Después de nuestra muerte tenemos el Juicio Particular y luego
ante la Verdad será resuelto nuestro futuro eterno, si somos salvados pasaremos
por la purificación del Purgatorio, si no somos salvados seremos arrojados al
Infierno.
El tiempo del Purgatorio depende de las culpas que tengamos que pagar, por eso
es necesario ayudar a las almas del Purgatorio porque ellas no pueden rezar por
ellas ni pueden ganar gracias para disminuir su castigo.
Se dice que más vale una misa bien atendida durante nuestra vida que muchas que
se ofrezcan después de nuestra muerte, sin embargo, la Santa Misa es la devoción
más valiosa que se puede ofrecer por el eterno descanso de un alma, o por todas
las almas del Purgatorio, pues estamos ofreciendo la Preciosa Sangre, Agua,
Dolores, Lágrimas y Angustias de Jesús y María, cuyo valor es infinito.
Como ayudar a
las almas del Purgatorio con Misas Gregorianas
El Papa y Doctor de la Iglesia San Gregorio Magno (+604), cuando era abad de un
monasterio, antes de ser Papa, cuenta sobre un monje llamado Justo, que ejercía
con su permiso la medicina. Una vez, había aceptado sin su permiso una moneda de
tres escudos de oro, faltando gravemente así al voto de pobreza. Después se
arrepintió y tanto le dolió este pecado que se enfermó y murió al poco tiempo,
pero en paz con Dios. Sin embargo, San Gregorio, para inculcar en sus religiosos
un gran horror a este pecado, lo hizo sepultar fuera de las tapias del
cementerio, en un basural, donde también echó la moneda de oro, haciendo repetir
a los religiosos las palabras de San Pedro a Simón mago: "Que tu dinero perezca
contigo". A los pocos días, pensó que quizás había sido demasiado fuerte en su
castigo y encargó al ecónomo mandar celebrar treinta misas seguidas, sin dejar
ningún día, por el alma del difunto.
El ecónomo obedeció y el mismo día que terminaron de celebrar las treinta misas,
se apareció Justo a otro monje, Copioso, diciéndole que subía al cielo, libre de
las penas del Purgatorio, por las treinta misas celebradas por él. Estas misas,
se llaman ahora, en honor de San Gregorio Magno, misas gregorianas. Estas
treinta misas se celebran seguidas por los difuntos, y son muy beneficiosas para
la salvación de las almas.
También podemos hacer una gran devoción como ofrecimiento por las
almas del Purgatorio con las misas Gregorianas, según esta revelación hecha a
San Vicente Ferrer.
Misas Gregorianas de San Vicente Ferrer TOMADO DEL EXPEDIENTE INQUISITORIAL DE LAS MISAS DE SAN VICENTE FERRER
DOÑA FRANCISCA (hermana de San Vicente)
Pues eres mi sangre, escucha:
no es posible que yo salga de este incendio que me oprime,
de este fuego que me abrasa, en cuanto tú no dijeres,
a mi alma dedicadas, las misas de San Gregorio.
En ellas, la soberana majestad del Uno y Trino
puso virtudes tan altas, consagró dones tan regios,
depositó tantas gracias, favores e indulgencias,
que con ellas revocara Dios la sentencia que ha dado
contra mí, si tú, con ansias, prerrogativas y afectos,
estas misas sacrosantas de San Gregorio celebras.
Pues no sólo entre las llamas me aliviaran, pero al punto
que su número llegara al debido cumplimiento,
saldré de esta cárcel santa a la gloria de Salem,
paraíso de la gracia.
Duélete, hermano, de mí, de los dolores que pasa
mi espíritu; no permitas que pene entre penas tantas,
entre diluvios de fuego, entre volcanes de llamas,
entre horribles mongibelos, mi alma, depositada
hasta el día del Juicio (día tremendo, a quien llaman
los Santos día espantoso del gran Dios de las venganzas.
Cúbrese el Purgatorio.
SAN VICENTE FERRER
Mi Dios, vuestros juicios son misteriosos y admirables,
prodigiosos, inefables, como dice Salomón.
Y en esta revelación manifestáis los primores,
regalos, luces, favores, piedades, glorias, ternezas,
auxilios, dones, franquezas, que usáis con los pecadores.
Y, pues el medio habéis dado para que vuestra sentencia
la revoque la clemencia de vuestro nombre sagrado;
pues mi oración ha llegado al eterno consistorio,
para que del Purgatorio salga a luz esta visión,
reveladme cuántas son las misas de San Gregorio;
a qué santo dedicadas han de ser. Que yo, Señor,
aunque indigno pecador, de estas siempre iluminadas
revelaciones aladas obedeciendo el intento,
de vuestro real mandamiento y adorada majestad
celebre con humildad el más alto sacramento.
Tocan chirimías, y baja en una nube un ángel
con un pergamino, o tablas, escritas
las misas de San Gregorio.
ÁNGEL A SAN VICENTE FERRER
Varón justo, el Uno y Trino tus lágrimas recibió
por perfecto sacrificio, víctima de más valor.
Y, pues has visto a tu hermana, y fue la revelación
por mérito de sus obras, sacra inspiración de Dios;
pues hasta el Juicio Final a tu hermana condenó
en el Purgatorio eterno la justicia de Siló;
pues por medio de las misas de San Gregorio, el Señor
revocará la sentencia.
En este sacro padrón vienen escritas, notando
que cuarenta y ocho son:
siete a la Virgen María; una a la Circuncisión;
tres a los Patriarcas; una a la Santa Pasión;
nueve a los Coros Angélicos; tres al Baptista y su voz;
cinco a los Apóstoles; dos al Ángel Custodio;
una a San Miguel de Difuntos, y las tres, con fervor,
a todos los Confesores y Mártires del Señor;
cuatro a los Evangelistas; una al Miércoles de Pasión,
cinco a las Llagas de Cristo, y tres, con devoción,
a la Santa Trinidad.
Éstas, insigne varón, las cuarenta y ocho misas
son, que el Papa celebró San Gregorio, y tú las puedes
celebrar, para que yo saque el alma de tu hermana,
por mandamiento de Dios, del Purgatorio, y la lleve
a la celestial Sión
Vuela el ángel.
SAN VICENTE FERRER
Gracias os doy, rey inmenso, por tan supremo favor:
los ángeles os alaben, pues en el coro mayor
todos os aclaman santo, santo, santo, Sabaot;
infinitamente justo, misericordioso sois;
y así diré con David, al son del arpa interior,
tocando la voluntad las cuerdas de la razón:
naciones del Universo,
¿quién hay como vuestro Dios?
Programa para hacer las 48 misas Gregorianas como lo hizo San Vicente Ferrer
Misas Gregorianas por el alma de:
Misas Gregorianas por el alma de:
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FECHA
1
Virgen María (7)
2
Virgen María
3
Virgen María
4
Virgen María
5
Virgen María
6
Virgen María
7
Virgen María
8
Circuncisión (1)
9
Patriarcas (3)
10
Patriarcas
11
Patriarcas
12
Santa Pasión (1)
13
Coros Angélicos (9)
14
Coros Angélicos
15
Coros Angélicos
16
Coros Angélicos
17
Coros Angélicos
18
Coros Angélicos
19
Coros Angélicos
20
Coros Angélicos
21
Coros Angélicos
22
Juan Bautista y su voz (3)
23
Juan Bautista y su voz
24
Juan Bautista y su voz
25
Apóstoles (5)
26
Apóstoles
27
Apóstoles
28
Apóstoles
29
Apóstoles
30
Ángel custodio (2)
31
Ángel custodio
32
San Miguel de difuntos (1)
33
Confesores y Mártires del Señor (3)
34
Confesores y Mártires del Señor
35
Confesores y Mártires del Señor
36
Evangelistas (Juan) (4)
37
Evangelistas (Mateo)
38
Evangelistas (Lucas)
39
Evangelistas (Marcos)
40
Miércoles de Pasión (1)
41
Llagas de Cristo (5)
42
Llagas de Cristo
43
Llagas de Cristo
44
Llagas de Cristo
45
Llagas de Cristo
46
Santísima Trinidad (3)
47
Santísima Trinidad
48
Santísima Trinidad
Testimonio sobre el resultado de
estas misas Youtube
Como ayudar a
las almas del Purgatorio con oraciones,
como sacar almas, ánimas en pena
1 Hacer coronillas de la divina
Misericordia por las almas del Purgatorio
2 Rezar el Santo Rosario para
ayudar las almas del Purgatorio
3 Hacer sacrificios y ofrecer
limosnas por las almas del Purgatorio
Como ayudar a las almas del Purgatorio con LOS CIEN REQUIEM
Devoción de los 100 REQUIEM
Para hacer esta devoción, la podemos hacer con un rosario común de cinco
decenas, recorriéndolo dos veces para formar las diez decenas, o sea la centena
de Réquiem.
Se empieza rezando un Padrenuestro y después una decena de Réquiem en esta
forma:
Dadles, Señor, el eterno descanso y haced lucir sobre ellas vuestra eterna luz.
En cada cuenta grande se dirá la jaculatoria y ofrenda siguientes:
JACULATORIA
Almas santas, almas pacientes, almas cautivas, rogad a Dios por nosotros, que
nosotros rogaremos a Dios por vosotras para que El Señor les dé la gloria
eterna.
OFRENDA
Padre eterno, os ofrecemos la sangre, pasión y muerte de Jesucristo, los dolores
de la Santísima Virgen y los de San José, por la remisión de nuestros pecados,
la libertad de las almas del Purgatorio y la conversión de los pecadores.
En seguida se rezan la segunda y demás decenas de Réquiem sobre las cuentas
pequeñas, repitiendo la jaculatoria y la ofrenda sobre cada cuenta grande.
Acabadas las diez decenas, o sea la centena de Réquiem, se rezará la siguiente
oración:
DE PROFUNDIS
Salmo 129
Desde el profundo abismo de mis penas
a Ti clamo, Señor, de noche y día;
oye, mi Dios, los incesantes ruegos
de un corazón contrito que se humilla.
Estén gratos y atentos tus oídos
a mi voz lamentable y dolorida:
a Ti mis ayes y gemidos lleguen
pues a escucharlos tu piedad se inclina.
¿Si siempre airado tus divinos ojos
sobre las culpas de los hombres fijas,
quién estará confiado en tu presencia,
confundiéndonos sólo ante tu vista?
Más la eterna palabra de tu seno
que aplaque espero tus terribles iras;
porque son inefables tus promesas
y con tus gracias pecador invitas.
Así aunque mi alma acongojada gime
contemplando el rigor de tu justicia,
por tu palabra la indulgencia espera,
de que la hacen culpas tan indigna.
¡Oh pueblo electo! De mañana y noche,
en todos tus peligros y fatigas,
acógete al Señor con la confianza
que en su ley soberana nos intima.
Porque es inagotable su clemencia;
se muestra con los flacos compasiva;
de todas sus miserias los redime,
y siempre que le claman los auxilia.
Este Dios abrevie el tiempo
en que logre Israel su eterna dicha
cuando de tus pecados la liberte,
que con tanto rigor la tiranizan.