Jesús:
Hijo mio, prepárate más y más para el día horrendo del final de los tiempos, el día tan temido por todas las generaciones, el Dia del Señor.
Reza y haz penitencia, sálvate y salva a otros con tu obediencia a Dios.
Yo miro éste mundo con inmensa pena. La maldad y los pecados casi ahogan la pequeña alabanza y adoración que viene de mis almas buenas; pero es solamente por sus oraciones que unas pocas almas serán salvadas. Reza junto con mis otras almas consagradas, reza con mi Madre, porque Ella es la moderación de la Justa Ira de Dios.
Este mundo pagano está tan ciego, rechaza escuchar a mi Palabra. Yo he agotado todos mis medios para llamarles y pedirles que se arrepienten y cambien, he tenido mas Paciencia que la que debiera de haber tenido. Mi Misericordia todavía está disponible pero no parece atraerles puesto que están tan poseídos por el orgullo y el pecado. Muchos de mis fieles se han vuelto infieles, la apostasía esta esparcida por toda mi Iglesia.
Aún con todos los esfuerzos de todos mis amados hijos, mis almas consagradas, solamente unos pocos más seran salvados. Este es un momento muy serio en la historia de la humanidad, es un momento decisivo para la salvación de todos. Este es el punto de transición entre el tiempo y la eternidad.
Alístate hijo mío, reza, reza y reza.
Mensajes de Jesús, María
y Dios el Padre.
El Día del Señor
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