Jesús:
Yo soy el Dios todopoderoso, el poderoso creador.
A mi comando, los cielos y la tierra tiemblan, a mi voz las estrellas de los cielos se humillan y sienten vergüenza de su luz porque Yo soy todo brillante.
Yo soy el Señor tu Dios, hazte humilde ante mí hijo mío y glorifícame. Haz reparación con toda tu humildad por aquellos que son orgullosos.
No consideres nada bueno en ti, porque Yo soy toda bondad y todo lo bueno viene de mí. No te consideres digno, porque toda dignidad viene de mí. No te consideres santo, porque Yo soy el Santo, y la santidad viene de mí.
Tú no eres nada, tú puedes ser tan solo lo que Yo haga de ti. Así que vuélvete humilde y ven a mí, vuélvete santo como Yo soy santo, se perfecto como Yo soy perfecto, imítame y déjame construir tu casa con mis manos. (Salmo 127.1) Esta es mi palabra para hoy.
Mensajes de Jesús, María
y Dios el Padre.
Déjame construir tu casa
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