas.
En sus deseos de frustrar mis oraciones algunas veces trata de distraerme, o de alguna manera hace que resulte un cansancio muy grande que me impide seguir rezando, pero hasta el último momento hago mis oraciones con perseverancia.
Luego le digo al Señor, perdona Señor mis debilidades, te las ofrezco unidas a mi oración.
Entiendo que el Señor me permite ver la frustración del demonio ante mi perseverancia.
De todas maneras está comprobado que el demonio sufre cuando adoramos a Dios.
Igualmente el demonio es enemigo del rosario, hace mucho tiempo recuerdo al principio de mi vida espiritual como trataba de evitar que rezara el rosario, en una ocasión me lo arrebató de las manos.
Y naturalmente el demonio me ha atacado muchas veces en sueños, pero el Señor me ha permitido siempre en todas las ocasiones salir victorioso usando el nombre de Jesús y la Santa cruz. Más sobre ese tema en otra oportunidad.