Jesús:
Mi querido hijo, estoy teniendo estas conversaciones contigo, no porque seas alguien especial, no por ninguno de los méritos que puedas tener, sino porque Yo soy el Señor tu Dios y Yo concedo mi gracia a quien me place.
Yo quiero decirte a todo el mundo que la gracia solo le es dada a los humildes y a los obedientes. Tú has tenido humildad y haz obedecido mis mandamientos.
Yo quiero que sepas que tú tienes que venir a mi madre para que Ella te enseñe la humildad, puesto que Ella es la mas grande profesora de esta santa virtud, Ella aceptará a todos aquellos que vienen con esperanza y confianza en Ella, porque Ella quiere traerlos todos ustedes a mí.
Los humildes se paran en mi presencia, Yo levanto a quienes se arrodillan ante mí, ellos son traídos a la luz de mi rostro, ellos son la niña de mi ojo.
Se uno de esos que se paran en mi presencia, Yo te bendigo hijo mío.
Mensajes de Jesús, María
y Dios el Padre.
La niña de mi ojo
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